2008-01-27

1438. EL ESTRIBILLO

Venga, vámono que nos vamo. La cosa estaba hecha. Su tipo fasilito y maqueón, cómodo pa las señoras y abrigaíto y fresco a la vez, por si llovía (que llovería), y que se podía desabrochá si molestaban las calores, un problema que no se iba a podé quitá de ensima la Angelita, la pobre, que la edá es la edá. Y con bolsillos de to tipo, pa meter las medias limetas y hasta los bocadillos en papel arbá, pa cuando entrara la sed y el hambre.

Todavía nadie había abierto la boca pa decir triloliro liro lí, pero el Juancarlo ya estaba en racha y llevaba más páginas que el Quijote. Aaro, eso de ser presidente vitalisio de la peña El Wiki es lo que tenía, que lo inspiraba tela. Si en vez de ser un jubileta a la fuerza que tenía dotes poéticas el Juancarlo hubiera sido un jubileta aburrío de esos que hasen lo torre Infié con palillo de diente, se hablaría en Cadi ya de la Torre Tavira, el Pirulí de la telefónica y la torre Infié gigante de Cadi con palillo de diente. Qué fiera era el nota.

Y así, a poquito a poco, como una catedrá de palabras, se fue confesionando el repertorio. Y es que Cadi y España dan una jartá de tema, y no costaba ni trabajo ni ná hasé una selección de las tonterías que habían pasao en el mundo en el año y sacarles punta y escribir un cuplé. O sea, que el Juancarlo no pasó por alto ni el por qué no te calla, cohone ya, ni el pique de Fernando Alonso y el Jamirton, que parecían dos comparsitas cabreaos el uno con el otro, ni la separtasión de la infanta y el de la cara de Gasparito, ni los matrimonios de mariquitas (dedicado este a la Maleni del cuarto, que se había tomao de dicho en el Paypay esa semana), ni las barbacoas del trofeo entresemana, ni er cachondeíto con los móviles, ni el edificio de la Aduana, que por lo visto era una maravilla aunque nadie mirara nunca pallá como no fuera pa mirá el reloj de RENFE, que estaba siempre parao (como que estamo en Cadi, picha, le dijo el Torre, que ya no se pudo callar más). Y la plasa grande que ahora paresía un zoco persa, y la guasa a costa de la Teo, que a ver si cambiaba alguna ve de luk. O sea, lo típico.


Eso sí, le tuvieron que da un toque cuando se puso a largá de Delphi y de Baldasano, con lo fási que tenía la rima, que el Juancarlo se embalaba y ya no era poeta ni ná. Pero es que tampoco era plan que acabaran el carnavá en el cuartelillo, que el martes había trabajo, con to sus castas.

El Bizco Durán, que también había contribuío con unas cuantas letras, dijo que vale, pero que allí faltaba salero. Que mu bien los temas, y hasta los chistes, pero que había que insistí más en la rima: cuartetas que terminaran en cebolla, Logroño, Calcuta y Figo. Que eso era, a fin de cuentas lo que hasía grasia a la gente, sobre todo a la gente de fuera que era la que tenía la pasiensia de ponerse a escuchar en la calle a tanto matao, dejar que les metieran algún rabo y reírse como si a nadie se le hubiera ocurrío antes una rima entre cajones y sabañones. Hicieron la prueba con la Angelita y era verdá: lo mismo no pillaba la sutilesa de la comparación entre el coco de Fernando Alonso y un chupachú, pero se partía la caja cuando hacían el símil del japoné nuevo de Cadi de Pablo Grosso y el suchi que tenía la vecina en el matogrosso.

Na más que les faltaba el estribillo. En consonancia con el tipo, y que se pudiera coreá. Fasilito-fasilito:


Soy detestive privado
A mí lo que me gusta es privá.
Si hubo asquí un asesinato
Lo vamo a investigá.
Tú te encarga del fiambre… (¡jiu!)
Y yo me ocupo del mueble bar.




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Comentarios

1
De: AMS Fecha: 2008-01-28 19:10

No está nada mal el estibillo. A ver que música le ponemos :)