Las películas, contrariamente a lo que cree la chavalería, no se dividen entre antiguas y modernas, sino entre buenas y malas, independientemente de que sean en blanco y negro o en technicolor, en tresdé o en sensorround.
El ayuntamiento de Cádiz, en colaboración con mi cole, o viceversa, inicia esta tarde, y en viernes alternos, a las seis y media, un ciclo de películas para ver si contagiamos a los jóvenes y no tan jóvenes el amor a las películas.
Empezamos hoy con Inteligencia Artificial, del tito Steven. Seguiremos dentro de dos semanas con Diamante de sangre, y luego con Dos hombres y un destino, El crepúsculo de los dioses y, ya en enero porque les ha pillado el toro con los permisos de exhibición, El jovencito Frankenstein.
O sea, un popurrí de géneros y de épocas, una visita fugaz a algunas de esas películas de antes y de ahora que se han ganado su hueco en el corazoncito de aquí el que coordina, a ver si también logran marcarse en la memoria sentimental y cultural de los asistentes.
La entrada es gratuita, claro está. Si no tienen otra cosa que hacer, allí les espero.
Comentarios (46)
Categorías: Cine