Los héroes del cómic eran rubios y agraciados, verdaderos dioses de lo contemporáneo, bien desfacieran entuertos en el remoto espacio, en las junglas perdidas o en las calles oscuras de cualquier ciudad sin alma. La explosión de exotismo desbordado de los años treinta y su inevitable desembocar en los héroes disfrazados (eso que luego hemos dado en llamar los "superhéroes") se alió al patriotismo a ultranza necesario durante la Segunda Guerra Mundial, haciendo de rebote que el medio del cómic se alejara más que nunca de cualquier deseo de ser fiel a la vida.

Tras la guerra, el afán de realismo se impuso. Y uno de los personajes más importantes e influyentes de ese regreso a casa es el detective Rip Kirby. Para tratarse de un héroe de historietas, Kirby iniciaba sus andanzas con una característica muy peculiar, algo casi inaudito en su momento: alto, bien parecido y elegante, Remington "Rip" Kirby usaba gruesas gafas de montura, lo cual le daba un aspecto a la vez débil e intelectual. Cierto que ya al menos Clark Kent (desde las ligas menores de los comic-books) había ofrecido esa visión reducida de Cary Grant en los tebeos de Superman, pero mientras que Clark Kent es un disfraz del todopoderoso extraterrestre venido de Kripton, la miopía de Rip Kirby es verdadera, y los ambientes en los que desarrolla su peculiar trabajo intentan en todo momento ser reflejo de una realidad, idealizada o soñada tal vez, pero no fantástica en todo caso.

Ex-marine, bon vivant, seductor y algo maduro, Kirby supone el reverso sofisticado y tranquilo de los otros grandes personajes detectivescos de la historieta del momento: Dick Tracy, Red Barry o el propio Agente Secreto X-9 con quien comparte creador. Mientras que en unos y otros las historias se resuelven por la tremenda, con profusión de persecuciones, disparos, ametrallamientos y despeñamientos (y la saña con la que Dick Tracy acorrala a sus pintorescos hampones es proverbial), Kirby hace gala de unas dotes deductivas que hasta entonces no se habían visto en los tebeos, y a pesar de los peligros en los que pueda verse involucrado, nunca pierde la sangre fría característica.

Científico aficionado, heredero de Sherlock Holmes trasvasado a una América de dinero antiguo y falsa calma social, Kirby también tendría su particular Watson, uno de los personajes secundarios más entrañables que ha dado la historieta, el mayordomo Desmond, siempre con un comentario a punto y las zapatillas secas, pero con un escabroso pasado como ladrón de guante blanco y carterista que introducirá en la serie un divertido abanico de personajes pintorescos con quienes detective y mayordomo contactarán cuando se tercie.

Rip Kirby nunca perdió de vista que era un tebeo adulto, y los guiones del siempre ignorado Fred Dickenson lo encuadran desde el principio en ambientes donde lo glamouroso del entorno no oculta el reverso oscuro de la sociedad donde se basan: desde asesinatos de travestidos en la primera historia a jovencitos universitarios con problemas de drogas o ex-prostitutas estilo Marlene Dietrich (Madelon, ex Pagan Lee), junto con tahúres sin escrúpulos de escasa moral (Dedos Moray) o psicópatas deformes (Mangler el triturador). Kirby pasa por estos personajes, a quienes encuentra y desencuentra muchas veces a lo largo de sus aventuras, con cierto distanciamiento dandy, despeinándose lo justo y perdiendo las gafas lo estrictamente necesario, pero dispuesto siempre a mostrar sus músculos de recio ex-combatiente y su puntería de tirador de élite. Ya salve a huerfanitas, viudas descarriadas o modelos entrometidas, Kirby parece en todo momento un héroe cotidiano y al mismo tiempo inalcanzable, el invididuo anónimo parapetado tras su físico de profesor universitario.

A destacar, naturalmente, la labor gráfica de Alex Raymond, que sumerge a los ambientes de impresionantes contrastes, de lo luminoso a las manchas de sombra ya experimentadas por Milton Caniff, y donde se capta un gusto exquisito por el gesto y la expresión corporal, por el detalle cuasi-fotográfico influido por Stan Drake. A la muerte de Raymond en 1956, las historias de Rip Kirby serían continuadas con enorme fortuna por John Prentice, que hace suyo inmediatamente el estilo del maestro hasta el punto de que resulta difícil para un profano diferenciarlos.

Los ambientes urbanos que hoy consideraríamos casi decadentes, las mujeres fatales y las bellezas desvalidas o distantes, los maleantes y asesinos que pululan por los oropeles de una sociedad que quizá no existió nunca tienen en las aventuras de este personaje (que nunca apareció en páginas dominicales en los periódicos, sólo en tiras diarias) un punto de inflexión importante.

Rip Kirby, que es miembro honorario del Departamento de Policía de Nueva York, continuó su andadura hasta 1999, cuando anunció que se retiraba de la labor detectivesca para dedicarse a la enseñanza. Con él, desapareció un estilo propio de historieta que aunaba a la perfección lo policiaco y lo romántico, los ambientes de lujo que luego explotaría James Bond y las investigaciones que desarrollarían otros personajes como Kerry Drake.

Fue el personaje que podría haber bordado Gregory Peck (en tanto que su físico es igualito al que ofrece en Matar a un ruiseñor), y que hoy día podría encarnar como nadie ese actor de estatura raymondaiana que es Liam Neeson. Sin embargo, Rip Kirby, inexplicablemente, nunca fue trasvasado a la televisión ni al cine. Tan sólo cierto detective-pícaro reciente retomaría su nombre y su lejana conexión con Cary Grant para ofrecernos, en Remington Steele, una divertida dosis de esos elementos que los tebeos venían ofreciendo: chicas hermosas, persecuciones en coche, martinis y revólveres, y sobre todo discreción, mucha discreción.

Hay que ser sublime sin interrupción, que decía Baudelaire. Rip Kirby, además, fue sofisticado, duro y elegante.

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Comentarios

1
De: CarlosP. Fecha: 2009-06-04 10:02

A ver si rescato aquellas hilarantes diferencias establecidas por Josep Maria Bea entre Rip Kirby y Roberto Alcazar.



2
De: RM Fecha: 2009-06-04 10:07

Que viene a ser lo mismo que las diferencias entre los tebeos y el cine españoles y los tebeos y el cine americano, en el fondo...

Hoy leo Popeye y Popeye se aguanta.

Leo "la escuela bruguera del comic de humor" y no, no se aguanta, no se entiende, sólo es un ejercicio de nostalgia, un pudo ser y no logró ser, una continua carencia, un talento que no se pudo desarrollar como merecía.

O sea, España misma.



3
De: Andoni Fecha: 2009-06-04 10:26

Recomiendo el imprescindible libro sobre Alex Raymond, "Alex Raymond: His Life and Art" de Tom Roberts.
Tengo muchas ganas de ver qué tal es la edición de IDW, pero tiene una pinta muy buena. No hay más que ver sus "Scorchy Smith", "Terry and the Pirates", "Dick Tracy" o "Little Orphan Annie".
Por cierto, el "Rip Kirby" de John Prentice también está muy bien, seguramente debido al trabajo como guionista de Fred Dickenson.



4
De: INX Fecha: 2009-06-04 10:28

Y sexy, Rafa, también era sexy...me encanta Rip Kirby, ¿recuerdas la colección que te llevé a clase para que la vieras? Aún la conservo, con suerte, para mi hija...a ver si consigo interesarla...
Además, creo recordar que me dijiste q adorabas a Honey...jejeje



5
De: EMPi Fecha: 2009-06-04 12:30

Un lujo, un gran cómic. Inspirsdísimo el comentario 2 señor Marín. De síntesis "machadiana". Fantástico.



6
De: RM Fecha: 2009-06-04 12:42

El libro sobre Raymond está muy bien, sin llegar al libro de Kane sobre Foster, ni al Meanwhile sobre Caniff.

A ver si en un par de días hago un texto sobre Raymond, que me lo debo...



7
De: Tonino Fecha: 2009-06-04 12:51

PdA cuando saco los 12 tomos de Rip Kirby (muy bien editados) dejó entrever que cabía la posibilidad de continuar con el material de John Prentice, pero ya han pasado más de tres años...¿ sabe alguién algo...?



8
De: Rafael Garcia Fecha: 2009-06-04 13:28

Me cuesta trabajo imaginar a Liam Neeson, con esa nariz torcida de boxeador y ese perfil aguileño en la piel de Rip Kirby.
Lo cierto es que al día de hoy no se me ocurren ningún actor que pudiera encarnarlo en una probable versión cinematográfica.
Brosnan o Clooney estan ya cincuentones, demasiado maduros. Quizás ese es el problema, que haría falta un actor representante de una galanura desfasada en estos tiempos de Vin Diesel y Cia.
Por el parecido físico a Gregory Peck, quizás Brandon Routh, pero dejando aparte sus cuestionado talento como actor, necesitaria unos 10 años más de edad.



9
De: RM Fecha: 2009-06-04 15:30

Rip tiene la nariz rota: se le nota cuando se quita las gafas.

Liam Neeson es un personaje raymondiano.



10
De: RM Fecha: 2009-06-04 15:31



11
De: RM Fecha: 2009-06-04 15:33



12
De: RIP Y DESMOND? Fecha: 2009-06-04 15:34



13
De: Antoine Fecha: 2009-06-04 16:40

Yo sí lo veo, pero está ya un poco mayor para Rip Kirby.



14
De: RM Fecha: 2009-06-04 17:44

Eso sí. Hace quince años, cuando Schindler, habría sido ideal.



15
De: Antoine Fecha: 2009-06-04 17:55

Puestos a fantasear con películas que nunca fueron y actores que no interpretaron, hace 20 años Harvey Keitel hubiera sido el Lobezno perfecto.



16
De: RM Fecha: 2009-06-04 17:58

... y Robin Williams (ver brazotes peludos en El rey pescador)



17
De: Anónimo Fecha: 2009-06-04 18:05

Yo no había leído nada de R.Kirby hasta la edición de Planeta que con la excepción de esas horribles portadas me parece una edición buena.
Sus historias en los 3 primeros volúmenes son gloriosos (ese negro sobre blanco); luego decae un poco, pero al final del quinto y sobretodo sexto volumen (hablo de memoria), Raymond vuelve a despuntar pero diferente. El trazo es diferente, más espontaneo quizás, buscando algo nuevo. Además los guiones de algunas capítulos también acompañan, como en el carso de "la muerte de pagan lee".
Solo quisiera saber si la edición posterior de Prentice es buena o solo justita.

salvador



18
De: RM Fecha: 2009-06-04 18:26



19
De: CarlosP. Fecha: 2009-06-04 18:32

coño! que susto!



20
De: Francisco Fecha: 2009-06-04 20:06

Jejeje, qué cabrones. Haceis un poco de sangre con el detective patrio, ¿eh?

Yo Rip Kirby lo descubrí de chico, chico (chico yo, no él) en unas ediciones apaisadas de no sé qué editorial. Cuando Planeta lo publicó lo compré, pensando que me aburriría en el primero... y deseando estoy que siguieran la publicación. Es verdad que son obras que resisten muy, muy bien el paso del tiempo.



21
De: Andoni P. Fecha: 2009-06-04 21:56

"El libro sobre Raymond está muy bien, sin llegar al libro de Kane sobre Foster, ni al Meanwhile sobre Caniff. "

...ni al "Foster y Val"



22
De: Andoni Fecha: 2009-06-04 22:09

Ya sabéis que la edición de "Foster y Val" por parte de Dolmen tiene un error gordísimo de maquetación.
Tengo el libro de Roberts (Alex Raymond), de Kane (Hal Foster), pero desconocía el de Meanwhile (Caniff).
El trabajo de John Prentice en la serie es muy bueno, no como John Cullen Murphy en "Prince Valiant". Es una pena que la edición de Planeta se quedara en el volumen 12.



23
De: portugues Fecha: 2009-06-04 22:11

> ...ni al "Foster y Val"

Es verdad, no llega. No tiene errores similares a la edición de Dolmen. Si esta editorial tuviera un poco de respeto hacia Don Manuel Caldas ya hubiera hecho algo.



24
De: Andoni Fecha: 2009-06-04 22:18

Yo les mandé un e-mail a Dolmen detallándoles los errores de la edición, pero no me contestaron. Y, por supuesto, no sacaron una 2ª edición corregida. Lástima. Pese a todo, el trabajo de Caldas es espléndido, eso no hay quien lo amargue. Me quedé con ganas de comprar la edición portuguesa.



25
De: RM Fecha: 2009-06-04 22:35

Andoni, aquí tienes la reseña sobre Meanwhile:

http://www.crisei.blogalia.com/historias/53302



26
De: Juan Fecha: 2009-06-05 00:27

Según Mishima la elegancia es un kimono de seda que cae al suelo resbalando por el borde de una mesa lacada. Seguro que no leyó Rip Kirby.



27
De: Andoni Placido Fecha: 2009-06-05 00:40

Y en la edición española de Foster y Val FALTAN LOS DOS PRIMEROS PÁRRAFOS DEL PRIMER CAPÍTULO. Nos quedamos sin saber cuando nació Foster.