Cuatro no quiere perder comba, o lo mismo la semana que viene ya está metida en harina con el coñazo del fútbol, y pasará esta noche los dos últimos capítulos de la (accidentada) temporada de House, ese médico hijo de puta a quien no podríamos ver ninguno si nos lo tomáramos en serio y si no fuera porque Hugh Laurie nos engaña haciendo como que se lo toma en serio. Fox emitirá la segunda mitad del capítulo (la primera mitad ya lo hizo la semana pasada), y si no tienen ustedes otra cosa mejor que hacer, yo le daría un tiento, porque el capítulo es de antología.
La temporada, si la han seguido ustedes, ha estado bien, bastante por encima de la media. House tiene un problema grave, y es la predictibilidad, la fórmula. Nos importa un carajo saber qué tiene el paciente de turno (no vamos a entender qué es, de todas formas) y lo malo es que siempre o casi siempre los pasos a seguir en el tratamiento son iguales, punciones lumbares, lupus, comas e infartos incluídos. Sólo cuando la serie experimenta con su formato y con sus personajes y se escaquea de la plantilla le salen episodios antológicos: uno o dos por temporada. Como el de esta noche.
La temporada, al alejar a los serviles compinches del imbécil cojo y sustuirlos por un puñado de patitos con ganas de ser califas en lugar del califa, ha ganado en movilidad. House, además, se ha contenido un mucho con sus calmantes y prácticamente, aunque sigue siendo un imbécil, no lo hemos visto meterse el pastilleo en la boca.
Menos en este episodio, claro, donde tiran el resto y juegan a mostrar a un House accidentado con un problema de pérdida de memoria inmediata que se chuta, recurre a la hipnosis, a la privación sensorial y a todo lo que se le ocurre por recuperar ese trocito de consciencia que le dice que tiene que salvar a un paciente y no recuerda a quién ni de qué.
Hay momentos surrealistas que bordean lo misterioso y dan algo de repelús (la presencia de la mujer del colgante, bella alegoría de la muerte), un strip-tease muy sensual que nos deja con ganas de más, y me temo que alguna sorpresa dolorosa para alguno de los personajes.
Yo de ustedes no me perdía este episodio doble.
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