2010-04-22

2225. JUSTO POR ESO

A lo mejor en alguna entrada anterior respecto a estos afanes míos he dado una nota quejumbrosa. No. Soy feliz escribiendo, lo que no significa que la escritura sea siempre una actividad relajada o placentera. Es, también, la única actividad que me permite tener la sensación de que controlo mi pensamiento y lo dirijo a algo concreto. Escribir es, hoy por hoy, la única forma que conozco de vida interior. Amo, siento, sufro a veces, como todo el mundo, al margen de la escritura. Pero necesito la escritura para ser consciente de ello, o para calibrar el peso exacto de esas sensaciones, o para rescatarlas de la necesaria deriva de toda sensación hacia su extinción sin más, antes de deparar a quien la experimenta un principio mínimo de sentido. Lo demás es dispersión.

José Manuel Benítez Ariza, hoy, en su blog

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Comentarios

1
De: Jorge Duarte Fecha: 2010-05-14 01:53

Creo que nunca se valorará en su justa medida la dificultad que entraña la escritura. Es curioso que a diferencia de otras actividades como la música, el ajedrez o las mátematicas, la escritura no conozca casos de niños prodigios. A excepción hecha del de Rimbaud, parece que para dominar de verdad el arte de la escritura se necesita un largo y muy esforzado periodo de aprendizaje. Claro, que después sus compensaciones también debe tener... Vamos, digo yo.



2
De: Jorge Duarte Fecha: 2010-05-14 01:57

Bueno, o el de Rafael Marín, que publicó muy jovencito su Lágrimas de luz.

Pero en fin, esa ya es otra historia...