Me pasé la adolescencia vendiendo tebeos los sábados para poder comprar más tebeos los jueves. De mayor ya no los vendo, los amontono. Hay días de calor aquí en mi habitación en los que entiendo el lebensraum del castrado del bigote.
Me leí semana a semana, por fascículos, el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua.
Me gasté en tebeos el poco dinero que gané guionizando tebeos. Sigo pensando que fue justa correspondencia.
No tengo ninguna katana, pero los del restaurante chino que tengo justo debajo de casa me regalaron una vez una espada que parecía sacada de un episodio de La frontera azul.
Puedo recitar de memoria la Elegía a Ramón Sijé.
Suelen gustarme los libros de Javier Coma.
El crossover definitivo habría sido un encuentro en la cumbre entre T´Pol y el Kirk de sus buenos tiempos. Juntos, habrían gobernado la galaxia como...
Negaré siempre que no me caen mal los ewoks.
Tengo una corbata del Marsupilami pero no me la pongo porque no sé hacerle el nudo.
Mi libro favorito de la infancia fue "Corazón".
Mi libro favorito de la primera adolescencia fue "Tarzán de los monos".
Mi libro favorito desde entonces fue "Las ninfas".
Me cae bien Umbral, ¿qué pasa?
No aguanté despierto la llegada del hombre a la luna.
Me acuerdo de que Kim Bassinger estaba gorda en De aquí a la eternidad.
Siempre preferí Remington Steele a Luz de luna.
Como Cary Grant, a mí también me gustaría ser Cary Grant.
Tuve una experiencia mística un amanecer, en Padua, cuando entré medio dormido en la iglesia de San Antonio y los monjes cantaban un laudes.
Tuve otra experiencia mística un domingo de agosto, en un cine de verano al aire libre, viendo el campo estelar de cierta película y el campo estelar de verdad en el cielo.
De pequeñito, revestía de plastilina Todos los soldados del mundo de Comansi para fabricarme superhéroes Marvel.
Inventé un idioma propio en tercero de bachiller. Sólo recuerdo la clave de las vocales y alguna consonante.
El primer libro que leí en mi vida fue "Sin Familia".
Todavía no he sido capaz de releer Spirit (y tengo la colección completa).
Me leí Dune un verano que hacía mucho calor.
Sigo diciendo "Luisa Lane" y "Jaime Olsen".
De niño quise ser Karl May.
Leí "Carrie" la primera vez que fui a un oculista. Pese a las gotitas para dilatar la pupila, no pude dejar de seguir leyendo.
Vendería buena parte de mi colección de cómics en e-bay... si antes tuviera tiempo para ordenar y clasificar tantas cajas de tebeos.
No me di cuenta de que Threepio tenía una pata plateada hasta el reestreno en el verano del 78.
Me hinché a comer Búlgaros Cropan (que estaban deleznables) sólo por las estampitas de López Espí. Luego las perdí todas.
Prefiero El planeta de los simios a 2001: Una odisea espacial
Compré mi primer tebeo de Spiderman cuando se casó mi tío Joaquín (tengo por ahí la foto: El siniestro Conmocionador)
Yo también vi Akira en japonés subtitulado (no, tampoco me gustó)
No tengo el descaro de decir que compraba Penthouse o Playboy por las historietas de Little Annie Fannie o Wanda la perversa. A mí lo que me gustaban eran los artículos de fondo.
Me di cuenta en seguida de qué iba El sexto sentido. Curiosamente, disfruté más de la peli.
Me pasó lo mismo con Phantasma, pero no me gustó nada tampoco.
Mi record de auto-destriparme una peli fue con Los otros: me di cuenta de qué iba el rollo en la primerísima escena (ese grito...)
Escribí poesía en mi adolescencia. Se me curó pronto.
Creo que la única vez que he decidido conscientemente mi futuro fue cuando decidí renunciar al teatro y dedicarme a escribir. No sé si acerté; posiblemente no habría importado demasiado.
Comentarios (40)
Categorías: