Estar muerto está de moda. En la tele por lo menos, si nos atenemos a las teleseries que se dedican a la cosa (y dejando aparte programas de investigación de lo para-anormal). Puede que todo empezara, o no, con La Zona Muerta, la adaptación, a mejor, de la novela de Stephen King de la que ya hemos hablado por aquí hace algún tiempo, y que por una de esas decisiones increíbles de nuestros programadores (los digitales, en este caso) desapareció de las parrillas de emisión sin que llegáramos a ver la tercera temporada (ahora que se reemite en Sci-Fi, a ver si por fin siguen, hombre).
De Johnny Smith, siempre con esa mirada de algo ido (tiene que ser terrible ver el futuro y saber que no te va a tocar la primitiva) y al encuentro de lo extraño, lo misterioso y, al final, el apocalipsis nuclear (pero menos), pasamos a la encantadora Allison DuBois, la protagonista de la serie Medium, que en España estamos viendo en AXN en su segunda temporada, después de que Cuatro se detuviera en la primera (cosa extraña ésta, que las series se emitan en dos cadenas con un par de semanas de diferencia, aunque una de ellas sea de pago; la mala suerte de Medium, ay, es que coincide los lunes con Perdidos... aunque le de mil vueltas a Perdidos, dicho sea de paso, que las ideas dan de sí hasta que dejan de dar de sí, ustedes me entienden).
Medium es una serie policíaca, familiar y de fantasmas al mismo tiempo. Nos cuenta casos policiales vistos a través de Allison DuBois, interpretada con desparpajo y dulzura por Patricia Arquette, o lo que es lo mismo, la entretenida vida de un ama de casa con poderes psíquicos que ayuda a la fiscalía del distrito y recibe comunicaciones variopintas de todo tipo de fiambres. La serie funciona bien, tiene sus momentos interesantes, la presencia familiar y los casos policiales alternan sin estridencias (si acaso es algo cansina la continua presencia del matrimonio en la cama, pero qué se le va a hacer, si la buena de Allison lo que tiene son sueños premonitorios y ese tipo de cosas), y de vez en cuando los episodios tienen sus sorpresas. Allison DuBois, supongo que lo saben ya ustedes, es una medium real y la serie está inspirada en su vida, aunque imagino que los guionistas habrán tenido manga más que ancha. De entre todos los episodios, yo me quedo con lo dos encuentros con esa especie de Jack el Destripador psíquico que promete ser una especie de némesis moriartesca de la protagonista y sus hijas (que son tres aunque apenas vemos a dos y que, sí, también son rubísimas y psíquicas). Los momentos de sano agotamiento los pone el marido y los mejores golpes casi surrealistas las apariciones (muy espaciadas, eso sí) del suegro fantasma en la bañera.
Sustituyendo a medium en Cuatro tenemos desde hace unas cuantas semanas Entre fantasmas, que viene a ser más o menos lo mismo, aunque en este caso la protagonista, Melinda Gordon (interpretada por la muy sexy Jennifer Love Hewitt) no ayuda a la policía en sus investigaciones, sino que se contenta con ayudar a todo tipo de fantasmas extraviados a encontrar la luz que los lleve al otro lado. Melinda tiene una tienda de antiguedades, con lo cual el encuentro con fantasmas de todo tipo parece asegurado. Siendo de factura muy similar a Medium, de momento parece inferior, en tanto el esquema se repite demasiado. Sí es cierto que la aparición de los fantasmas a veces pretende dar sustito y hasta parece algo macabra, pero luego siempre todos son unos buenazos. Si en Medium cansa un tanto las conversaciones en la cama de Allison y su santo esposo, aquí molesta un poquito que los fantasmas (invisibles para todos menos para Melinda) tengan que recurrir a ella para que les diga a sus familiares y seres queridos lo que quieren comunicarles, y otro tanto pasa con los familiares, con lo cual la serie tiene siempre unos cuantos minutos donde parece que son todos sordos y ella es la intérprete. Para mi gusto (y la serie me gusta), cargan un tanto las tintas de lo melodramático: todos acaban llorando a moco tendido en cada episodio (yo también, faltaba más). Se agradecen muchísimo los escotes de Jennifer, y es de suponer que alguna vez se tope con algún fantasma que no sea precisamente bueno. A mí me escama la plaza del pueblo y las estatuas que hay en ella, pero lo mismo es que mi imaginación va demasiado lejos.
Los terceros fantasmas aparecen en Missing, la serie de agentes del FBI que hereda un poco de Expediente X, otro poco de Christie Love y otro poco de cualquier peli de policías femeninas al uso. Apenas la sigo, pero sé que la agente jovencita, para no desentonar con la moda, tiene poderes psíquicos y de vez en cuando, como el niño de El sexto sentido, ve muertos. Los casos no son muy para allá, pero la protagonista (y productora) Vivica A. Fox (Vernita Green en Kill Bill, por cierto) tira de espaldas.
O sea, sí, que la tele del nuevo milenio es eso, milenista por lo menos.
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