O sea, otra serie que recoge sobras. Me refiero a Moonlight, que estrenó Fox el viernes, aunque parece que alguna otra cadena de esas de tierra, las que no veo, ya la había emitido antes.
¿Y?
Y.
O sea, lo de siempre, pero en mal. David Boreanaz (a quien por cierto le envidio las corbatas) debe estar riéndose en su mansión de Beverly Hills.
Porque lo que se está contando ya está contado. Y está contado mejor. Y se sabe adónde se va a llevar lo que se está contando. Por no hablarles de la pinta del andoba, que echa para atrás más que una canción de los triunfitos.
Con decirles que me quedé dormido a la mitad del episodio piloto. Lo tengo grabado (y descargado), y me da que no voy a verlo siquiera...
Idem de idem con los tres episodios seguidos que intenté tragarme anoche de Ultimo aviso, la serie que algún periódico nacional definió como una puesta al día de El Superagente 86 (¡qué tino!) y que, lo siento, no fui capaz tampoco de ver.
¿Habrá sido un visto y no visto el renacimiento televisivo que tan felices nos hacía?
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