EL DÍA DESPUÉS
¿Qué, cómo lo llevan? Tirando, ¿no? ¿La resaca, bien? ¿La lengua como de papel de estraza, la tripita revuelta, una sensación terrible de asco hacia las uvas frías, las legañas hasta el suelo y les molesta ahora mismo hasta un jilguero que píe? (No se preocupen, intentaré teclear bajito) ¿Ni un euro encima ya, y eso que estamos empezando mes, año y lustro? Venga, valor, que ya pasó lo peor. Ya no tendrán ustedes que discutir a voz en grito con ese plasta de cuñao que les ha tocao en desgracia hasta el año que viene por estas fechas más o menos, ni meterse entre pecho y espalda la cantidad de polvorones, mantecados, grasas animales y pestiños enmelados que llevan devorando como leones del Serenghetti desde la comida de empresa del día 22 (este año, por suerte, el carnaval queda lejos).

Sí, que ahora viene el sprint final, ya. Que aunque se han ido pasando ustedes a Papá Noel (“el gordo esquirol” como por ahí lo llaman) siempre vuelven a picar y cae algo también por Reyes, y ya hasta han planeado dejar el coche aparcado en El Corte Inglés por la mañana del 5, bien tempranito, para no tener problemas de sitio luego por la tarde, que será cuando la marabunta se desborde. Bueno, hay cosas peores. Consuélense pensando que, si tiran de tarjeta, puesto que efectivo ya no queda, no pagarán el remate de la broma hasta final de mes. O en cómodos plazos, que también se puede. Las señoritas de caja lo preguntan siempre: crédito o contado. Acuérdese esta vez de decir crédito, y que luego sea lo que Dios quiera.

Venga, ánimo, que no decaiga, que empieza un nuevo año y tienen ustedes que cumplir todos esos propósitos que hicieron anteanoche, mientras colocaban el euro en la ranurita del tapón de champán (mira que está duro, ¿eh?), y se cambiaban los calzoncillos o los cucos por tanguitas de color rojo y se besaban bajo el muérdago de plástico del todo a cien y metían la alianza de casaos en la copa del cava extremeño antes del brindis.

Lo del tabaco, por ejemplo. ¿Son ustedes los que han decidido dejar de fumar a partir de hoy, o de los que se apuntan al carro de conseguirlo a partir del día siete? Ya saben: mucha paciencia, chicle de farmacia de ése que seguro que sabe a lo que mascaban los pistoleros de las películas de combois, horas de lectura de la propaganda institucional dedicada al tema y, sobre todo, para combatir la tentación, busque usted los bares que hayan decidido acatar la campaña y tengan colgado el cartelito de “No fumadores”, que seguro que alguno habrá, digo yo. Y, si ven que no pueden y que les consume el mono y se les pone la piel de gallina y les entran calambres (el “pavo frío” que llaman los yanquis al mono de tabaco, lo que son las cosas), pues nada, que tampoco vayamos a exagerar ni tengamos una desgracia. Échense ustedes un cigarrito de esos baratos en el váter de la oficina si no los dejan salir a la puerta de la calle, y si la necesidad es muy grande muy grande, cierren todas las puertas y ventanas para que el humo les haga más efecto. Lo mismo en los pulmones es igual, pero se ahorrarán una pasta en cajetillas.

Y ya saben, tienen que intentar hacer un poquitín de régimen, que la cinturita es la cinturita y luego cuesta tela ponerse los calcetines, y a lo tonto a lo tonto han perdido ustedes una talla del pantalón (y no, no vale ir a las rebajas y comprar una talla más grande). Recuerden, contrólense con los cubatas a partir de ahora, sobre todo si conducen. Y vale que los hombres no aprendan a planchar, pero poner o recoger la mesa, tender la ropa (o destenderla) y hacer las camas no les va a dejar mancos, por Dios. Tengan un detallito más a menudo con la parienta. Y no dejen para mañana eso de hablar con los hijos y razonarles que pillarse un tablón cada fin de semana y acabar en urgencias no es de recibo. Y a ver si es verdad que no discuten tanto de política, ni con el cuñao ni con los compañeros de trabajo, que en el fondo no merece la pena y aquí somos todos las marionetitas que unos y otros empujan, y al final nadie dará la cara por nosotros. No sé si existirá el palabro, pero descríspense.

Y venga, tómense ya el alka-seltzer. Y salgan a la calle a respirar aire fresco. Que eso que tienen ahí afuera es todo suyo, todo nuestro, y vale un tesoro. Feliz futuro.


(publicado en La Voz de Cádiz el 2-1-06)

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Comentarios

1
De: Javi Gala Fecha: 2006-01-03 10:08

Rafa, tienes una invitación en mi último post de mi blog, por sí quieres seguirlo. No es obligatorio ;).

Por cierto, que áspero tu artículo, ¿no?



2
De: RM Fecha: 2006-01-03 10:18

¿Áspero? Yo creía que era optimista y positivo.



3
De: Javi Gala Fecha: 2006-01-03 10:22

Es que su positivismo es bastante áspero de vez en cuando...



4
De: RM Fecha: 2006-01-03 10:22

Naturalismo, se llama :)



5
De: JR Fecha: 2006-01-03 16:55

Para RM: ¿Por qué llamar "el día después" a lo que en correcto castellano es "el día siguiente"? :-)

Para Javi Gala: Me temo que "positivista" significa otra cosa distinta de lo que tú quieres decir. Prueba a mirar el diccionario :-)



6
De: RM Fecha: 2006-01-04 09:30

Precisamente por eso, porque desde la peliculita y el programa de Robinson se ha popularizado el término y el artículo va de coña.



7
De: Javi Gala Fecha: 2006-01-04 13:52

Gracias JR, lo sé. He usado positivismo cmo palabro asociado al "positivo" que había usado RM, como respuesta. No quería hacer una disertación filosófica, a la cual me ha respondido ya RM con lo de Naturalismo ;)