He tenido la suerte de ser invitado dos veces (con la de este años, tres), a la Semana Negra de Gijón. Para quienes no participan del acto, para quienes si acaso ven alguna reseña en los periódicos o la puntual noticia de la marcha del "tren negro" con el que comienzan los actos, nada puede hacerles pensar qué es lo que les espera una vez lleguen a Gijón en el mes de julio.

Y lo que les espera es, simplemente, magia.

Por unos días, es como vivir un sueño infantil, como ser Cenicienta en la corte del príncipe. Los escritores se confunden con la gente normal (porque muchos son/somos gente normal) y la literatura (la de los géneros que nos negamos a dejar en segundo plano, sobre todo) convive con la música y los mercadillos, con la feria y con la fiesta. Si Hemingway hubiera conocido esta celebración no se habría ido a París. O nosotros conoceríamos ese libro que debe estar en los anaqueles de Bibliópolis: "Gijón era una fiesta".

Para los escritores de literatura fantástica el encuentro en Gijón con otros escritores de otros géneros supone ver cómo está el panorama editorial no sólo en España, sino en el mundo. Conocer a autores prestigiosos a los que uno reverencia de toda la vida (como el entrañable -y triste- Robert Sheckley), o poder conversar con aquel autor al que le has traducido un par de novelas es impagable.

Supone también la posibilidad de reunirnos, de charlar, de elaborar proyectos y discutir historias. Como cualquier otra hispacón, quizás, pero con un tono algo más serio, en tanto que muchas veces las convenciones de ciencia ficción son precisamente eso, convenciones, a las que los escritores vamos un poco en busca de la satisfacción del ego (y bienvenidas sean), pero siempre resulta interesante compartir puntos de vista, problemas, proyectos con otros compañeros de fatigas en esto de escribir.

De las dos veces que he estado en la Semana Negra ("Semana multicolor" debería llamarse, aunque tampoco es exactamente una semana, sino más tiempo), la segunda coincidió con la Hispacón/Asturcón. O sea, mañanas dedicadas a la ciencia ficción y fantasía y las tardes a los paseos por la Carpa de Encuentros y a charlar de otras cosas igualmente interesantes: novela negra y tebeos, mismamente.

Casualmente, esta tercera semana a la que se me invita (junto con otros autores que uno admira como Javier Negrete o Andrejw Sapkowski o Tim Powers) coincidirá con una segunda Asturcón: mañanas de ciencia ficción y fantasía y tarde de paseos en la Carpa de Encuentros. Sidra, espichas, al maravilloso pan caliente de la Iglesiona, Javier Cuevas en loor de multitudes y la mirada bogartiana de Rudy Martínez.

¿Cuántos días faltan todavía?

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Comentarios

1
De: Daurmith Fecha: 2003-06-29 04:41

¡Dios pío, Tim Powers! Cómo te envidioooo, sanamente, sanamente, claro, pero...

No, qué digo, de sanamente nada, grrrr, yo quiero estar allíiiiii...



2
De: V Fecha: 2003-06-29 16:58

El plantel de invitados de este año es espectacular... Sí, el Powers es uno de los tipos con la imaginación más desbocada que he conocido, pero el señor Sapkowski esta revolucionando (hacia bien) un género que parecía tan agotado como es la fantasía épica (hay, Leiber querido...). Trata el tema con una irreverencia maravillosa (en un mundo real, no nos engañemos, un cazador de monstruos iría igualmente a por los cobradores de impuestos). Y Javier Negrete es el mejor de su generación... Si a todo eso le unes lo de las sidrerías, el buen yantar y esa temperatura nocturna que anima al desenfreno (nada de 40 a la sombra). Vamos, que es una convención única.

V.

Posdata: también han invitado a un tal Rafael Marín... ¿es un escritor, o uno de los cocineros de la nouvelle cuisine vasca?



3
De: Iván Fecha: 2003-06-29 19:53

Ummmm, realmente espectacular la SN, sí; y es bien cierto que hasta que uno ha estado allí no puede saber lo interesante que se presenta todo. Nunca me cansaré de recomendarlo, vocearlo... este año la AsturCon será, yo creo que sí, un acontecimiento que se podrá prolongar en ediciones sucesivas. Ya queda menos de una semana; ya hay mucha gente frotándose las manos de impaciencia, ya puedo oler los aromas gijoneses casi como si estuviera allí mismo en estos momentos...
Allí nos veremos todos, los ídolos y los menos ídolos... ¡qué grande! ¡qué bien nos lo vamos a pasar...!
La cultura y las "celebraciones épico-gastronómicas" de la manita...
Los que vienen repiten, eso es seguro.
Nos vemos...



4
De: RPB Fecha: 2003-06-29 22:38

Gijón es una ciudad maravillosa. Juro que un día volveré allí, haya Semana Negra o no :)