Vengo entrando por la puerta tras dos días de Hispacón en Sevilla. Los actos seguían esta mañana, pero el tren no espera.
Ya habrá tiempo, en otros sitios, de analizar el estado actual del mundillo de la ciencia ficción y fantasía y terror en este país de nuestras hipotecas, pero ya puestos quisiera anunciarles, aunque ya se me ha adelantado David Mateo en los comentarios, que vuelvo cargado con dos Ignotus, o sea, dos monolitos. O en román paladino, dos piedros.
El primero, que no me lo esperaba, al mejor relato por "Son de piedra", que publicó Artifex y que está colgado aquí mismo.
El segundo, que tampoco me esperaba del todo, a la mejor novela por "Juglar".
Les confieso que, entre la sorpresa de uno y la sorpresa del otro, me hace mucha ilusión el segundo, pues aunque ya había ganado el famoso piedro en otras ocasiones (dos por mejor relato, uno por novela corta, otro por mejor tebeo y otro por mejor libro de ensayo; creo, que tampoco llevo yo muy clara la cuenta), la verdad es que no tenía el Ignotus a la mejor novela. Y aunque todos los piedros son indistinguibles, de verdad que agradezco de corazón a los amigos que me han votado.
También, felicitar a todos los demás ganadores de otros piedros. Espero que la vuelta a casa con semejante trofeo les resulte lo más cómoda posible. ¡Porque, cónchiles, no vean ustedes cómo pensan!
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Categorías: Ciencia ficcion y fantasia