2013-01-19

LINCOLN



El Spielberg más lacónico para el presidente más icónico. Después de años de preparación, cambios de actor protagonista y refinamientos de guión, se nos presenta por fin no la biografía del asesinado dirigente norteamericano, sino los dos últimos meses de su vida y el vendaval político, social e histórico que supuso la aprobación de la decimo tercera enmienda de la Constitución norteamericana para abolir la esclavitud: es decir, el paso de cambiar una ley susceptible de ser modificada para cambiar la Constitución misma: eso que nuestros políticos, con nuestra propia Constitución, no se atreven a hacer aunque lo mismo ya toca.

Es una película de guión, casi una pieza teatral, y resulta admirable cómo el director lo comprende y se hace a un lado, dejando quieta la cámara y permitiendo que los actores interpreten su texto con esa sensación de intimidad que da la luz natural y la recreación naturalista de los interiores. La temática de la película, que podría resultar cansina a los no versados o interesados en la materia, consigue convertir una negociación política contra reloj casi en un thriller, tal es la maestría del guión, que alterna al mismo tiempo con sabrosísimas pinceladas sobre la vida íntima del presidente, su esposa y sus dos hijos. No se reconoce en los créditos y es evidente que el guionista Tony Kushner (que ya guionizó esa otra obra maestra, Munich) ha hecho los deberes y ha escarbado en cuanto libro y documento haya encontrado a lo largo de los muchos años que le ha llevado completar la tarea, pero sigo pensando que la novela homónima del gran Gore Vidal tiene mucho que ver con lo que se cuenta, con cómo se cuenta, y en la manera en que se producen las relaciones humanas en esta película.

Todos sabemos el final (o los finales) que tiene esta película, y sin embargo la escena de la votación en el Congreso dividido está narrada con pulso envidiable, como si fuera una película de juicios donde el espectador espera la resolución del jurado. Spielberg logra que no resulten confusos las negociaciones ni apaños que en poco menos de treinta días llevaron a la aprobación de la enmienda, ayudado por unos actores secundarios de sombrero que, además, se parecen enormemente a los personajes históricos. Impresionante la fisicidad que presta el siempre grande Daniel Day-Lewis al Honesto Abe, la carga del peso de su cuerpo, la tensión de sus manos, el paso... y la voz, aunque flaco favor le hace el doblaje a un actor que por su cuenta experimentó y ensayó hasta dar no solo con el acento que imaginó que debía de tener Lincoln, sino con el timbre de voz que sería preciso para hacerse oír en los discursos. Day-Lewis le presta además a su personaje la socarronería necesaria y, a la vez, la reflexión y el dolor. En algún lugar leí alguna vez que el asesinato de Lincoln fue, en cierto modo, el precio a pagar, una expiación casi aceptada y prevista por los horrores de la Guerra de Secesión, y eso se ve aquí, sin decirse, en la penúltima escena entre Lincoln y Grant.

Es una película política sobre la política, y nos desvela que la política es, antes que ninguna otra cosa, negociar y ceder. Alternando algunos momentos de comedia física (qué bien está James Spader), la reflexión de que hay que recurrir a triquiñuelas prácticamente inmorales para llevar adelante un deber moral se centra no solo en Lincoln (que en las escenas finales carga sobre sus espaldas la responsabilidad de seguir adelante con esa política cuanto menos dudosa), sino en el personaje que interpreta un inspiradísimo Tommy Lee Jones, el abolicionista radical que es, en el fondo, quien más cede en sus ideas, sabiendo que lo que se aprueba es poco, "pero suficiente". El animal político que encarna, desabrido al principio, apasionado después, se revela en su última escena en pantalla como un ser humano adelantado a su tiempo, atrapado por la sociedad en la que vive y guardador de un secreto que en su época, de puertas para afuera, habría sido inaceptable.

Sorprende además, hoy, ver cómo ha cambiado el partido republicano desde entonces.

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Comentarios

1
De: Mixmerik Fecha: 2013-01-19 18:44

Veo que te ha gustado. En España las reseñas que he leído están siendo bastante duras, no sé si por incomprensión de la historia norteamericana o por la película en sí. Aún no he podido acercarme al cine, pero le tengo ganas. A ver si la semana próxima...



2
De: Mt Fecha: 2013-01-19 21:36

No creo tanto que haya habido un cambio en el partido republicano como un cambio en la manera de contarnos su historia. Al tiempo.



3
De: JCR Fecha: 2013-01-19 22:06

Estoy de acuerdo en lo de Gore Vidal y prácticamente en todo lo que dices coincido.
Efectivamente ese partido republicano se daría de tortas con el actual.
Para mi, impresionante película. Un 10. La he visto hoy y quiero madurarla un poco más pero me da que irá creciendo.
Ojo, Sally Field.



4
De: RM Fecha: 2013-01-19 22:11

http://www.avizora.com/publicaciones/politica_y_economia_americanas/textos/0023_historia_partido_republicano_usa.htm



5
De: lorus Fecha: 2013-01-19 23:35

http://www.valenciaplaza.com/ver/66645/-ee-uu-del-solido-sur-al-cinturon-de-la-biblia-.html



6
De: WWfan! Fecha: 2013-01-20 09:19

La última escena de Tommy Lee Jones como diría el Yuyu me dejó con los pelos de coñeta.
Y como diría yo, llorando como una maricona.

¿Que a la última de Spielberg le han machacado los críticos en España?. Lógico, es España, son sus críticos y es Spielberg.



7
De: JCR Fecha: 2013-01-20 10:50

La escena de Sally Field y Tommy Lee Jones... es buena, ja, ja, muy buena. Supongo que hasta el más desinformado sobre los acontecimientos habrá pillado que investigaron a la Sra. Lincoln. Porque oigo cada cosa.



8
De: Jordi Juanmartí Fecha: 2013-01-20 11:19

Gran peli, en la que cuesta algo entrar, eso sí... menos mal que Aaron Sorkin nos educó muy bien a algunos a meterse en los vericuetos de la política yanqui.

Inmensos Day-Lewis y Lee Jones, y eso que no disfruté de la v.o....



9
De: Angelo Fakemon Fecha: 2013-01-20 23:08

Impresionante como ha cambiado el partido republicano y tambien como ha cambiado el otro, que a lo mejor no les hace mucha gracia que les recuerden su pasado.
Y lo de Lee Jones, pues mirad, al final parece que tanta lucha por los negros igual es solo un sintoma de paga-fantismo en el fondo.
Eso si, en esta peli han obviado la lucha de Lincoln contra los vampiros... ;-)



10
De: Lektu Fecha: 2013-01-20 23:57

Mt, por supuesto que el partido republicano ha cambiado. De hecho, originalmente el PR era fiscalmente conservador, pero socialmente progresista, y era el partido demócrata el reaccionario. Hasta hace tan solo unas décadas, todo el sur de los EE.UU. (por debajo de la línea Mason-Dixon) votaba demócrata; durante la época de la lucha por los derechos civiles de los negros, los políticos que se oponían en el sur eran en gran parte demócratas. Es una paradoja de la política estadounidense.
En la época de Lincoln, muchos demócratas estaban en contra de la guerra (y, por tanto, hay que suponer que aceptaban la secesión de la CSA), y solo una parte (los llamados "War Democrats") apoyaban la postura de Lincoln y el PR.



11
De: Ojo de Halcón Fecha: 2013-01-23 21:33

Acabo de llegar de verla y maravillosa es poco. Madre mía.



12
De: Ojo de Halcón Fecha: 2013-01-24 14:42

"Me gustaría quedarme, pero tengo que irme"

Frase con la que se despide antes de ir hacia su asesinato. Magistral momento en la película.



13
De: RM Fecha: 2013-01-24 15:20

... y tendría que haber terminado ahí, en mi opinión.



14
De: Ojo de Halcón Fecha: 2013-01-24 21:47

Sí, hubiera quedado muy emotivo la verdad :)



15
De: RM Fecha: 2013-01-24 21:48

Sale por la puerta y adiós. Creo que el propio Spielberg es consciente de eso y por eso no cuenta la escena del teatro, sino que vemos a su hijo en otra obra distinta.



16
De: JCR Fecha: 2013-01-24 21:59

No mostrar el asesinato es un acierto. Pero si Spielberg lo tiene claro como dices ¿por qué no corta en la despedida que comentáis? Estoy de acuerdo en que ese es el final de la película. Aunque no me repatea como está.

Recuerdo el final de "Open Range". Cuando el personaje de Kevin Costner se marcha ese es el final. Con dos opciones. Cortas con él marchándose o le vemos parar y darse la vuelta. Ahí, fin. No es necesario verlo llegar junto a Annette Bening. Ese final sí me repatea.



17
De: RM Fecha: 2013-01-25 05:53

Gran peli, Open Range.



18
De: WWfan! Fecha: 2013-01-25 10:59

>>>"Me gustaría quedarme, pero tengo que irme"
>>>Tendría que haber terminado ahí, en mi opinión.

Y en la mía, me quedó con la absurda sensación de que no quería hacer el mismo final que en la de Abraham Lincoln Cazavampiros...



19
De: JCR Fecha: 2013-01-25 12:13

Gran peli, "Open Range", efectivamente. ¿Pero qué opinas de lo del final?



20
De: RM Fecha: 2013-01-25 20:21

Sí, el doble final es reiterativo.



21
De: Angelo Fakemon Fecha: 2013-01-28 15:45

"Me gustaría quedarme, pero tengo que irme"
¿No hay una canción de Groucho Marx con esta frase?



22
De: Javi Gala Fecha: 2013-04-15 13:08

La vi, al fin. Nada que cambiar de lo escrito, Rafa. Sólo decir lo mucho que me emocionó el proceso de votación y el papel de Tommy Lee. Y cómo Tommy Lee, traicionándose a sí mismo, consigue que se vea que es por un bien mejor (se ve en la vuelta al gallinero de la ama de llaves de Lincoln). La votación, los discursos previos, me emocionó y saltó mis lágrimas. Se votaba dignidad. Mucha tela que cortar.
Y por supuesto que Lincoln tuvo que pagarlo con su vida, a fin y al cabo, actuó maquiavelicamente alargando una guerra ya condenada a su conveniencia para aprobar la enmienda. Pero bendito maquiavelismo.

Genial Spader y ese (entiendo) presunto inicio de los servicios secretos y fontaneros de cloaca de USA