Totalmente de acuerdo con la inversión de la situación.
En la Marvel de los 60, Stan Lee dio un reconocimiento a los artistas habituales (que firmaban la obra y hasta podían aparecer como argumentistas) y los de relleno (¡que también firmaban!), algo que muy rara vez se veía hacer en otras editoriales.
Sin embargo, Kirby se cabreó por diferentes motivos, porque sí es cierto que la editorial no estaba dispuesta a darle el papel que merecía (porque se fue a la competencia, ayy, y la Marvel de aquellos años no perdonaba los cuernos).
Kirby comenzó a reclamar lo que era suyo por derecho (por ejemplo, que Stan Lee apareciera nombrado en todos los títulos que co crearon y él, por el contrario, no). Y lo reclamó con mucha razón, pero con un poco más de efusividad de la debida.
Kirby dijo poco menos que él era un genio y todos sus compañeros habían sido ruedas de repuesto. A Simon lo dejó como guionista auxiliar y relaciones públicas, y a Stan Lee también. Kirby decía ser el creador de todos los personajes Marvel que dibujó, e incluso de algunos que no dibujó, como Spider-Man.
Luego, con el tiempo, se ha visto que no era para tanto. Que Spider-Man, como dice Joe Simon en su biografía, se parece muy remotamente a un personaje llamado The Fly, personaje que por un lado era una copia de Shazam! y por otro Kirby lo dibujó, pero ni mucho menos lo creó.
Muchas veces, en lo referente al trabajo creativo, es difícil saber dónde empieza uno y acaba otro autor, sobre todo si se ven casi todos los días, sobre todo si trabajan años juntos y tienen aficiones (lecturas, películas, cómics) parecidas.
Reconocer a Kirby no puede significar quitarle su mérito a Stan Lee, porque entonces cometeremos la misma injusticia. Digamos lo que, en definitiva, ocurrió: la suma de las partes fue mucho mejor de lo que ninguno de ellos pudo lograr por separado.
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