Yo no sé si hacía falta, pero lo han anunciado a bombo y platillo,y aunque la noticia será efímera como cualquier noticia que se precie, la hemos visto en la prensa deportiva, en la tele, y pronto veremos el producto en los hipermercados y esas cosas. O sea, que a Fernando Alonso le han hecho protagonista de un comic. Y no de un comic cualquiera, no. No es un comic de carreras de coches (que los hay, y hasta buenos, recuérdese Michel Valiant, por ejemplo, o nuestro Chico Monza), sino de superhéroes. Ahí queda eso. Ya tenemos campeón de Fórmula 1 y Capitán Asturias en una misma cosa.
Un cómic interactivo, dicen que es. O parte de un videojuego de sony. Tampoco le he prestado más atención a la noticia. Me quedé mirando al chaval con su perillita característica, y su mono azul lleno de pegatinas... y el dibujín la mar de mono que tenía detrás. O sea, su supergrupo propio. Como la prensa le presta más atención, obviamente, al personaje real que al tebeo (aunque era el tebeo, o lo que sea esto, lo que se promocionaba) no se ve muy bien el dibujo, pero así como un arqueo de cejas sí que despertaba lo poco que se ve.
Porque esos dibujos, ese forzudo gigantesco con esa barra que bien podría ser un arco cruzado de hombro a hombro, esa chica fatal que se entrevé a la izquierda, la propia pose de SuperAlonsoMan, y hasta el estilo con que se entrevé el dibujo, recuerdan muy pero que muy poderosamente a alguien a quien conozco bien y a quien conocen bien todos los lectores de cómic. Pero, claro, esos dibujos (insisto, en lo poco que se puede ver de la portada) no están hechos por mi amigo Carlos, sino por un eguipo de veinte personas, según se publicita (y se añade "y muchos de ellos han trabajado en Marvel"). Parpadeo. Parpadeo doble. Estupor.
A mí me parece muy bien que Fernando Alonso tenga un tebeo propio (total, lo tuvo Juan Pablo II, lo tuvieron los Beatles). Y hasta que sea un tebeo de superhéroes (¿qué superpoderes tendrá, oigan?). Y que se contacte con un equipo de dibujantes para que hagan el tebeo (imagino que incluso habrá un equipo de guionistas a bordo). Y que esos dibujantes tengan sus influencias, sus querencias, su deseo de pillar cacho y pasar a la posteridad y cambiar el pan con mortadela por pinchitos morunos y esas cosas. Nos pasa a todos. Lo hacemos todos.
Pero me sabe extraño ver unos dibujos que parecen de Carlos, que recuerdan muchísimo las poses de los personajes de Carlos, las soluciones estéticas y gráficas de Carlos... sin que estén dibujadas por Carlos. No sé si me explico: no puedo hablar de plagio, porque apenas he visto esas tres figuras. Pero todo parece indicar, incluso la publicidad ("uno de los dibujantes ha trabajado para Marvel") que ese tebeo (o lo que sea) está dibujado por Carlos. Y no lo está. Vale que sí, que mi amigo sanroqueño puede que ya, a estas alturas de su carrera, se convierta en un referente para gente que empieza... ¿pero ese cierto tonillo a fusilada que se detecta ya en la carátula, se repetirá luego por dentro de las páginas del tebeo (o lo que sea)?
Vamos a suponer que no: pues perfecto. Escuela sanroqueña, ole. Aquí paz y luego gloria. Suscohone ahí. Un referente iconográfico y esas cosas. Vale.
Vamos a suponer que sí: pues ya no me parece tan perfecto. Primero, porque el que se curra los iconos, los referentes gráficos, las poses, la estética, los arcos, los deltoides, es un señor (llámese Carlos como pueda llamarse, no sé, Will Eisner). Y llega otro que quiere aprender y ñaca, le fusila una portada, una viñeta, dos viñetas, medio tebeo. Y no pasa nada.
Prueben ustedes a escribir una canción, a grabarla, a venderla, repitiendo equis número de acordes de otra canción o canciones. Los propietarios del copyright pondrán el grito en el cielo y de su canción (y de su carrera musical) no se acordará nadie.
Prueben ustedes a escribir un libro, a publicarlo, a venderlo, repitiendo equis número de páginas y capítulos de otro libro o libros. A menos que te llames Ana Rosa Quintana y tengas suerte, ya puedes dedicarte a vender globos en los chiquiparques.
Prueben ustedes a rodar una peli y llamar al personaje, no sé, James Bond, Han Solo, Conan, Legolas. Y luego aclaren qué días quieren que les llevemos al vis a vis un bocata de tortilla o uno de calamares.
La reflexión que me hago es por qué estas cosas pasan en la historieta. Por qué los dibujantes que empiezan (y los que no empiezan) tienen tan poco respeto por los otros dibujantes. Por qué tú puedes calcar viñetas enteras, portadas enteras, tebeos enteros, y publicarlos, y no pasa nada de nada. Ni el editor te pone pegas ni el pobre autor original (si no está criando malvas) puede defenderse y demostrar que se está infringiendo un derecho inalienable: el de ser original, el de que su trabajo y su persona sean respetados.
Me dirán ustedes que no es para tanto. Pues lo mismo no. Y que todo el mundo ha empezado a así, desde Alex Raymond a José Ortiz, por poner dos ejemplos. Pues sí. Pero eran otros tiempos donde esto de los derechos de autor parece que no se tenía tanto en cuenta: que no existiera esa consideración en el pasado no significa que no fuera un error, ni que tengamos que aceptarla hoy como si tal cosa.
Si luchamos todos porque la historieta se dignifique algún día, tendríamos que empezar por ahí, por la base: repeto al trabajo del que ha trabajado antes que tú. Y ese respeto tiene que partir, antes que nada, de los profesionales o los aspirantes a profesionales. Y seguir luego por los editores y por los lectores.
Si se consiente (¿los directivos de Sony, en este caso, habrán comprobado que los dibujos de este tebeo (o lo que sea) son originales, o habrán soltado la mosca y santas pascuas?), si se consiente, les decía, me temo que sea porque en el fondo se considera que la historieta como género no es importante.
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