Frank Miller y Dave Gibbons ya venían de hacer historia en el tebeo para adultos: autor completo de Dark Knight el primero, dibujante (y sin duda algo más) de Watchmen el segundo, sus estilos distintos y, casi, contrapuestos, se unen en esta mini-serie independiente de cuatro números para Dark Horse Comics (aunque luego hubiera otras continuaciones, ya de interés menor para quien suscribe) para contar una historia de pura ciencia-ficción política, impensable en su desarrollo y sus objetivos para cualquier otra de las majors americanas, dado lo radical de algunos de sus planteamientos.

Bajo el irónico subtítulo de Un sueño americano, Miller y Gibbons nos narran la historia de una decadencia, la del imperio americano y la(s) sociedad(es) que lo rodeamos, visto a través de los ojos de una muchachita negra, enloquecida por su estancia en el ghetto y redimida (?) por su pase por el cuerpo de marines ahora bautizado PAX, una posible trasunto de Whoopi Goldberg llamada además Martha Washington, como la esposa del primer presidente norteamericano. Las sucesivas caídas y redenciones de Martha Washington, no obstante, apenas son el contrapunto para la historia de fondo que aquí se cuenta, como si a pesar de su indudable valor y su ruptura con elementos del pasado, Miller y Gibbons no fueran aún capaces de cortar amarras y necesitasen un personaje-gancho para deshilar lo que no es sino una "historia del futuro" donde las peripecias de la protagonista quedan ahogadas por los acontecimientos que dan forma y deforman el mundo que ella conoce y que tanto nos recuerda al nuestro.

Por encima de Martha Washington, de sus encuentros y desencuentros con los villanos de la serie, el repeinado, atractivo y despiadado teniente Moretti, que se asemeja a Errol Flynn o quizá al Ronald Reagan de Camino de Santa Fe, y el exagerado y casi caricaturesco Cirujano General (¿un atavismo todavía de los supervillanos de los tebeos que ambos autores habían venido haciendo?), está el proceso de degradación de un país y un planeta entregado a los políticos corruptos y amorales, a las grandes multinacionales que libran guerras mundiales para seguir produciendo hamburguesas a costa de los bosques tropicales que son el pulmón del mundo. Más interesante como personaje que los personajes de tebeo que, en el fondo, son Martha Washington, el atractivo jefe indio Redfeather o la mutante Raggyann es ese vicesecretario de agricultura que, por azares del destino tras el bombardeo de Washington, ha de verse obligado a cargar sobre sus hombros el liderazgo de la que fuera nación más poderosa del mundo y a convertirse en presidente a su pesar: a la sombra de un dictador instaurado en el poder durante décadas tras la eliminación de la vigésimo segunda enmienda, el presidente Rexall (y qué bien retratan el paso del tiempo sus desfiles presidenciales, rodeado siempre de guardias pretorianos cada vez más tecnificados y acorazados), Howard Johnson Nissen, el hijo de hippies, el liberal perdido en la maraña de complots e intereses, se revela como un personaje idealista y débil, comprometido con tantos elementos al mismo tiempo que asistirá impotente a la voladura de su país en un centenar de pequeñas naciones y reinos de taifas a cual más absurdo, mientras sus aciertos se van convirtiendo en errores y el peso de la responsabilidad es ahogado en whisky por los hombres que en teoría le protegen y en realidad lo vigilan porque les resulta útil... hasta que llegue el momento de dar un golpe de estado (un asesinato que recuerda al de Julio César) en un intento inútil de encarrilar la historia o quizá simplemente la economía propia de unos asesinos que no han dudado en forzar a Nissen hasta convertirlo en asesino a él mismo. La suprema ironía es que Martha Washington, la hija del ghetto, acabará llevando de nuevo al poder al cerebro enlatado del dictador Rexall, devolviendo a su mundo y quizá devolviéndose a sí misma a la casilla de salida de un proceso evolutivo que no puede ser sino degenerativo.

Las ideas de ciencia-ficción salpican todo el tebeo de principio a fin: el ghetto de Chicago donde se hacinan los ciudadanos de un país "libre", la supresión de la seguridad social y el exterminio de los locos y los enfermos por las calles, los cuerpos de paz que acaban por convertirse en marines espaciales y son títeres de intereses que nadie sabe ubicar del todo, la nación india que tiene que pintarse de rojo la tez porque la contaminación ha vuelto sus pieles grises, las chicas Playboy convertidas en supuestas enfermeras clónicas y que en realidad son mortíferas muñecas de combate...

Gibbons realiza aquí uno de sus mejores trabajos, librándose del encorsetamiento y la leve rigidez que había sido característica de su obra hasta ese momento. Interesantes son, asímismo, los intentos de hacer un hipertebeo con la inclusión de portadas de revistas al estilo Time o Newsweek, con cabeceras, artículos periodísticos y el impagable mapa político de la nación dividida en esos nueve países que a primera vista podrían parecer ridículos y que en el fondo bien podrían asomar a la vuelta de la esquina: Florida como anexo de Cuba; la Dictadura Capitalista de la Costa Este en lucha contra los blancos racistas gays del Trust Ario; la Primera Confederación Sexual, dirigida por las feministas y la ex-esposa del propio presidente; o el País de Dios, donde está prohibida la mala música, la mala comida, las malas palabras, la anticoncepción, la pornografía y el adulterio. Por mucho que Miller y Gibbons deformen el espejo, no cabe duda de que en su mundo de locos siguen reflejando este loco mundo nuestro.

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Comentarios

1
De: Bats Fecha: 2009-08-02 02:55

Mientras me cepillaba los dientes algo me decía que debería volver y comentar algo, antes de que se me olvide:

El OtrosMundos de Superman titulado "Kal", guioniza por el Dave y dibujado por nuestro Jose Luis Garcia-Lopez es realmente entrañable y lo recomiendo de puro corazon. :) Magnifico final, historia desinhibida, envuelta en una atmosfera mágica y de leyenda, pero de talante realista en la medida de los posible.



2
De: bill finger Fecha: 2009-08-02 08:16

Miller y Gibbons en el cenit de sus carreras.

"Give Me Liberty" es, junto a las aventuras cinematográficas del Serpiente Plissken, mi distopía favorita.

Palabro que por cierto me informa la RAE que no existe en castellano.



3
De: Bill finger Fecha: 2009-08-02 11:51

Bill, la palabra distopía sí que existe en castellano en tanto que la usamos y la entendemos entre nosotros, aunque seamos cuatro. Otra cosa muy distinta es que no este recogida por la, muy deficiente, RAE.

Por cierto, Give my Liberty es uno de esos tebeos que en mi adolescencia me hicieron amar el medio de la viñeta.



4
De: Fando Fández Fecha: 2009-08-02 11:52

Perdón, en el mensaje de antes me he confundido y he firmado como Bill Finger.
Merezco azotes varios



5
De: RM Fecha: 2009-08-02 12:03

Hay cientos de palabras que no están reconocidas por la RAE, alguna de ellas de uso corrientísimo como "exitoso".

Son palabras de uso, "habla" en el término lingüístico de la cosa, y que suele entender todo el mundo, aunque estén "mal dichas" (por ejemplo, decir "andó" como manda la lógica y no "anduvo").

Distopía, sin embargo, es una palabra que sólo entienden cuatro gatos y, posiblemente, a partir de la lectura de tebeos. En español se suele decir "novela utópica" o "novela anti-utópica", y así se entiende de qué se está hablando.



6
De: bruce Fecha: 2009-08-02 12:27

Pues sí, una vez hablando con mis amigos ví que ninguno de ellos tenía idea de lo que significaba 'distopía' ni lo había oído nunca.



7
De: Cradle_of_Freak Fecha: 2009-08-02 14:21

Me pareció un tebeo excelente, especialmente con su retrato de una época (el feudo republicano de Reagan y Bush padre y el nacimiento del neoliberalismo actual) totalmente desquiciada y fuera de sí. Pero el final me pareció un tanto insatisfactorio. Esa vuelta al punto de salida me pareció frustrante.



8
De: bill finger Fecha: 2009-08-02 15:01

Lo de la RAE era sólo una curiosidad.

Daba por hecho que sí que estaba en el diccionario y pensaba que era tan común como en inglés (dystopia).

Ah, y yo también opino que las aventuras posteriores de la Washington no están ni de lejos a la altura de la mini original.

Sobre los nicks... un poquito de por favor, que a veces posteo desde casa y otras desde ordenadores distintos del curro y no quiero líos ni malos entendidos al no ser siempre la misma ip.

Thanks.



9
De: Bats Fecha: 2009-08-02 17:40

Al menos, RM, hubiese sido un poco respetuoso que hubieras tenido a bien contestar tu. No es de recibo, máxime tal y como me he comportado.



10
De: RM Fecha: 2009-08-02 17:42

Precisamente por eso te borro. Aburres. Abures.

Don´t come back.



11
De: Dicker Fecha: 2009-08-02 22:37

Give me Liberty marca la frontera en la que mi mito, mi ídolo, el gran único e incomparable Frank Miller, comienza a caérseme.

Creo recordar que Give Me Liberty se publicó a la par que Hard Boiled, trabajó en el que Darrow, para mi gustó, se merendó a Miller.

Luego vendría el primer SinCity, que por motivos personales me gustó bastante (creo que lo leí en Cimoc), pero a partir de ahí...no es no me guste, pero está a años luz de "Mi Miller", especialmente del Miller de Daredevil.