A veces me pregunto qué se hizo de aquello de la modernidad. Recuerden ustedes, aquella vieja soflama que decía que por fin nos habíamos puesto al ritmo de los tiempos, después de siglos de ir a la cola.
Nos acaban de decir que el libro electrónico no tendrá reducción de IVA, ese impuesto que todavía no entendemos la mayoría pero que nos encarece todo un pico. La ministra del ramo, que parece que sólo mira por el cine, va a cometer con los libros los mismos errores que comete con su feudo.
El libro electrónico no es el futuro: es una alternativa al papel. Es más cómodo (prueben ustedes a llevarse “Guerra y paz” a la cama), no contamina, no mata árboles, ni quita espacio para poner en las estanterías las copas y vasos de Juan Sebastián Elcano. En un mundo moderno y lógico, un libro electrónico tiene por narices que ser más barato que uno en papel, por la cantidad de elementos en la cadena que se salta. Y así es en Estados Unidos, por ejemplo, donde un libro electrónico no suele pasar de los seis u ocho dólares, mientras que aquí lo poco que se publica en este formato vale exactamente igual que si fuera en papel couché, con guardas de acetato flexible e ilustraciones originales de Doré. Y encima, con IVA a tope.
¿Qué resultado tendrá esto? Pues que la cultura no estará, ay, al alcance de todos, como soñamos un día. El formato ideal para que la gente lea, por menos de mil pelas de las antiguas, acogotado antes de nacer, porque en el fondo todos somos de un reaccionario que aturde y con los grandes capitales, como con los grandes apellidos, no se mete nadie.
Tengo un lector de e-books desde poco antes de Navidad. Cinco o seis libros comprados y transmitidos en menos de un minuto desde EEUU. En inglés, claro. El resto de los trescientos en español que almaceno en esta pequeña agenda, cazados al vuelo por internet. Se va a reproducir la supuesta piratería en los libros como ya se ha hecho en los discos y las películas. Y todo porque son tan cicateros que no se dan cuenta de que nos esquilman con su visión del mundo, tan reaccionaria, tan elitista.
Publicado en La Voz de Cádiz el 19-04-2010
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