2009-07-23

2002. RONIN


Entre lo mucho de sobresaliente que un autor como Frank Miller tiene que ofrecer se cuenta sin duda la cualidad de ser un adelantado de su sitio. Antes que nadie en Estados Unidos volviera los ojos hacia oriente y occidente, Miller ya estaba familizarizado con el manga o conocía, siquiera de oídas, el nombre de Corto Maltés. Así, no es extraño que cuando rompió por primera vez los lazos con los superhéroes de creación ajena para dedicarse a personajes de factura propia, asomaran en su obra todas esas influencias que ya había conocido como simple lector o estudioso de la historieta.

La primera obra de Miller como autor completo es este Ronin que ahora nos ocupa, una primera obra maestra que, curiosamente, comparada con todo lo mucho y bueno que Miller produciría a continuación casi puede considerarse un trabajo fallido, en ocasiones confuso, el borrador de futuras historietas magistrales que tiene aquí, tanto en formato físico (seis tebeos bimestrales en papel satinado y abundancia de páginas dobles y hasta triples) como temático muchos avisos de lo que Miller sería luego: la complacencia por los ghettos y sus habitantes cuasi-monstruosos, incluidos elementos puramente nazoides y/o de sexualidades equívocas; la sangre como elemento cromático a la vez que purificador; el héroe a caballo contra la tecnología, ecléctico y parco en palabras; mutilaciones y explosiones que se adelantan al cine de nuestros días y refuerzan las muchas escenas de espectacular y cruda violencia física; un matiz político difícil de situar como revolucionario o simplemente fascistoide; corporaciones en la sombra y mujeres guerrero armadas con sables exóticos y hasta furiosos contrastes en blanco y negro, como si el tebeo estuviera dibujado sobre un negativo fotográfico. Son los elementos que luego aparecerían en su Dark Knight, su Elektra Asesina, su Sin City y hasta su 300, y que ya se ensayaban en esta historia de venganzas seculares o ensoñaciones freudianas.

Porque eso es Ronin, la historia doble de un joven aprendiz de samurai contra el demonio Agat encerrado en una espada, y a la vez la lucha contra una nueva forma de vida informática, el superordenador sentiente Virgo, que aprovecha los latentes poderes psíquicos del talidomílico Billy Challas para conformar una mezcla de realidades donde un nuevo estado de evolución se difumina con la ¿imaginada? saga de samurais sin honor y códigos de sangre. El deseo de experimentación formal es en ocasiones más fuerte que la claridad expositiva de la historia, donde varios estilos de dibujo se alternan y anulan, imponiendo una estética feísta (la del mundo moderno y ese cáncer que lo roe en forma de ordenador que se va a apoderando de las raíces del subsuelo) que contrasta en ocasiones con ese mundo viril, casi de cuento de hadas oriental, que es el Japón medieval que Billy imagina y donde ya no es un frustrado elemento en una máquina inhumana, sino un bello émulo de Bruce Lee capaz de galopar por llanuras de magia.

La locura de Miller, como la de sus personajes, fue contagiosa, y Ronin fue el primero de muchos proyectos personales que tendrían fugaz cabida en el mundo del tebeo americano durante los años ochenta, antes de que las experimentaciones adultas (y aquí se nota en los desnudos, el adulterio, la crueldad de las batallas, hasta en el abuso sexual insinuado hacia la persona del Billy niño y los malos tratos de su madre) dieran marcha atrás y se pretendiese que no había pasado nada. Pasó mucho. Por encima de unos logros que en 1982 parecían inauditos y que hoy se ven, en muchos casos, como superados por la evolución del medio, hay que destacar la valentía, los deseos de experimentación, la mezcla de influencias capaz de engendrar estilos nuevos. Como la ensoñación (¿o es la realidad?) de Billy Chalas, como el sueño contagioso del ronin que aprisiona a Casey, hasta el punto de darle muerte para enmendar la realidad, aunque reciba la sorpresa final, el regalo último de ver a su amado/héroe surgir una vez más de las neblinas de la muerte.

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Comentarios

1
De: Randy "Macho Man" Savage Fecha: 2009-07-23 18:21

Y no solamente mete influencias de otros estilos de historieta, porque Billy Chalas siempre me ha recuerdado tela a Hoppy Harrington de la novela Dr. Bloodmoney del gran P.K. Dick en lo que es el aspecto físico y de poderes paranormales.



2
De: Paco Cerrejón Fecha: 2009-07-23 18:23

Olé!!!



3
De: Apático Fecha: 2009-07-23 22:13

Mezcla violenta e insólita de Akira, el Incal, Lone Wolf and Cub y Dashiell Hammett. Y lejos de ser una mezcla absurda, por encima resulta ser el medio de expresión perfecto para un estilo personalísimo de narrar que hizo de Miller uno de los más grandes.

¿Qué le ha pasado a Miller desde Ronin hasta su peli de The Spirit o un DK2?¿Agotamiento creativo?¿Cachondeo puro de alguien que ya se siente por encima del bien y del mal? Para mí es un misterio.



4
De: R2-D2 Fecha: 2009-07-23 22:29

No ensucíeis Ronin comparándolo con esa (censurado) llamada El Incal, por favor.



5
De: Dicker Fecha: 2009-07-23 22:44

Tachi.

Una de las frases míticas que todo buen friki debe saber.


Es un pájaro, es un avión...
Todo poder conlleva una gran responsabilidad.
Dame una roja.
Dales duro flacucha.
Perro con cabeza partida.
No estoy encerrado con vosotros, vosotros lo estais conmigo.
....

Así hasta la última digna de tal:

¿Acaso crees que esta A significa Francia?



6
De: RM Fecha: 2009-07-23 23:01

Te faltan:

¡Voto a bríos!
¡Santiago y cierra España!
¡Toma jarabe de palo!
¡Encendidooooo!
¡Llegó la hora... de los mamporros!

Y, sobre todo, la frase del Halcón:

¡Y un jamón con chorreras!



7
De: Benito Fecha: 2009-07-24 13:59

Yo añado:

"¡Ostras, Pedrín!"



8
De: Mirbos Fecha: 2009-07-24 17:13

Ala, a desprestigiar al Incal, ni mas ni menos...

Ronin me parece una historia interesante y creativa, pero lo veo mas formal que otra cosa, un experimento.



9
De: Mt Fecha: 2009-07-24 17:20

"¡Noooo, al manicomio otra vez, nooo!"



10
De: Mt Fecha: 2009-07-24 17:21

Y el Incal es malo pooorqueeeee...



11
De: Dicker Fecha: 2009-07-24 23:56

A mi El INcal me gusta, será de las pocas cosas de JOdo que me gustan con el Lama Blanco.



12
De: RM Fecha: 2009-07-25 00:16

Los metabarones es cojonudo. Y Bouncer. Y El Lama Blanco, sí.



13
De: Anónimo Fecha: 2009-07-25 10:22

"...¡Llegó la hora... de los mamporros! ..."

¿La traducción "clásica" no era: ¡Es la hora de las tortas!...?



14
De: Mt Fecha: 2009-07-25 17:08

Yo también defiendo las dos primeras entregas de Alef-Thau. Era un planteamiento pánico del género de Fantasía heroica magnífico (ese héroe que debía intercambiar partes de su cuerpo en busca de la mujer amada, que era el único ser real de su mundo y la únicacapaz de otorgarle el ser, pero también su máxima enemiga). Luego se le subió a la cabeza y con el recurso cobarde de la metaficción (no, tampoco me gusta Animal Man) renunció a desarrollar al máximolas posibilidades de su planteamiento.



15
De: Francisco Fecha: 2009-07-28 00:24

Y a mi que Ronin no me gustó cuando lo leí... Algún día le daré otra oportunidad, pero de verdad, cuantísimo me aburrí leyéndolo. Me pillaría joven o algo, ustedes disculpen.

PD: RM, en el tema de las frases, yo añadiría, al lado del jarabe de palo "Me llaman el Cascanueces" (con notas musicales al lado, claro, que no es una frase sino una tonadilla).



16
De: Mikar Fecha: 2009-08-05 00:52

A mi me encantó Ronin. Leí el tebeo hace muchos años y me gustó mucho.
Ronin dormía en el fondo de mi mente cuando vi una película que de inmediato me lo volvió a recordar.
La película era "Matrix". ¿Nadie ha visto similitudes, salvando las distancias, entre la película y el tebeo?