Perdonen que yo no me lo crea. Pero es que no me lo creo. De verdad que no. Palabrita. Lo del esfuerzo privado como mérito de todos. Quiá. Que no. Los señores y señoras, señoritos y señoritas que allá en la China, porque ahora están en la China, están levantando medallas a nuestro abrigo, lo hacen porque de ellos es su mérito. No nuestro. Que de verdad que no. Que ya está bien, hombre. Que en seguida salta un tonto diciendo que el mérito es de su pueblo o de su barrio, cuando ni en el pueblo ni en el barrio, ni en la comunidad autonómica ni en el puñetero país antes le habían visto el pelo al deportista laureado.
Que sí, que representan a un país. Pero que lo ganan ellos. Por sus propios méritos. Por su propio valor. Por sus propios baremos.
Y no lo ganamos nosotros. No los gana su barrio, ni su pueblo. Su barrio y su pueblo se podrán enorgullecer, si acaso, pero no apropiarse de su esfuerzo, ni de su mérito.
Comentarios (21)
Categorías: Reflexiones