2007-04-03

1056. BOMBEROS


En otros países donde nos miramos son los héroes del momento: los niños juegan a querer ser policías o bomberos desde mucho antes del 11 de septiembre aciago que los puso en candelero en nuestras pantallas. Ya los grupos de música pop de los años setenta los convirtieron en iconos incluso sexuales a ritmo de golpe de cadera sincronizada. Se les ve en películas, contemplamos desde nuestras butacas su esfuerzo de titanes en edificios imposibles y, a pesar de que los interpreten actores de renombre, pongamos Steve McQueen, pongamos John Travolta, pongamos Dennis Quaid, sabemos que representan, glorificados con un glamour que lo mismo no existe, una profesión dura que en nuestra sociedad inmediata parece ignorar, como si estos hombres y su trabajo no existieran.

Viene esto a cuenta porque no sé cuántas veces cruzan la avenida cada día haciendo sonar esas sirenas que te rayan un escalofrío en el alma. Confieso que nunca soy capaz de distinguir cuándo se trata de una ambulancia, de los coches de la policía o de un camión de bomberos: o las tres sirenas son muy parecidas o mi capacidad auditiva no da para más, que también puede ser. Corren fugaces a nuestro lado, adelantándonos cuando les dejamos paso, y uno siempre se queda con la duda de hacia dónde corren, qué urgencia los reclama, si van a jugarse la vida en los próximos minutos y cuándo volverán con la misión cumplida. Si vemos que pasan dos, tres camiones de bomberos, igual que cuando salen flechadas varias ambulancias hacia la salida de Cádiz, entonces el comentario es común: “Eso es algo gordo”, y hay que esperar muchas veces al día siguiente para leerlo en estas páginas, si en verdad fue algo importante, o nos quedamos con la duda para siempre si no lo es, que siempre es mejor que no lo sea.

Hubo un incendio el otro día en el Bajo de la Cabezuela, y de eso nos hemos enterado. A las dos y pico de la tarde de ese mismo día, dos camiones me adelantaron en la avenida, justo cuando estaba llegando a casa. Lo primero que a uno le llena de estupor, y hasta de coraje, es que seamos tan poco solidarios con nosotros mismos: siempre hay un listo que se salta el semáforo aprovechando que los demás coches se paran, o que acelera en vez de echarse al otro lado, o se detiene, como el otro día (y era una ambulancia que quizá se vengaba de cuando no le dejan el paso a ella) justo donde el camión de bomberos pretendía, porque lo necesitaba, cruzarse en la avenida. En cuestión de segundos se montó un escenario digno de una película: la policía acudió al quite, se llenó la calle de silbatos y de coches que se desviaban, las sirenas se contagiaron y se multiplicaron y la gente empezó a asomarse a los balcones, a correr hacia las esquinas, con esa curiosidad algo morbosa que nos atrae como polillas cada vez que se ventea la desgracia.

Duró poco, ni diez minutos. Tal como vino, el tumulto se fue. En el momento en que se reemprendió el tráfico y los policías dejaron de hacer sonar los silbatos, pareció que allí no había pasado nada. Tal como vinieron, y quizá ni siquiera por el mismo camino por donde vinieron, los camiones de bomberos desaparecieron. Ni siquiera olía a humo en la zona, por lo que nos quedamos sin saber, los curiosos y los morbosos, qué había pasado. Ni el kiosquero, que está al quite de todo, pudo explicar nada. No lo he visto luego en la prensa. Un incidente raudo, lo mismo una insignificancia, el gaje del oficio de un oficio que parece que no exista.

La pregunta que me hago, asomado a la ventana donde no veo nada más que el correr de los coches, es cuántas veces salen cada día estos camiones al quite, cuál es la rutina y el peligro de esos hombres. Estamos en sus manos y ni siquiera sabemos muchas veces de qué color es su uniforme.

En otros lugares del mundo, ya les digo, son héroes.


(Publicado en La Voz de Cádiz el 2-04-07)

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Comentarios

1
De: pablo marin Fecha: 2007-04-03 11:24

hace cosa de una año, estaba yo en plaza castilla y de repente se lleno todo de bomberos, de policia..cortaron la calle, cortaron laplaza y a mi me desviaron para otro sitio.

pense que sería una bombe en las torres kio o en el metro...pero no se por que no hubo ninguna noticia, nada en internet, nada en tv ni nada en laprensa al dia siguiente.

las caras de los que desviaban ni de coña eran de simulacro sin embargo..nada de nada...



2
De: Jesús Cuadrado Fecha: 2007-04-03 11:53

Al respecto...

... parece notable la revisión del concpeto "héroe" para los bomberos usacos tras el derrribo de las Torres.

En lo de "Rescue me", digo.
--



3
De: RPB Fecha: 2007-04-04 11:05

Y además, mal pagados. País...



4
De: yanira Fecha: 2007-04-08 03:47

me encantan los bomberos encuentro que su labor tiene y debe ser pagados,
ellos salbaron a mi papi y por eso yo toda mi familia aqui presente se lo agradesemos de alma y corazon.
ante mano muchas grasias.



5
De: Alfred Fecha: 2007-04-29 21:52

Bueno, esto sí que no lo va a leer ya ni Cristo, me temo, pero dicho quede; este mismo año 2007 hemos tenido en el Concurso del Gran Teatro Falla hasta dos agrupaciones que se presentaron con el tipo de bombero, el coro de San Fernando "Brigada 69" y la chirigota gaditana "¿Quién tiene fuego?". Esta última, por cierto, cantó un bonito pasodoble, en homenaje a los hombres de los que usted nos habla en su entrada, Don Rafael, y que decía así:

Recuerdo aquel día, de chiquillo, cuando nos dijo el profesor
que pusiéramos en un folio lo que queríamos ser de mayor,
y yo, con letras temblorosas, puse nervioso que quería ser bombero.
Y con los años aquel sueño de niño se ha convertido en verdadero.
Siempre prestos a ayudar
e incluso a arriesgar
nuestra propia vida,
el bombero jamás
se ha echado pa atrás
en una salida.
El bombero donde tanta gente ha llorado su desgracia
y al que tantísimos otros abrazaron, dando gracias,
por salvar su patrimonio, su familia y sus amigos;
el que ha apuntalado tantas casas en barrios necesitados
y ha salvado de la muerte a tantos accidentados.
Aunque a veces me tiemble todo, un día le dí la espalda al miedo
y si volviera a ser un niño pondría de nuevo:
"Quiero ser bombero".

Un saludo.




6
De: Alfred Fecha: 2007-04-29 22:03

Y sin abandonar este pasado Carnaval 2007, he aquí otra bonita letra que tuvo al cuerpo de bomberos como protagonista. La cantó en un pasodoble la chirigota de los viejos, "El Batallón Infantil... por los cojones", cuyo letrista, Juan Rivero, decidió homenajear a los bomberos que pasaron la última noche de fin de año desescombrando la terminal T4 del aeropuerto de Barajas, tras el despreciable atentado de ETA, de la siguiente manera:

Mientras que España celebraba
la entrada de un añito más,
en vez de un vestido de gala
tú te colocabas el de currelar.
Mientras que una España sin polvo
brindaba con un buen champán,
tú seguías sacando escombros
de aquel amasijo infernal.
Mientras España bailaba al son de panderetas,
tú limpiabas la herida que a Madrid le hiciera la maldita ETA.
Para tí mi canción,
para tí mi ovación,
para tí, bombero de profesión.
Hoy te canto con todo el corazón,
porque aquella noche clara,
con cariño y con rabieta,
por un pico y una pala,
por un pico y una pala,
cambiaste la pandereta.

Un saludo.





7
De: Alfred Fecha: 2007-04-29 22:22

Y si de Carnaval y bomberos hablamos, resulta imposible dejar de mencionar, por último, el célebre pasodoble de "Los Chárruas", la comparsa que en 1995 sacaran Joaquín Quiñones, en la letra, y José Martínez, en la música, y que dejara para la historia la siguiente letra, todo un clásico de la fiesta ya, sin duda alguna, dedicada al bombero aquel que desafortunadamente murió aquí, en nuestro barrio de La Laguna, durante un simulacro. Dice así la letra:

Lucía un sol primaveral y la mañana se vistió de luto.
La multitud se agolpaba, queriendo ver
una función,
como si de un circo se tratara;
mangueras enrrolladas,
luces, sirenas... válgame Dios.
Desde un balcón cuelga una escala, como trapecio,
provocándole a los vientos el salto mortal,
sin prever que pa montar una pantomima,
si en el juego va la vida,
por lo menos ponedle red.
Y en la vacío se hizo el silencio;
ay, que no puedo, puedo,
no puedo más.
Y a dos peldaños de unos aplausos
todo quedó en un llanto
en menos de ná.
Su cuerpo, tendío en la acera;
los compañeros, rotos de dolor.
No daban fe;
Dios mío, qué mala suerte,
el simulacro había salío tan bien,
tan bien... hasta en la muerte.
Quién sabe si al imprudente que se le ocurrió
jugar con fuego donde nada ardió
desde entonces no duerme.
Si aquí ya estuviste tantas veces a las mismas puertas del infierno,
que Dios no te quiso agarrar
cuando te vio trepar,
cansado, al sueño eterno,
subiendo, subiendo,
la escalera del cielo.

Un saludo.




8
De: noelia Fecha: 2007-08-07 20:26

hola soy de puerto madryn chubut. los felicito por su pagina y les comento que soy sr. DE UN BOMBERO VOLUNTARIO. AL CUAL ADMIRO A DIARIO POR SU LABOR Y EL ESFUERZO QUE HACE PARA CAPACITARSE. ES VARDAD QUE ES POCA LA GENTE QUE REALMANTE DE CORAZON VALORA LO QUE HACEN A DIARIO.
CUANDO SALE A LAS EMERGENCIA AVECES QUEDO CON EL TEMOR DE NO VOLVERLO A TENER JUNTO A MI.
TENEMOS UN HIJO DE 5 AÑOS Y SABE BIEN QUE QUIERE SEGUIR LA BOCACION DEL PADRE : BOMBERO VOLUNTARIO.
SIN MAS ME DESPIDO Y UN ABRAZO FUERTE A TODOS LOS QUE DIA A DIA DAN SU VIDA SIN ESPERAR NADA A Cambio.