El febrero más loco después del enero más majara de los que se recuerdan climatológicamente hablando nos trae el carnaval más atrasado en el tiempo de los que se recuerdan, aunque asoman la patita otros tres carnavales tardíos en los próximos quince años. Y por fin, después de presentaciones en Madrid que uno, como los de la comparsa de los Currelantes, tampoco sabe muy bien para qué sirven, y de precarnavales terminados en “ada” que se convierten nos guste o no en los inevitables botellones donde apenas se escucha cantar a nadie (y que sigo diciendo que por qué no se hacen en el carnaval mismo, tan vacío tantos días, y no antes), ya estamos metidos de lleno en la fiesta, y lo estaremos durante más de un mes entero.

No sé si hay cuerpo que aguante tanta jarana, pero quién dijo miedo. El carnaval es ese desorden que todos se empeñan en ordenar de un año para otro, sin aprender nunca de errores pasados, cambiando de continuo reglas y bases concursales, un micromundo en sí mismo, una casta aparte a la que los demás mortales nos asomamos por la tele o ahora por internet y consideramos nuestro aunque no siempre lo sea. Vivimos por y para el Carnaval, y tendríamos que sacarle mucho más partido.

Y ahí viene lo difícil, claro. En estas mismas páginas se ha comentado estos días que, con la crisis que tenemos todos encima, el carnaval se nos convierte en el opio del pueblo, la distracción que nos tendrá durante más de cuarenta días despistados de lo que se cuece en los ministerios y los despachos de los partidos políticos y los consejos de dirección de las empresas y los bancos. Es posible. Pero el carnaval solamente refleja lo que somos, y somos un pueblo dormido, acostumbrado a la vida muelle, que ha olvidado que un día tuvo reivindicaciones y agacha la cabeza y se sacrifica sin embestir al trapo: los carnavaleros son iguales que nosotros, y es injusto achacarles que no se conviertan en sacudidores de conciencias y hayan dejado de ser, en muchos casos, aquel bufón que cantaba las verdades para disfrazarse de clowns o de pierrots que se emocionan con las flores naturales y las puestas de sol sobre el océano.

Pero como el carnaval es impredecible, e ingobernable, resulta que este año ya hemos escuchado un par de agrupaciones que vienen dando fuerte en esos temas reivindicativos de hoy. Hay quien no olvida que también se puede dar caña en carnaval, y no solamente con el pito del mismo nombre.

Publicado en La Voz de Cádiz el 8-02-2011

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Comentarios

1
De: Santiago Fecha: 2011-02-09 09:58

Yo hace bastantes años que vivo fuera de Andalucía y los Carnavales de Cádiz ni se entienden ni se aprecian fuera, donde las más de las veces se ven como una bufonada paleta y las menos, como algo gracioso.

Yo, sinceramente, tampoco entiendo a qué vienen esas presentaciones. Lo que le llama la atención a los medios de comunicación es lo único que sí entienden, el espectáculo (audio)visual de las cabalgatas y los fastos de un Rio de Janeiro o una Santa Cruz de Tenerife. Cada año he lamentado ver la importancia que daban en la televisión patria a estos últimos por encima de los gaditanos, pero es que luego salían los nuestros y ni se les entendía ni se hacían entender.

En fin, Rafael, que el Carnaval gaditano está muy mal enfocado de cara al exterior (de Andalucía y aledaños) por mucho que nos guste dentro. In my humble opinion.



2
De: Mel Fecha: 2011-02-09 19:43

Cádiz no está "dormida".

Cádiz es una ciudad anciana (históricamente).

Y los ancianos no se caracterizan por ser combativos.

Los ancianos ya están de vuelta de todo y miran las cosas con distancia (de esa distancia nace el humor gaditano).

No tienen grandes planes: el único plan es llegar al día siguiente.

No salen a la calle a reivindicar; como mucho, dan su sabia opinión a quien quiera oirlos (¿qué es, si no, un pasodoble...?)

Cádiz no es una ciudad floja que sólo piensa en carnaval.

Cádiz es una ciudad anciana y la consecuencia de su edad, es el carnaval.



3
De: RM Fecha: 2011-02-09 19:49

En Cádiz todavía quedan muuuuuchos jóvenes.

Y no tienen ni la más mínima gana de reivindicar más que la ropa de moda o salir en GH



4
De: Alfred Fecha: 2011-02-09 20:15

Ay, Cádiz, también tú eres vieja
y por eso mismo yo sé lo que sientes;
te pongas en donde te pongas, solo sabes estorbar.
Se ha echado ya en el olvido
lo mucho que tú has valido,
de lo que fuiste hace tiempo,
de todo tu sufrimiento,
nadie se quiere acordar.
Te van dando palos y palos
y estás tan cansado
que ya ni te quejas.
Van destruyendo lo tuyo,
te van hiriendo el orgullo,
y quisieras protestar,
pero como a un viejo nadie le hace caso,
sin querer, poquito a poco, bajas los brazos,
cierras la boca y te da todo igual.
Y eso no es, eso no es.
Aunque te cueste, tienes que venirte arriba.
Levántate, levántate,
y grita fuerte que eres Cádiz y sigues viva.
No hay que perder,
no hay que perder,
lo que nos queda de amor propio y dignidad.
A pesar de nuestros años demos el paso,
y peguemos en la mesa un puñetazo,
y si no nos quedan fuerzas un bastonazo.
Está claro que debemos seguir luchando,
otro camino no queda,
y yo pienso estar peleando
hasta el día que me muera.

Pasodoble de la chirigota que el Love y compañía nos trajeron en el 2009, "Más p'allá que p'acá", por aquello de que venían de temblequeantes ancianos en aquella ocasión.

Me ha parecido que tenía bastante relación con lo que aquí se comentaba, je.





5
De: Ojo de Halcón Fecha: 2011-02-09 21:00

Yo soy uno de esos jóvenes gaditanos que no me conformo con lo que hay, y que veo con rabia como a los jóvenes, si se les da su ración de Carnaval, Semana Santa (increíble la de jóvenes capillitas que hay) y su barbacoa del Carranza, lo demás no importa.

En fin...



6
De: Mel Fecha: 2011-02-10 01:50

No me refería a que fuera una ciudad llena de ancianos.



7
De: Santiago Fecha: 2011-02-10 05:15

Lo de la juventud no sé cómo andará en Cádiz, pero yo allí donde voy me llevo una pésima sensación. Lo que dices Rafael del Gran Hermano y la ropa de moda es una especia de epidemia nacional, no un mal endémico gaditano, para desgracia de este país.

A los gaditanos en general les gusta mucho su microcosmos y miran poco fuera, al menos es la sensación que siempre me ha dado desde que me fui, y lógicamente, eso termina repercutiendo en que la gente de fuera mire poco en dirección a Cádiz.



8
De: Ricardo Fecha: 2011-02-10 08:58

Pues que lo paséis bien. Ayer leí casualmente este breve artículo del Travel Advisor de la revista Time, donde dice 5 cosas que no hay que perderse. Que los naturales de allí juzguen qué les parece la selección:
http://www.time.com/time/travel/article/0,31542,2027994,00.html



9
De: Anónimo Fecha: 2011-02-11 04:03

Increíble, 40 días de carnaval!!!

Lo digo porque en el Norte (en Asturias) duran dos días o como mucho tres...



10
De: Alfred Fecha: 2011-02-11 05:20

No, a ver, lo que es el Carnaval propiamente dicho, la fiesta en la calle y tal, dura diez días, o sea, una semana y el fin de semana inmediatamente anterior (siendo festivo, que yo sepa, tan solo el lunes de dicha semana).

Lo que dura cerca de un mes es el Concurso de Agrupaciones del Gran Teatro Falla, celebrado durante las semanas previas al Carnaval en dicho recinto.



11
De: Rafael García Fecha: 2011-02-12 12:00

Si y no ha terminado aún el carnaval, y ya hay quién está pensando en la Semana Santa.
Y no ha terminado aún la Semana Santa, y en muchos sitios de Andalucia ya tiene la gente su cerebro puesto en la feria de su localidad(me consta que en pleno Miercoles Santo hay gente de jarana en las casetas montadas en el recinto ferial de Sevilla.
Tras la feria, pues el rocio hombre, faltaria más.
Así sucesivamente, no salimos de una fiesta y nos metemos en otra, luego querrá el Andaluz levantar cabeza.



12
De: Alfred Fecha: 2011-02-12 15:41

Al final va a ser que nos gusta disfrutar de la vida, Rafael; qué terrible pecado el nuestro.



13
De: EMILIO Fecha: 2011-02-12 23:43

Lo terrible no es querer disfrutar de la vida, lo terrible es no poder hacerlo. O mejor dicho, no poder permitírtelo. Sobre todo cuando estás a la cola de los que están a la cola de tantas cosas en esta Europa unida. Pero da igual si me arruino. Con tal de poder seguir fardando al vecindario de Audi, lo que sea.



14
De: EMILIO Fecha: 2011-02-12 23:45

Lo terrible no es querer disfrutar de la vida, lo terrible es no poder hacerlo. O mejor dicho, no poder permitírtelo. Sobre todo cuando estás a la cola de los que están a la cola de tantas cosas en esta Europa unida. Pero da igual si me arruino. Con tal de poder seguir fardando al vecindario de Audi, lo que sea.



15
De: Rafael García Fecha: 2011-02-13 10:55

No confundas Alfred el disfrutar de la vida con la indolencia y la falta de miras.
Mientras en Cataluña los que tenian el dinero formaron una burguesía emprendadora, aquí los que tenian el dinero, los señoritos latifundistas, preferian sentarse a la sombra mientras los jornaleros, a los que pagaban una miseria, le recogian el algodón que luego vendían para la industrial textil catalana.
Ningun señorito se planteó jamás el crear una fabrica textil para manufacturar el mismo el algodón, porque claro ¿para qué molestarse con lo cómodo que se está?.
En el pasado, hay quién, siendo precisamente de Cataluña, me comentaba lo alucinado que estaba por el hecho de que, siendo Andalucia un lugar de muchos más recursos naturales que la propia Cataluña, eramos mucho más pobres.



16
De: RM Fecha: 2011-02-13 11:20

¿Porque aplastaron los cantones y las revueltas campesinas?



17
De: EMILIO Fecha: 2011-02-13 23:38

El eterno pasatiempos andaluz: "qué mal está todo, pero la culpa no es mía". No sé que haríamos sin los señoritos. Ni a quien culparíamos.



18
De: Rafael García Fecha: 2011-02-14 00:13

El pueblo con su falta de afan por reivindicar un cambio es tan culpable como los señoritos, a fin y al cabo estos úlltimos eran inferiores en número.



19
De: RM Fecha: 2011-02-14 06:15

.. y tenían un ejército detrás.



20
De: Rafael García Fecha: 2011-02-14 09:24

Ejercito formado por gentes que tenian su origen en el pueblo y que pertenecian a él.



21
De: Rafael García Fecha: 2011-02-14 09:26

También tenían un ejercito detrás el zar y la aristocracia rusa, o Luis XVI de Francia y los aristocratas que formaban su corte.



22
De: Anónimo Fecha: 2011-02-14 09:51

Tíos, que lo que no es historia no es historiable. No acuses a tus/nuestros antepasados de no hacer la revolución: hazla tú.



23
De: de wikipedia Fecha: 2011-02-14 09:53

Revueltas campesinas en el sur de España

En zonas campesinas de Andalucía y Extremadura, donde las movilizaciones obreras se habían mantenido en un nivel bajo desde los grandes movimientos de 1903-1904, se produjo un fuerte proceso de politización de los jornaleros, que se afiliaron masivamente a los sindicatos (un total de 100 854 afiliados a la Confederación Regional Andaluza de la CNT en diciembre de 1919, 23 900 afiliaciones de trabajadores agrícolas a la UGT entre octubre de 1918 y julio de 1919), que inicialmente obtuvo ciertas concesiones (reconocimiento de los sindicatos y de la negociación salarial, abolición del destajo). Entre el otoño de 1918 y el verano de 1919 se alcanzó el máximo nivel de movilizaciones, con numerosas huelgas, como la huelga general de la provincia de Córdoba convocada por el congreso de Castro del Río (octubre de 1918) y la segunda huelga general, de marzo de 1919, que se extendió por toda Andalucía. En ese momento las movilizaciones se radicalizaron a través de movimientos para la ocupación de tierras con pretensión de reparto de las propiedades (entre los lemas difundidos estaban la unión hace la fuerza y la tierra para el que la trabaja), quema de cosechas, ocupación de los ayuntamientos, etc. El temor que se extendió entre propietarios y patronos provocó su retirada a las grandes ciudades, al tiempo que se aceptaban subidas salariales (Díaz del Moral estimaba un incremento nominal del 150% entre 1917 y 1921, aunque sobre datos de jornales de siega que no pueden generalizarse[5] ). A partir de mayo de 1919 las movilizaciones de jornaleros fueron reprimidas con dureza, declarándose el estado de guerra. Se ilegalizaron las sociedades obreras y se encarceló a sus dirigentes. El movimiento obrero andaluz comenzó una fase de retroceso, y la afiliación sindical descendió.



24
De: un poquito antes Fecha: 2011-02-14 09:56

. En la década de 1840, una ola de manifestaciones y ocupaciones de tierra agitó los campos de Andalucía en medio de una hambruna crónica. Aparece entonces el fenómeno del bandolerismo. Ante este clima de violencia en el campo Narváez reacciona creando la Guardia Civil (duque de Ahumada) para solucionar estos problemas de orden público y preservar los intereses de los propietarios.

A partir del bienio progresista y de la desamortización de los bienes propios y comunes de Madoz las insurrecciones campesinas se convirtieron en una constante hasta la guerra civil, sobre todo en Andalucía y Extremadura. Los levantamientos campesinos tomaron generalmente la forma de ocupaciones ilegales de tierras y reparto de ellas entre los jornaleros, incendio de los registros notariales de la propiedad y enfrentamientos con la guardia civil. En 1855 se levantó en Andalucía, Aragón y Castilla un fuerte movimiento de ocupación de tierras, en 1857 una revuelta se extendió por los pueblos sevillanos y en 1867 otra por la vega granadina, teniendo como centro Loja. La falta de un verdadero respaldo político y el miedo a la radicalidad del movimiento hicieron fracasar todos estas revuelta, pero el principio de la tierra para quien la trabaja y el hambre de tierras se iba a extender por toda la centuria siguiente.



25
De: otro ejemplito más Fecha: 2011-02-14 09:57

LA REVOLUCIÓN DE PÉREZ DEL ÁLAMO EN 1861

(José Manuel de Molina). Las continuas leyes desamortizadoras del siglo XIX agravaron el desequilibrio de la distribución de la tierra en Andalucía.
La conflictividad campesina se acrecienta en este siglo por la forma en que es abolido el régimen señorial, la enajenación de Propios y Baldíos, el cercamiento de fincas y la restricción del uso múltiple de los recursos naturales. En este contexto la mayor presión estatal en forma de impuestos, el sistema de quintas y el control a través de la Guardia Civil para hacer cumplir las nuevas leyes, provocan revueltas en Utrera y El Arahal (Sevilla) en 1857, y la sublevación de Loja y otros pueblos en Granada, Córdoba y Málaga en el verano de 1861.

De la sublevación de Loja y otros pueblos cercanos al valle medio del Genil existe un detallado relato de su principal dirigente, el veterinario Rafael Pérez del Alamo, siendo el primer movimiento campesino de envergadura de la historia contemporánea de Andalucía,
En efecto Pérez del Alamo llegó a movilizar a unos 10.000 campesinos así como algunos comerciantes, artesanos y pequeños propietarios que esperaban un estallido general que finalmente no se produjo. La rebelión, meditada secretamente, se precipita por el motín de Mollina (Málaga) el 24 de junio y estalla en estas tierras por los antecedentes antes expresados agravados por la represión que en la zona aplicaba el general Ramón María Narváez, importante personaje en la época llamado el espadón de Loja por ser originario de este pueblo granadino, y que basaba su poder en aumentos injustificados de la renta de sus fincas, control político en el ayuntamiento, y su intervención en determinadas subastas de Propios para quedarse con las tierras.

Batalla de Alcolea(En la foto Batalla de Alcolea que supuso el destronamiento de Isabel II en 1868).
Según cuenta el propio Pérez del Alamo en junio de 1861 se pone en marcha la revuelta. El 28 entran en Iznájar, Córdoba, donde sin apenas esfuerzos toman el cuartel de la Guardia Civil y el ayuntamiento, y publican un bando en el que, tras realizar un llamamiento a todo el que sienta amor a la libertad, dejan claro que que su misión no es otra que la defensa de la democracia y el respeto a la propiedad, el hogar doméstico y todas las opiniones. El día 29 de Junio entra en Loja, importante pueblo de la provincia de Granada y natal de Pérez del Alamo, en donde el ejército sublevado cuenta ya con unos 10.000 hombres armados y otros tantos sin armar; y la revuelta se extiende a otros pueblos como Archidona, Illora, Huétor y Alhama.

La presencia de los sublevados en la ciudad granadina daría lugar al envío de un fuerte contingente de tropas que al mando del brigadier Serrano del Castillo obligan a los rebeldes a evacuar la ciudad el día 4 de julio para evitar el bombardeo de Loja, dirigiéndose hacia Alhama de Granada donde se avituallan. Viéndose acosados, los revolucionarios andaluces deciden marchar sobre Granada, única forma de conseguir que su rebelión tuviese fuerza para arrastrar a otras ciudades a la revolución, pero cansados y cada vez más mermados son derrotados por el numeroso ejército gubernamental cerca del pueblo de Las Pilas, y apresados o dispersados los supervivientes.

La derrota fue seguida de una fuerte represión cuyo alcance resulta difícil de precisar, y aunque entre 400 y 600 personas fueron condenadas a diversas penas, Pérez del Alamo logra huir gracias a amigos y familiares y consigue llegar hasta Madrid donde le sorprende una buena nueva pues la visita a tierras andaluzas de la reina Isabel II para mejorar la imagen de la monarquía propicia un indulto que permitió a los condenados volver a sus hogares.
(En 1868 un pronunciamiento militar puso fin al reinado de Isabel II)

Rafael Pérez del Alamo describió su levantamiento como Revolución destinada a derrocar la Monarquía y sustituirla por la República. Tras la toma de Iznájar publicó el siguiente bando:

Ciudadanos: Todo el que sienta el sagrado amor a la libertad de su patria, empuñe un arma y únase a sus compañeros: el que no lo hiciere será un cobarde o un mal español.
Tened presente que nuestra misión es defender los derechos del hombre, tales como los preconiza la prensa democrática, respetando la propiedad, el hogar doméstico y todas las opiniones. En nombre del Centro Recolucionario, Rafael Pérez del Alamo. Iznajar, 28 de junio de 1861