Crisei

Me sucedió algo parecido en el INSS, enfrente de mi casa. No puedo entrar, tengo que pedir cita por teléfono. Subo a mi casa, pido la cita y me sale libre el mismo día dentro de 15 minutos. Lo cumplimento, bajo y entro con una sonrisa irónica de oreja a oreja.

Cyberburocracia...

En mi última ITV me ocurrió ídem de ídem.
Peor aún es cuando tuve que hacer la última transferencia en el BBVA. Si haces el ingreso por ventanilla, te clavan 2,50 euros. En cambio, tienen una máquina con la que puedes hacer el ingreso gratis. Claro, como hay aún por el mundo millares de individuos que no saben cómo funciona un cajero automático, entonces, el cajero (humano) que poco antes te ha dicho que él no te puede hacer el ingreso sin darte la clavada, muy amablemente se viene contigo hasta el cajero (automático) para asesorarte y comprobar que sigues correctamente todos los pasos que el cajero automático te va demandando. Uno es torpe, pero a hacer un ingreso automático aún llega. Da igual, el cajero (había otro que debía estar doblando pajaritas), amén de amable, tenía ganas de pegar la hebra y se vino conmigo para decirme cómo tenía que hacer lo que yo ya sabía cómo lo tenía que hacer. Viva la crisis: hemos conseguido rizar el rizo; ahora no sólo hay que pagar para sacar dinero de los bancos, ahora hay que pagar hasta para meterlo.

Y ojo, que luego le tocará a los supermercados. Por lo pronto, después de conseguir que seas tú quien se despache, que seas tú quien se envuelva los regalos en papel ídem, en el Alcampo ya han puesto "pagadores automáticos". ¿Qué será lo próximo? ¿Que seas tú quien mate el cerdo y despiece la carne si quieres llevarte unas chuletas? ¿Que ordeñes la vaca si quieres llevarte un litro de leche? Parece cosa de tontos, pero ¿qué hubieran pensado nuestras abuelas si les dicen que en la tienda ellas mismas se tenían que despachar y luego cobrarse?

El Neomundo. Y ahora además legiones de personas están dispuestas a poner su huella dactilar en el móvil porque mola, como sí no diéramos suficientes datos personales, ahora la huella. En el futuro el ADN. Y sí no es el adecuado no podrás cortarte las chuletas de la vaca tu mismo.

No entiendo estos llantos.
Entre un metodo en el que as, haces colas y te dan cita para dentro de 5 dias u otro que reservas por internet/telefono y sabes cuando tienes que ir...con cual os quedais?

Y si os quedais con el de la cita previa...por que protestais?

¿Qué parte de tener que llamar por teléfono a la oficina DESDE la misma oficina no entendiste?

Ah, las maravillas del mundo moderno.Dar un rodeo y gastar telefono para hacer algo cuando estamos al lado.Viva la ecología.
En fin , felicidades a la gente de Andalucia, esto imagino que será otro motivo más para visitar su bella tierra http://hbowatch.com/spain-to-serve-as-dorne-in-game-of-thrones-season-5/

Je, je… solo faltó que al marcar el 2 sonara el teléfono en la propia oficina y le diese la cita... la propia oficinista.
Todo cool.

El hecho de llamar desde la oficina es porque ellos tendran el mecanismo ya establecido asi y te dieron esa opcion antes de decirte que llamaras desde tu movil.

Yo vivo en Madrid y aprovecho mis vacaciones para pasar la ITV en el centro mas proximo que haya al lugar de veraneo. Mi coche tiene 12 años y desde siempre he usado el metodo de reservar cita por telefono. El unico requisito es que debes de hacerlo dentro de un periodo de un mes maximo antes de la cita. Para mi es un sistema comodisimo.

Si quereis ver un sistema demencial de cita por correo, aqui teneis una experiencia real, la mia, para inscribir a mi segundo hijo en la SS.

En este caso SI te obligaban a pasarte por la oficina para que te den el telefono de cita previa. En el caso de la ITV por lo menos en su web si viene el telefono y no tienes que personarte alli.

http://soycalamardo.blogspot.com.es/2012/02/intermedio-hablale-de-productividad-un.html

Esto no pasa ni en Trantor, oye.

Por cierto, ¿un teléfono con un solo botón? ¿Eso no era de "El Prisionero"?

Imagínate que al pulsar el botón te sale una voz diciendo...

-Soy el Número 2.

-¿Quién es el Número 1?

-Usted es el Número 6.

-¡Yo no soy un número! ¡Soy un hombre libre!

Mi caso de hoy en la flamante nueva supertienda de Apple en Sol (Madrid).

Voy por un problema técnico y me dice una muchacha muy sonriente que tengo que pedir cita para que me atienda un técnico. Muy bien.

-¿Y a dónde voy a pedir cita?
-La tiene que pedir por internet en nuestra página.
-Ah. Pero es que yo ya estoy aquí ¿no hay nadie que me pueda dar la cita?
-Sí, en nuestra página de internet. Puede utilizar uno de nuestros ordenadores o hacerlo desde otro cualquiera, como usted prefiera.

No ha perdido la sonrisa ni un momento, eso sí. Pero yo me he preguntado si de verdad estaba yo allí de cuerpo presente. Ni que decir tiene que he tenido que utilizar uno de sus aparatos para pedir la cita. También podía haberlo hecho en casa, pero ya que estaba allí. ¿O no estaba?