La luna vino a la fragua
con su polisón de nardo,
el niño la mira, mira,
el niño la mira, mira,
el niño la está mirando.
Niño, mira qué te traigo:
un martillito de plata.
Luna, no quiero martillo,
Luna, no quiero martillo,
dále un duende a mi garganta.
Y la luna se lo dio, ¡bendita sea!
y el chiquillo se durmió, ea la ea.
Duendes,
pa tu garganta los duendes,
duendes,
pal corazón del gitano
yunque, clavos y alcayatas.
Muerte,
¿qué vienes buscando, Muerte?
Deja tranquilo al hermano,
déjalo, no seas ingrata.
Hoy la fragua huele a muerte
y a tu tumba otra vez vengo;
ya sé que no puedo verte,
vengo a partirme la camisita que tengo.
Pasodoble de la comparsa de 1993 "El bache", con autoría de Paco Rosado, Luis Ripoll y compañía, dedicado al mítico cantaor, fallecido el año anterior.
Mítico cantaor que, por cierto, salió allá por los años sesenta, cuando tan solo era un chiquillo, en una agrupación infantil de su localidad, San Fernando, llamada "Currillo y sus churumbeles". Conste en acta.
Un saludo.
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