2011-10-07

2552. SOLO ESO




Los tebeos eran (¿son?) algo mucho más simple. No eran vehículos de ideologías extremas, no eran herramientas de lucimiento cool, no eran púlpitos desde los que adoctrinar a una inteligentsia en la adoración a ciertas cosas y el desprecio (ignorante, como todo buen desprecio) a ciertas otras.

Los tebeos eran (¿son?) historias comprimidas en pocas páginas, mejor o peor escritas, mejor o peor dibujadas. Se contaban entonces con los dedos de una mano los autores que conocía el público. Se contaban con las uñas de uno de esos dedos los autores que tenían conciencia de ser eso mismo, "autores".

Eran diversión mensual. Eran trabajo mensual. Se escribían, se dibujaban, se rotulaban, se coloreaban, se imprimían y se vendían. Y mientras se vendían y se leían, normalmente se olvidaban, se rompían, se tiraban, se cambiaban, o nos los tiraban, nos los rompían, nos los ocultaban. Cuando el lector leía un tebeo, los (normalmente) anónimos autores ya estaban haciendo otro. U otros a la vez.

Eran parte de una industria. Eran los engranajes de una máquina. No eran dioses, sino hombres. No eran poetas, ni artistas, sino artesanos. Y no los conocíamos. Ni les importaba. Ni nos importaba.

Eran los trabajadores de un medio encantando, de un medio encantador. Nos encandilaban. Y no sabíamos cuánto ponían de sí mismos, quizás porque ellos mismos tampoco lo sabían; nunca fueron historias auto-biográficas, por más que nos empeñemos en verlo así ahora. Fueron el producto honrado de una industria menor, realizado por hombres y mujeres que quizá tenían otros sueños y otros ideales, y que de vez en cuando, o muy frecuentemente, soñaban con escribir libros de verdad, o dedicarse a la publicidad, o trabajar en la televisión.

Eran los dioses menores de un olimpo inexistente. Eran los entretenedores de los sueños infantiles. No les importaba que su producto fuera menor, no les interesaba si se despreciaba su trabajo o no. Vendían lo que podían, como podían, escribiendo o dibujando como sabían, alimentando a la prole y, tal vez, en algún momento, disfrutando de los oropeles de la fortuna y la gloria

Se conviertieron en maestros mucho más tarde. Los convertimos en dioses mucho después. Los adoramos y los vilipendiamos, los hicimos tomar partidos inexistentes, los que inventamos nosotros mismos.

Pero sólo hacían tebeos. Con todas las capacidades de las que fueron capaces. Sólo tebeos.

Y no había buenos ni malos más que en las páginas de color de puntitos.

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Comentarios

1
De: RSMCoca Fecha: 2011-10-07 12:47

Siseñor. Ahílasdao.



2
De: Rafael García Fecha: 2011-10-07 14:50

El reconocimiento que el comic y sus autores han experimentado y que ha servido para que estos últimos salgan de las sombras, es algo que se ha dado en otros medios.
El cine, en sus primeras décadas de existencia era considerado una vulgar atracción de feria, luego pasó a espectaculo masivo y poco a poco se empezó a hablar de autores cinematográficos, de corrientes estilisticas.....se pasó de usar el nombre de actores como reclamos, a usar el nombre del director des pues, y paulatinamente empezamos a leer en la propaganda cinematográfica frases del tipo "del guionista de.....", "del productor de...", ultimamente, como signo de los tiempos también leemos "del equipo de efectos especiales de...", demostrando que el cine ha vuelto a su condición de barraca de feria, en este caso barraca digital.
Lo mismo está pasando con los videojuegos, que ya tienen sus creadores estrellas reconocidos y aclamado por seguidores, como Hideo Kojima, el de "Metal Gear Solid".



3
De: Anónimo Fecha: 2011-10-07 15:48

Ya. Pero no se esta hablando de eso.



4
De: Rafael García Fecha: 2011-10-07 18:57

Si, ya supongo, por lo escrito en las últimas lineas, que este artículo en parte es hijo de otros anteriores, como aquellos sobre la polémica Kirby/Lee.



5
De: Rafael García Fecha: 2011-10-07 19:01

Pero vamos, que en lo de endiosar, vilipendiar, crear dispustas y sectarismos donde no los había, el mundo del comic y sus aficionados está muy lejos todavía de convertirse en algo equivalente al futbol y sus seguidores(o la política que igualmente vale).



6
De: CarlosP. Fecha: 2011-10-07 22:35

Buena conversación la de ayer.



7
De: tax Fecha: 2011-10-07 23:23

Que curioso, será señal de que los años pasan, o que la historia está condenada a repetirse, pero en este post siento como si te hubieses convertido en la profesora de inglés de tu niñez, y ahora eres tú el que no ves más de lo hay. Que vueltas da la vida! ;)
http://crisei.blogalia.com/historias/57575



8
De: RM Fecha: 2011-10-07 23:31

Hombre, el archivero loco ha vuelto.
Si con 21 años era mi niñez... poca idea tienes de lo que es la vida, muchacho.


Y no, no veo ninguna diferencia: estamos hablando en un caso de narración y recursos narrativos (el post que citas) y de intrahistoria-traída-por-los-pelos-porque-mola-reescribir-lo-que-pasó-porque-lo-dice-la-inteligentsia-que-sigue-al-comics-journal (este).

Ale, hasta más ver.



9
De: RM Fecha: 2011-10-07 23:32

curioso que las impertinencias siempre vengan de la tierra del boquerón, ¿no?



10
De: Dicker Fecha: 2011-10-08 09:01

"curioso que las impertinencias siempre vengan de la tierra del boquerón, ¿no?"

Uhm...no te creas, no te creas...

Por otra parte, aun no estando muy de acuerdo con su post ¿está refiriéndose de refilón al Holy Terror de Miller? Lo digo que porque la gente está soltando panegíricos por los foros que...

Yo creo que hay historias en el mundo del comic (americano, del europeo ya ni hablo, hay la intencionalidad es más que manifiesta, y el adoctrinamiento), sin ir más lejos me viene a la mente el Capitan America de Englehart y su Imperio Secreto...



11
De: Dicker Fecha: 2011-10-08 09:02

"hay la intencionalidad es más que manifiesta, "

Ahí, ahí (perdón, la legaña se me pega y como no hay tipex...)



12
De: RM Fecha: 2011-10-08 09:35

No, estoy resumiendo una charla con Carlos por teléfono hace dos días. Y estábamos hablando sobre todo de los años 60 y el "estilo Marvel", cuando todos eran unos curritos y el comic-book era cosa de niños y no de gafapastas.

No pienso acercarme a Holy Terror ni metío en manteca.



13
De: Jose Joaquín Fecha: 2011-10-08 18:05

Incluso las obras que no se escriben con una ideología en mente transmiten, sin saberlo, una ideología.

Los autores se dirigen a un público al que intentan fascinar o, al menos, entretener. Para ello, emplean tópicos que sólo pueden funcionar en su época: la secretaria enamorada de su jefe, el empresario bonachón que crea armamento contra la tiranía roja, el héroe que se viste con la bandera de su nación, el estudiante pobre que lucha por prosperar...

Y justo por eso son tan maravillosas esas historias. Porque se hicieron pensando en entretener, pero al final nos acabaron contando mucho más.



14
De: CarlosP. Fecha: 2011-10-09 12:30

A los tebeos se les paso el arroz.