A UN DÍA DE PASADO MAÑANA
Cuando faltan apenas cuarenta y ocho horas para el estreno de La venganza de los Sith y lo que, para muchos, será el final de casi treinta años de espera y de sueños compartidos, y hasta de tristeza por aquello que se acaba, a mí me gustaría romper una lanza por el viejo George, ese señor de envidiable tupé rockero, aunque canoso ya, y barriguita y papada (de la que él mismo se burla, o averiguen ustedes cómo se llama el personaje con el que hace un breve cameo en la película) y camisas de cuadros y pantalones vaqueros. Y dinero, claro, mucho dinero.

Hubo un tiempo (y yo no sé ustedes, pero yo lo recuerdo, y seguro que él también) en que George Lucas fue joven. Y no sólo eso: fue joven, fue brillante, y tuvo un sueño. Y ese sueño pasaba por hacer una película imposible, una película que no sólo no se parecía a las películas que se habían hecho hasta entonces, sino que no cabía siquiera en la imaginación de quienes tenían que soltar la pasta, los productores de Hollywood. Tanto, que tuvo que recurrir al gran Ralph McQuarrie para que, a partir de una serie de hermosos dibujos, los magnates cinematográficos pudieran hacerses una idea de lo que aquel jovencito flacucho y barbudo quería llevar a las pantallas. Y ni por esas lo consiguió, no sé si lo saben ustedes o lo recuerdan.


Hoy es fácil acusar a Lucas de mercantilismo, de sacar dinero de debajo de las piedras, de no contentar con su obra (atención al posesivo, por favor) a eso que todos hemos luego considerado nuestro (atención al otro posesivo, nuevamente). Pero se olvida que Lucas arriesga su propio dinero, su propia salud (rodar el Episodio IV le costó acabar ingresado en un hospital por agotamiento nervioso; rodar el Episodio VI, un divorcio), por tal de que las cosas salgan como él quiere que salgan. Y, a tenor de los retoques que hace y que sigue en su derecho de hacer cuantas veces quiera, tampoco queda satisfecho. Lucas se enfrentó al muro del conservadurismo y el inmovilismo de la meca del cine, y como un pequeño David supo vencer al Goliat de la industria, hasta ponerla de rodillas y hacerla entrar por el aro. Se dejó la piel, literalmente, y antes de acusarlo alegremente (porque aquí parece que todos-todos somos capaces de filmar, escribir, pintar, cantar, etcétera) convendría recordar una vez más que a nadie nos ponen una pistola en el pecho para ir al cine, y que la gracia de todo esto es la capacidad de contagio de esa idea, de ese sueño.

Lucas se salió con la suya y hoy, treinta años después, puede sentirse orgulloso. Estuvo mirando durante años cómo dos soles se ponían ante un inmenso desierto, y hoy ese desierto está más poblado y los soles amanecen. Que sea o no sea un director de primera fila, que sea o no sea un guionista de los de frases magistrales, me parece que es lo de menos.

Lucas es un soñador, un caminante de los cielos. Como muchos de nosotros, gracias a él. Y es bueno recordarlo. Y agradecerlo. Y reconocerlo.

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Comentarios

1
De: V. Fecha: 2005-05-17 21:48

Pues sí señor. Lástima que esos dos soles que vamos a ver de nuevo ponerse dentro de un día lo hacen para siempre. Qué vacío hay esperándonos a la vuelta de la esquina...



2
De: El forastero Fecha: 2005-05-17 21:53

Eso, pues muy bien Rafa. Es tan fácil quejarse... http://cajondeprensa.blogspot.com/2005/05/el-destino-de-la-fuerza.html
Artículo de Rodrigo Fresán sobre la saga.



3
De: saquero Fecha: 2005-05-17 22:10

Y sencillamente ningún autor de cine o crítiquillo de segunda fila podrán conseguir que millones de personas participen por siempre del mismo sueño.
Pero yo sigo con cierta tristeza...



4
De: esparza Fecha: 2005-05-17 22:21

Dí que sí. Eso cuesta verlo en el cine, pero no en la literatura: este caballero, Lucas, ha dedicado su vida a una única obra (magna, por supuesto). Es un poco lo de Jackson con El Señor de los Anillos: ambos, Jackson y Lucas (no quiero promover comparaciones: cada uno en su casa, y la gran literatura mítica europea en la de todos) estarán en la historia del cine aunque no rueden ni un metro más de celuloide. Ahí hay una voluntad de creación realmente portentosa.



5
De: Dicker Fecha: 2005-05-17 22:44

http://blogia.com/noelio/index.php

Ahí hay otro blog (que a mi personalmente me gusta mucho) en el que su autor está dedicando esta semana a rememorar las pelis de Star Wars. No os perdais los links a los films de los friki-fans.



6
De: saquero Fecha: 2005-05-17 23:00

Una chorradilla que les he colgado a la gente de mi trabajo para avisar de que el jueves no voy (no he podido resistirme, lo siento)

http://es.geocities.com/berrumo



7
De: Darkmon Fecha: 2005-05-18 00:39

Hombre, Rafa, el artículo es emotivo y está francamente bien... Pero, por otro lado, me siento en cierto modo un poco aludido...

Yo pienso que la crítica, si es constructiva, siempre es buena. Yo he criticado, no mucho, sino muchísimo cada una de las nuevas entregas de Star Wars, aunque siempre he tratado de hacerlo desde el respeto y con mi más sincero cariño hacia la saga que tanto amamos.

Por otro lado, está clarísimo que Star Wars es, aunque un poco de todos nosotros, ante todo, del señor Jorge Lucas. No obstante, yo puedo ver una camisa de un amiguete cuyo color no me termina de convencer y decírselo sin reparos. Lo que quiero decir que la no-posesión no reprime la crítica (siempre que sea constructiva).

Por otro lado, dejar de ser críticos del todo es imposible. A veces con mayor claridad, en ocasiones de forma más sutil, pero nuestro sentido crítico, ligado a nuestra naturaleza humana, está en todo, sea una película, un libro, la frase de un amigo o el simple pestañeo de un extraño. Lo importante es ser críticos de una forma positiva, porque una cosa es una opinión respetable y otra muy distinta, como tú muy bien dices, la queja absurda, sin fundamento, sin argumento ni concierto.



8
De: FJPD Fecha: 2005-05-18 00:45

Muy bueno saquero, espero que no lo vea tu jefe.

"Lucas es un soñador, un caminante de los cielos", sí señor, me ha encantado esa frase, todo un Lucas Skywalker ;), pero sobre todo, George es un tipo que sabe lo que quiere y trabaja para conseguirlo.



9
De: Paulino Fecha: 2005-05-18 01:08

Simplemente por si les interesa esta noticia:

http://www.elmundo.es/elmundo/2005/05/17/cultura/1116351174.



10
De: RM Fecha: 2005-05-18 08:02

El enlace no rula, Paulino. ¿Puedes cortar y pegar?



11
De: AMS Fecha: 2005-05-18 08:41

Ya que estamos en esto de la Guerra, os recomiendo leer el cuento, o artículo, del señor Marín entitulado Esperando a Skywalker.
Peaso alegato.



12
De: luisdeluis Fecha: 2005-05-18 09:00

Rafa, si no lo conoces te recomoendo "Moteros tranquilos, toros salvajes" de Peter Biskind. Edita Anagrama.

Relata la década de los 70 y del grupo de cineastas(Coppolla, Beatty;Lucas;Scorcese, Spielberg,etc) y del cine del Nuevo Hollywood.



13
De: Pedrin Fecha: 2005-05-18 09:31

http://darthside.blogspot.com/

Curioso y bastante trabajado. Recomiendo leer de mas antiguo a mas reciente.

Y sí, yo también estoy un poco quemado de taaaaanta critica a las nuevas peliculas. Una cosa es criticar (constructiva o destructivamente, eso me es igual) y otro llevar desde hace 6 años jartando al personal con lo malas que son y con lo malo que es Lucas. La gente es cansina. Y RM tiene razón, al fin y al cabo es su juguete, el amigo Yooors puede hacer lo que quiera con él, no? (hasta reeditar las peliculas de los ewoks en DVD, fijense que hay que tener valor).
En fín, algunos llevan 30 años esperando. Yo solo 20, desde que vi el Retorno del Jedi en el cine (primera pelicula que recuerdo ver en un cine). Mañana mi infancia se acaba definitivamente. Que asco, señores.



14
De: Víctor Eme Fecha: 2005-05-18 09:34

Yo nunca he sido muy crítico con Lucas -aparte de alguna apreciación narrativa-por una razón muy sencilla: el único sentimiento que me producen su vida y su obra es una insana, irrefrenable y oscura envidia digna de un Sith.



15
De: INX Fecha: 2005-05-18 09:52

Pues yo estoy de acuerdo con casi todo lo que dice DARKMON. Si la crítica es constructiva, a mí me vale...otra cosa es dar la lata e insultar.
Por cierto, Rafa, ¿te has dado cuenta de que te pareces fisicamente a Lucas, en esta foto?
Eres igualito, pero sin tupé...y me temo que sin tanto dinerillo...o eso nos haces creer...je, je, je...
;)



16
De: WWfan Fecha: 2005-05-18 09:59

Hombre, la gente es muy pejiguera.
A mi por ejemplo el Episodio 2 me parece muy superior al Episodio 6.
Pero claro, luego dices eso y te incineran públicamente.



17
De: RM Fecha: 2005-05-18 10:15

Joder, Inx, quien se parece a George es mi tío Juaki. Y el padre de Vicente73.

Y (de muy jovencito y muy alfeñique, busca en google) tu hermano Fernando.



18
De: RM Fecha: 2005-05-18 10:16

Dicho lo cual, el tema del post es que nos pongamos, por una vez, en la piel de ese jovencito que quiso cambiar el mundo y lo cambió, ¿eh?


Pero, por otro lado, es profundamente injusto echarle a George la culpa de cómo es el cine de hoy en los USA, como hace no-se-quién en el Diario de Cádiz hoy.



19
De: RPB Fecha: 2005-05-18 10:26

No, Darkmon: si la crítica es lo contrario de lo que piensas, no es buena. El buen crítico es aquel que dice lo que quieres oír; de lo contrario, es un snob y un pedante XD



20
De: Taiyou Fecha: 2005-05-18 10:38

Lo que dices que han dicho en el Diario de Cádiz Rafa, es aun más injusto pensando que Lucas se desligó de lo que es Hollywood desde que sacó el Episodio IV, y que odia a la industria cinematográfica americana con todas sus fuerzas.

Pero aun hay gente que llama a Star Wars "pelis de hollywood". La ignorancia es muy severa en este pais a veces.

Taiyou



21
De: INX Fecha: 2005-05-18 10:41

SÍ, SÍ...mi hermano también se le parece...sólo que el tupé de Fernando es natural...
ja, ja, ja...
;D



22
De: Alfred Fecha: 2005-05-18 10:41

Pues hombre, si es cierto, como tanto se comenta (y yo creo que lo es), que la industria del cine jamás volvió a ser la misma tras la llegada de Lucas y su Star Wars...digo yo que todos los cambios de dicha revolución no serían para mejor, ¿no?

La obsesión por el merchandising y el reiterado intento de las productoras por explotarlo como una fuente de ingresos aun más jugosa y rentable, si cabe, que la propia película, por ejemplo, sospecho que empezó con el triunfo, en este sentido, de la saga de Lucas.

Otra cosa es que Lucas no sea el responsable directo de que todos le hayan intentando imitar después en un campo en el que probablemente ni siquiera se propuso nunca arrasar como arrasó.

Con eso y con todo, Star Wars podría ser al cine comercial, supongo, lo que las Secret Wars a los cómics Marvel, según su tesis de usted.

Algo de razón, por lo tanto, sí que lleva ese no-se-sabe-quién del Diario de Cádiz, aunque tampoco sea justo, obviamente, achacarle al amigo Lucas todos los defectos que puedan presentar hoy por hoy las películas procedentes de Hollywood (del cual, además, curiosamente, se mantiene apartado Lucas desde hace años gracias a la independencia que le ha dado su inmensa fortuna).

Un saludo.



23
De: RM Fecha: 2005-05-18 11:31

Ya. Pero Lucas es responsable solo de su trabajo, no de lo que hacen otros directores u otros estudios.

E, insisto, nadie obliga a nadie a ir al cine.



24
De: Magnus Majere Fecha: 2005-05-18 11:49

Amén a eso, D. Rafael!!



25
De: Darkmon Fecha: 2005-05-18 12:42

Lo siento, Rafa, pero no estoy de acuerdo contigo.

"Nadie obliga a nadie a ir al cine".

Ya. Ni nadie obliga a nadie a leer un libro, asistir a una exposición de pintura o ver un programa de televisión. ¿Por la misma regla de tres deberíamos lapidar a todos los que critiquen "Crónicas Marcianas"? Venga, señores, si no les gusta la televisión basura, simplemente no la vean. No derramen lágrimas porque la sociedad ha perdido sus valores y su creatividad: simplemente no enciendan el televisor.

Estamos en nuestro derecho de OPINAR. Y las opiniones no son siempre positivas, aunque sí deben ser siempre constructivas. No caigamos en la hipocresía de condenar la crítica de un producto sólo porque amemos ese producto cuando todos nosotros lo criticamos absolutamente todo.

Eso sí, una cosa es opinar con respeto y admiración y otra vilipendiar sin sentido ni lógica. Y creo que ahí está la fuerza de la razón de tu artículo.

Yo iré este jueves a ver Star Wars. Y si hay algo que no me gusta de la cinta, lo diré. Y eso no me va a impedir asistir a las salas a volver a ver la película una vez más.



26
De: RM Fecha: 2005-05-18 13:34

Y yo he dicho cienes y cienes de veces que si no me gusta la peli, lo diré.

Pero no le echaré la culpa a Lucas del cine que hace, por ejemplo, John McTiernan.



27
De: Pablo Lata Fecha: 2005-05-18 13:53

Totalmente de acuerdo con todo lo que comentas en el artículo, RM.

Me gustaría añadir, además, algo que también tú has comentado en varias ocasiones y en lo que también coincido y es que falta sentido del humor a la hora de enfrentarnos a nuestras inclinaciones, gustos o mitos con ojo crítico. Pero sentido del humor tranquilo y reflexivo, del que usa el amigo Lucas para reirse de sí mismo.

Quizá sea la carencia de este sentido del humor la que hace que, muchas veces, muchos no sean capaces de distanciarse del objeto de sus gustos y acaben convertidos en fans radicales (sí, de los que piensan que Lucas ha "traicionado" a su/nuestro Yoda, por ponerle a combatir como el guerrero que es, y por poner un ejemplo que me llama la atención)

Hablar o escribir sobre lo que nos gusta no es malo, siempre que exista un cierto distanciamiento y contextualización.



28
De: Darkmon Fecha: 2005-05-18 14:10

Por supuesto que no. Eso es absurdo. Estoy contigo en eso.

Si Lucas creó escuela, fue sin intención y desde luego que para bien. Y dicha escuela no tiene nada que ver con Hollywood. Tiene que ver con imaginación y fantasía, con leyendas y aventuras. Tiene que ver con sueños e ilusiones.



29
De: Darkmon Fecha: 2005-05-18 14:12

Me he colao! Le contestaba a Rafa. :-)



30
De: Darkmon Fecha: 2005-05-18 14:36

Pablo Lata, vamos a ver, con respecto al tema de Yoda (demasiado mascado ya a estas alturas, me parece), no creo que sea tan difícil de entender:

A todos nos gustan las historias, formen parte de un libro, de un cómic o de una película. Y, como historias que son, uno de los aspectos que más las forman y las definen son los personajes.

Un personaje puede gustarnos, o no. Así de sencillo. En el caso de Yoda, por ejemplo, a mí me gustaba mucho el antiguo. El nuevo Yoda me parece que ha perdido calidad como personaje. Simple y llanamente es eso, no hay más. ¿Quiere esta opinión decir que "creemos que Lucas nos ha traicionado" o que "somos fanáticos acérrimos de la primera trilogía"? Yo creo que no. Nos han modificado un personaje, y tenemos la libertad de manifestar públicamente nuestro desacuerdo. Sin lágrimas ni rabietas: sólo se trata de exhibir una opinión. Es como si yo dijera que, puesto que a ti te gusta el nuevo Yoda, eres tan fanático de George Lucas que te gustará absolutamente todo lo que salga de su ser, sea por la cabeza o por la parte trasera. No es eso. No hay que llegar a esos extremos. Creo que aquí lo único que hacemos es opinar, humildemente, llanamente, sin fanatismos ni zalamerías del estilo.

Lo demás es sacar las cosas de contexto.



31
De: lum Fecha: 2005-05-18 14:39

Vaya, Pablo ha escrito básicamente lo que quería decir. Yo también quería hacer referencia a ese sentido del humor, que creo que está presente en todas las películas de SW, las cuales, siendo ambiciosas (o yo así lo considero) consiguen no tomarse demarsiado en serio a sí mismas.

En fin, creo que Peter Jackson dijo que sin SW no habría habido películas de ESdlA. Dejando de lado el que nos gusten más o menos, la intención de Lucas era llevar al cine la obra que él había soñado, como Rafa ha dicho... y para ello, entre otras cosas, se tuvo que improvisar y crear muchos trucos de cómo hacer cine. La forma en que se usen esos trucos, es cosa de cada director. Hay un lado luminoso y un lado oscuro, aunque rápido y seductor, de usar estas tecnologías :-D Sinceramente, creo que Lucas, con su creación, ha sido bastante honesto.


Ah, el enlace del #9 debe de estar mal copiado y estaba incompleto. Supongo que es este: http://www.elmundo.es/elmundo/2005/05/17/cultura/1116351174.html



32
De: Pablo Lata Fecha: 2005-05-18 14:44

Hombre, Darkmon, tan sólo es un ejemplo que me ha llamado la atencíón.

Y, sí, he leído más de una frase tipo "creemos que Lucas nos ha traicionado" en relación con este tema: por eso lo he puesto de ejemplo.

Y, si me lo permites, y con todos los respetos, tu reacción a mi comentario me ha parecido un poco... ¿fanática?

Dices que "nos han modificado un personaje". Pues lo siento, pero Yoda no es mío; así que a mí no me han modificado nada. Empecemos por ahí.



33
De: Pablo Lata Fecha: 2005-05-18 14:59

Y, lamento ser pesado con el "tema Yoda", pero es que tengo que comentarlo:

¿Ya nadie recuerda su primera aparición en "El Imperio Contraataca"? ¿Peleándose a bastonazos con R2 por una galleta? ¿Desordenándole el equipaje a Luke con risilla jocosa? ¿comportándose como un bichillo malcriado?

¿Nos han modificado, entonces, al personaje? ¿A cual? ¿Al maestro venerable e intocable que nosotros nos hemos inventado? ¿O a la rana cómica que arrancaba las carcajadas del respetable en su primera aparición?

Lo dicho: sentido del humor y distanciamiento, please.



34
De: Alfred Fecha: 2005-05-18 15:30

Y yo que pienso que el Yoda de las nuevas películas, con las nuevas facetas que de él se dan a conocer, encaja perfectamente con el de las viejas...

Pero bueno, de todo eso pretendo hablar en la reseña sobre el Episodio II que ando preparando, tras verlo de nuevo en televisión, y que con permiso del anfitrión colgaré por aquí cuando la finalice, allá por el viernes, supongo, por si a alguien le interesara.

Y lo de Yoda comportándose como un bichillo malcriado, pensé que quedaba claro, era puro teatro del maestro para poner a prueba a Luke. Uno de los detalles que hicieron grande al personaje y demostraron más claramente su inteligencia y astucia.

Sobre las declaraciones de Peter Jackson...pues sí, resulta obvio que sin "Star Wars" jamás habría habido adaptación cinematográfica de "El Señor de los Anillos", al menos tal y como la conocemos, y basta con ver el claro homenaje que suponen determinadas secuencias de la batalla de Gondor, en la última parte, a aquella otra, en el planeta helado de Hoth, de "El Imperio Contraataca". Homenaje que siendo más que obvio y evidente, por cierto, ni se menciona en el cuadernillo de la revista Fotogramas, cuando comparan ambas trilogías, y las dos a su vez con la de "Matrix", incluyendo, en cambio, mil y una semejanzas cogidas por los pelos.

Un saludo.





35
De: Pablo Lata Fecha: 2005-05-18 16:11

"pensé que quedaba claro, era puro teatro del maestro"

Eso es lo que interpretamos, sí, pero quiero usarlo como ejemplo de algo que, convenientemente, parecemos olvidar al referirnos a un personaje como si fuese nuestro.

El maestro incompatible con el guerrero ¿no es incompatible, y más aún, con el bufón? Si es tan venerable e intocable ¿cómo se entiende que se rebaje a retozar en el barro en busca de linternas y golosinas, aún fingiendo? ¿Porqué, convenientemente, olvidamos ese detalle a la hora de acusar al señor Lucas de haber desvirtuado al personaje en las escenas de combate de la nueva trilogía?

Y coincido con usted, Alfred, cuando dice que las nuevas facetas del personaje encajan perfectamente con las viejas.

Simplemente saqué el tema como ejemplo de las críticas que se le hacen a la nueva trilogía en comparación con la vieja. Críticas que provienen más de una idea mitificada de lo que significó Star Wars en su momento que de una aproximación objetiva al tema. En mi humilde opinión, claro.



36
De: Alfred Fecha: 2005-05-18 16:25

"El maestro incompatible con el guerrero ¿no es incompatible, y más aún, con el bufón? Si es tan venerable e intocable ¿cómo se entiende que se rebaje a retozar en el barro en busca de linternas y golosinas, aún fingiendo?"

Se entiende porque Yoda, por más sabio que sea, o quizá precisamente por serlo, en modo alguno es arrogante (ya se queja, en el Episodio II, de que la Orden sí lo sea), si no más bien al contrario, el más humilde de los mortales (no hay más que ver, de nuevo en el Episodio II, como aun se maravilla, cariñosamente, ante la mente de un niño), y lo que es más importante, lo suficientemente inteligente como para hacer en cada momento lo que considera necesario para alcanzar sus objetivos, ya sea representando una grotesca pantomima ante Luke, comandando con pulso firme el ejercito de clones al final del segundo episodio o desenfundando su sable láser, para combatir con su viejo alumno, el conde Dooku, poco después.

Ya digo, la caracterización de Yoda en las nuevas películas, al igual que la de otros muchos personajes de las antiguas (y esto es, principalmente, lo adelanto ya, lo que más me agrada del Episodio II), casa a la perfección, desde mi punto de vista, con la que ya conocíamos.

Un saludo.



37
De: lum Fecha: 2005-05-18 16:54

A ver, estaba intentando resistirme, y eso que Yoda siempre ha sido uno de mis favoritos, pero ya no lo puedo evitar, así que entro en el debate :-)

Lo primero, Darkmon es sincero y consecuente en su opinión. No estoy de acuerdo con él, pero se puede discutir. Y a cada uno le gusta lo que le gusta. Y lo subrayo porque hubiese sido distinto si en vez de decir lo que dice, hubiere dicho "buah es que el Yoda de las precuelas es un personaje lamentable y sin personalidad, que no tiene nada que ver con el viejo, vaya inútil el Lucas, hereje, traidor blablabla". En fin :-D

El Yoda de ESB, y del resto de pelis en general, es tanto o más icono (el maestro) que personaje. Le vimos (en ESB) las facetas de sabio, y bufón. Tanto es así que el propio tema musical que John Williams creó para Yoda refleja ambos aspectos: tiene un fragmento (el más habitual) bastante solemne y de bellas armonías, y otro fragmento como más jugetón y con cierto ritmo. En esta nueva trilogía, es cierto que se le añade trasfondo a Yoda. Le vemos en un nuevo rol: el de guerrero al servicio de la justicia en la vieja república. Y todavía estamos por ver de Yoda escenas a las que le tengo muchas ganas en el epIII. Ciertamente, es verdad que se *modifica* la imagen de Yoda como Darkmon dice. Pero también es cierto que se puede argumentar que nada de lo nuevo contradice lo que ya se había mostrado, que al fin y al cabo supongo que es uno de los grandes desafíos de Lucas en las nuevas películas... Y la causa de buena parte de las *polémicas*.

Mi postura personal... Yoda siegue siendo de mis favoritos. Ví hace unas semanas los dvds de los IV, V y VI y me volvieron a encantar sus escenas. Me volví a reir con la cara de Luke mientras ese viejo verde se ponía a hacer payasadas y a trastear con todo lo que encontraba (la linterna !). Y me volvió a encantar aquello de "¿Buscas a un gran guerrero eh? La guerra no hace grande a nadie". Es más, pensé que después de ver el epII todo esto adquiría todavía mayor sentido. Dicho lo cual, disfruto viendo a Yoda en los concilios, quiero decir, el consejo Jedi, o viéndolo enfrentarse a Dooku, todo ello mientras no para de refunfuñar (excepto cuando esta con los chavales, esto, los padawan). Tiene grandes similitudes con una de mis partes favoritas de Tolkien, la *relación* entre Gandalf y Saruman. El Yoda guerrero, y el Yoda derrotado (sin conocer spoilers, supongo que hay pocas dudas de que lo que le sucede en el eIII es más o menos una derrota), engrandecen el personaje... A un personaje que es grande precisamente porque no pierde su humildad.

En mi opinión, vaya. Y creo que aún nos podemos llevar alguna sorpresa en el eIII al respecto. Y le agradezco a Lucas que, para bien o para mal, nos siga sorprendiendo en cada película.



38
De: Pablo Lata Fecha: 2005-05-18 17:12

Y yo me pregunto: si Yoda es tan inteligente y manipulador que toda la escena de su presentación en "El Imperio Contraataca" no es más que un truco... ¿Por qué no ampliar esta interpretación al resto de sus intervenciones?

¿Por qué no interpretar que cuando le suelta frases filosóficas a Luke tipo "no lo intentes: hazlo" en realidad el viejo maestro Jedi no se está partiendo el eje de risa interiormente ante la impericia del novato? ¿O que esa forma tan rebuscada y sentenciosa de hablar ("las Guerras Clon comenzado han") no es más que un chiste personal que mantiene consigo mismo para ver la cara de alelado que se le queda a quien le escucha y seguir así partiéndose el eje por dentro?

¿Cómo podemos saber que no es un viejo guerrero canalla que se ríe de todo y de todos dándoselas de Maestro insondable? No sería el primer Jedi al que se le pillase en una verdad a medias.

Si nos ponemos a interpretar lo que realmente es o no es un personaje que no es nuestro, por mí que no quede.



39
De: pablo marin Fecha: 2005-05-18 17:41

lucas aporto a hollywwod la demostracion de que el merchandising de una pelicula puede ser mas rentable que la pelicula.

ese detalle le enseño a hollywood que quizas la pelicula en si no es lo importante o que si la pelicula es mala no pasa nada la reflotaremos por otro lado.



40
De: RM Fecha: 2005-05-18 17:46

Hombre, Pablo, tampoco exageremos: que las pelis de Star Wars son las más taquilleras de la historia.



41
De: JOSE Fecha: 2005-05-18 17:55

Las precuelas no nos han cambiado (ay¡ el posesivo) a Yoda. Nos lo han completado y desplegado. Ahora nos encontramos ante un personaje más enigmático e imprevisible que nunca, con diferentes facetas, con una personalidad de expresion multidimensional. Fascinante, despues de haber leido a Alfred y Lum todavia me gusta mas.

Opino que el mundo del cine y los criticos han sido muy injustos con Lucas. Las precuelas tienen sus flaquezas (la trilogia original también)... pero gran parte del publico y critica se han limitado a hacer de llorones ante una historia pre-episodioIV muy diferente a como muchos se la imaginaban. Y como la imaginación de Lucas no coincide con la de tantos, protestan sin argumentos.
Vamos, que hay criticar, las precuelas merecen recibir ciertas criticas constructivas pero las cosas se han salido de madre.

Lo mejor de todo: muchas de esas criticas (las infundadas, las de los llorones) caeran en el olvido muy pronto. Pero el nombre de George Lucas y ese divertidisimo y epico mito moderno de nombre Star Wars, perduraran en la memoria y la cultura popular como minimo durante los proximos treinta años.



42
De: Mixmerik Fecha: 2005-05-18 19:51

Al revés de la opinión generalizada, la "nueva" trilogía no me parece peor que la "clásica"; antes al contrario: la mejora. La redención de Darth Vader cobra más sentido conociendo a Anakin, las intrigas del Emperador embellecen con una conspiración la vieja trama de "buenos" y "malos", se profundiza en Yoda y Obi Wan a la vez que se crean nuevos mundos como Naboo o Kamino... incluso el periplo de Luke para convertirse en Jedi se vuelve más emocionante al ver el fracaso de su padre. Ya digo, las precuelas me han descubierto matices, nuevas lecturas, que enriquecen la saga.

Además, Lucas ha vuelto a hacer historia filmando la 1ª hexalogía del cine.

Atentamente,



43
De: larios Fecha: 2005-05-18 19:53

Veo que hay muchos de vosotros sois grandes entendidos, seguidores, fans o como lo querais llamar de Star Wars. Personalmente no soy ningún entendido pero sí, realmente me lo paso genial con ese tipo de películas, me divierten muchísimo y creo que en eso consiste el invento, ¿no? Sin embargo, he notado algo con las generaciones modernas (desde mi modesto cole de Málaga donde imparto -o lo intento- Inglés).
1º.- SW es eminentemente (y vuelvo a decir, según mi experiencia) eminentemente masculina. Pocas chicas se ven realmente atraidas por el tema
2º.- A veces he puesto pelis en clase. He puesto SW o alguna de ellas y en Bachiller o les bailo o se me duermen. Por mucho que les explique, les intente atraer de esta o aquella manera. Imposible.
3º Los de primaria entienden la peli (o al menos se interesan por ella más que los mayores) te la cuentan, te la explican, te preguntan, etc
¿Tendrá Lucas un Generation Gap que no le entiende?
Sé que muchos de vosotros sois tb educadores, ¿cual es vuestra experiencia?
Perdón por la extensión y gracias



44
De: RM Fecha: 2005-05-18 22:39

Star Wars no funciona en los colegios: pasa lo mismo que los videoclips. Les aburre, quizá porque el formato televisivo y la hora de clase parte la peli por mitades que se hacen pesadas: solo el segundo tercio, en la Estrella de la Muerte, y el ataque con los X-wing les entretiene.

Curiosamente, dan mejor juego el Episodio I y el Episodio II.

Y las pelis de Indiana Jones.



45
De: Algernon Fecha: 2005-05-18 22:53

3º Los de primaria entienden la peli (o al menos se interesan por ella más que los mayores) te la cuentan, te la explican, te preguntan, etc

Aaaamigo, aaaamigo. Primaria es un terreno de cultivo fertilísimo! Ahí es cuando puedes darle un cerebro a un niño o arrebatárselo!

Cuando he leído ese punto te confieso que he pensado en los ewoks escuchando el relato de C3PO :DDD



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De: Jose Fecha: 2005-05-18 23:21

Ahí le has dado Rafa. Añadir que a parte de las peliculas, todos esos buenos momentos que hemos pasado con StarWars en su 5( ;) ) y con este 6 capitulos, hemos disfrutado muchas horas con todo lo que critican por ahí fuera como son videojuegos, juegos de mesa, incluso tacitas con las que podiamos desayunar con el maestro yoda. !!! Un abrazo de un ex-alumno tuyo!!!



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De: lum Fecha: 2005-05-18 23:36

Qué buena esa escena, C3PO de cuenta-cuentos :-D

[fuera de tema] Si os interesa, están hablando en la 2 sobre el tema del agua, y por cierto que han usado ni más ni menos que una escena del comienzo de 2001 para introducirlo :-O [/ fuera de tema]




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De: Helio Mira Fecha: 2005-05-19 04:14

Bueno, pues nada. Como cantó Sabina y aunque no lo diga el diario, hoy "han hallado muerto al niño que yo fui".

Vengo de ver el E-III en la premiere de Madrid. Servidor y unos colegas hemos intentado procesarlo al salir, tomando un par de copas. No sé si lo hemos conseguido. En cualquier caso:

Probablemente sea la mejor de esta trilogía.

Probablemente sea la más intensa desde El Imperio (que también sea mejor ya es otro cantar).

Y, desde luego, había muchos cabos por atar, y alguno ha podido quedar forzado, o incluso en el aire. Pero recién vista, como que es lo de menos.

No quiero crear expectativas buenas o malas. Ni caer en spoilers que, no obstante, la mayoría ya conocéis. Resulta que a mi ambas cosas me han pesado en cierta medida esta noche. Así que si se las ahorro a alguien, mejor para él o ella.

Pero mañana vuelvo, que ya tengo entrada...



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De: Darkmon Fecha: 2005-05-19 10:09

Ey, ya he visto que habéis vuelto al eterno tema de Yoda,jeje. Sin entrar en polémica ni pretender reiniciar esta conversación, sólo quiero manifestar que yo lo único que pretendía decir es que debemos tomarnos menos en serio todas estas disertaciones, y no ver las cosas únicamente blancas o negras. Que, al fin y al cabo, todo esto sólo son opiniones, y que nadie está en posesión de la verdad absoluta. Y que no se puede decir: "como tú opinas X, es que eres Y". No saquemos conclusiones precipitadas que además no tienen ningún fundamento. Ante todo respeto.

Gracias por tus palabras de apoyo, Lum. Y un saludo para todos. No olvidemos que, en el fondo, todos somos del mismo bando, fraternales cruzados del espacio con la Fuerza como aliada. :-)



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De: Pablo Lata Fecha: 2005-05-19 10:56

Totalmente de acuerdo, Darkmon: Hablamos de Star Wars porque nos gusta.

Conste que el formato en que nos expresamos (comentarios de pocas líneas por escrito) puede hacer que parezca que nos tomamos las cosas más gravemente de lo que en realidad queremos dar a entender: falta la entonación, por ejemplo, o la expresión facial.

Y el tema de Yoda... Es que es un tema atractivo y se presta a análisis e, incluso, desbarres varios.



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De: Darkmon Fecha: 2005-05-19 11:05

Jaja, es cierto. No por nada le dedicamos todos a Yoda en su día más de 100 mensajes, y hoy por hoy parece que no sirvieron para nada, puesto que el debate continúa y continuará hasta el infinito y más allá. :-)



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De: Alfred Fecha: 2005-05-19 11:19

Pues nada, como finalmente pude acabar la reseña de marras antes del viernes, por aquí se la dejo, con la venia de Don Rafael, antes de renunciar a asomarme por aquí, hasta que no vea el Episodio III, para evitar los posibles spoilers:

Sigue avanzando este mes galáctico (así denominado por el próximo estreno en los cines de “La Venganza de los Sith”, tercer y último episodio de la nueva trilogía de Star Wars, y no porque el Madrid haya ganado la liga, obviamente), y siguen las televisiones reponiendo las restantes películas de la serie. Una magnífica oportunidad para revisionar por vez primera, desde su pase por nuestras salas, “Las Guerras Clon”, segundo episodio de la saga, que no quise desaprovechar, refrescando así de paso la memoria acerca de los acontecimientos inmediatamente anteriores a la nueva entrega, pese a la irritante molestia que siempre suponen, claro está, los inevitables, y también interminables, bloques de anuncios. Y con eso y con todo, miren ustedes por donde, debo confesar que esta segunda vez me ha agradado algo más que cuando la vi en pantalla grande, no sé si sería por saber ya lo que iba a encontrarme, alejando así cualquier posibilidad de decepción, o si tal vez se habrá debido a conocer ya de antemano los numerosos y llamativos defectos que la cinta tiene, pudiendo así reparar en alguna de las virtudes que originalmente ocultaron.

Porque no nos engañemos; aun cuando la haya disfrutado más en esta última ocasión, la película no deja de ser un rotundo fracaso, a mi juicio, si es que George Lucas de veras quiso plantear con ella, tal y como llegó a declarar, una historia fundamentalmente romántica, con el naciente noviazgo entre Anakin y Padme como eje central del argumento. De ser así, repito, la cinta me parece un fracaso, además de estrepitoso, vergonzante, dada la absoluta incapacidad que el guionista y director demuestra para resolver de manera inteligente y adecuada lo que pretendía ser, a priori, el tema central de su cinta; más le hubiera valido al amigo Lucas, visto lo visto, haberse dedicado a sus labores habituales, más relacionadas con la aventura y la fantasía, y haberle dejado las historias de amor a Corín Tellado y demás profesionales del género. Entonces, y solo entonces, ay, nos habríamos podido ahorrar todos y cada uno de los tediosos minutos de metraje que Lucas dedica a desarrollar el romance de marras, de un modo tan torpe que sonroja, con unos diálogos horriblemente artificiosos y carentes por completo de naturalidad, y sin olvidar ninguno de los típicos tópicos que siempre suelen adornar, en la ficción menos inspirada, los más empalagosos, estomagantes y pastelosos idilios: la tonta manía persecutoria que parecen tener los guionistas menos imaginativos, recurriendo siempre a Venecia cuando pretenden evocar un ambiente romántico (¿no han observado ustedes ese bote, en el que llega la parejita a su escondite, cuyo ridículo diseño remite directamente a las célebres góndolas de la ciudad de los canales?), la conocida imagen de los dos amantes retozando por la acostumbrada pradera, su intenso verdor primaveral invariablemente recortado contra un cielo esplendorosamente azul, la apasionada conversación que ambos susurran a la orilla de la chimenea...Todos, sin excepción, están ahí, para desgracia de los espectadores. Un catálogo de las estampas más habituales que suele generar ese concepto del romanticismo, simple, bobo y estereotipado que muchos poseen, y que no hace sino entorpecer, durante todo el nudo de la narración, la otra línea argumental que avanza en paralelo, protagonizada por Obi-Wan Kenobi y su investigación, infinitamente más interesante y cautivadora, por descontado, que la predecible relación entre papá y mamá Skywalker. Ya decíamos antes que la aventura , después de todo, siempre ha sido, con diferencia, el punto fuerte de George Lucas, y ahí tenemos, al alcance de la mano, para corroborarlo, las inolvidables películas de Indiana Jones, “Willow”, o la propia Star Wars.

De igual modo, tampoco termina de convencerme, personalmente, y a un nivel más subjetivo, la manera en que Lucas pretende rizar el rizo al manejar la retrocontinuidad; si en “La Amenaza Fantasma” me pareció todo un acierto situar el origen del pequeño Anakin en Tatooine, allá donde todo comenzará de nuevo años después, considero que en este Episodio II, por el contrario, se le va la mano al tratar de relacionarlo todo, haciendo de la saga, sin ninguna necesidad, un circulo demasiado cerrado sobre sí mismo como para resultar creíble, y forzando excesivamente las coincidencias con el único propósito aparente de regalarle a los seguidores más acérrimos de la serie un par de simpáticos guiños. ¿O acaso hacer que sea el padre de Bobba Fett el modelo genético del que parten todos los clones tiene alguna otra utilidad que no sea única y exclusivamente la de recuperar para las nuevas cintas, o casi, al carismático cazarrecompensas, y lograr así que los espectadores más entregados esbocen una sonrisa cómplice cuando el chico recoge, con gesto grave y siniestro, el casco de su padre muerto? Detalles como este son los que le inducen a uno a pensar que la nueva trilogía se ha ideado, ante todo y sobre todo, para contentar a tal sector del público. Como parte integrante del mismo, eso sí, admito que determinadas referencias se introducen de manera sumamente inteligente, tal y como ocurre con la aparición de los primeros planos de la Estrella Muerte, así como también que la pelea bajo la lluvia, entre el joven Obi-Wan Kenobi y Jango Fett, acompañada por el correspondiente despliegue de gadgets de este último, además de satisfacer al fan que llevo dentro, constituye una de las escenas más vibrantes y mejor rodadas del film. Del verdadero interés que puedan tener, en cambio, para cualquiera que no haya sido seguidor de la saga durante toda su vida, secuencias como la famosa lucha con sable láser de Yoda, o el ataque en tropel del batallón de caballeros Jedi, ya no estoy tan seguro.

En un plano más secundario, y para terminar de ensañarme con las múltiples pegas que a la película se le pueden sacar (aparte dejo toda la historia de la Profecía y el ramalazo mesiánico de última generación, que nunca he visto demasiado claro), debe anotarse que los momentos cómicos protagonizados por la habitual pareja humorística del serial, C-3PO y R2-D2, resultan en esta ocasión bastante menos afortunados que en casos anteriores, aunque se mantenga intacta, eso sí, su caracterización, con esas dos personalidades tan opuestas que siempre les distinguió, el uno inquieto, espabilado y rudo, pese a su corta estatura, y el otro atolondrado, indeciso y remilgado, cual brillante Woody Allen de hojalata.

Y cuales son, pues - se preguntarán todos ustedes, imagino, a estas alturas de mi texto - esas virtudes que servidor decía haber descubierto en este segundo visionado. Pues bien, en resumidas cuentas cabría hablar, precisamente, de esto último que mencionaba: la caracterización de los distintos personajes. Especialmente, como no podía ser de otra forma, la de todos aquellos que tienen su origen en las antiguas películas. Y es que al igual que señalo, con una dureza considerable, los fallos que a mi entender anda cometiendo el viejo Lucas en este último proyecto suyo, no me importa en absoluto, cuando se tercia, aplaudir también sus aciertos. Quizá no sepa desarrollar convincentemente una historia de amor sobre la gran pantalla, y es obvio que no sabe, pero resulta innegable que a la galería de personajes de Star Wars la quiere y conoce como si fueran sus propios hijos (y en cierto modo lo son, de hecho), y así lo demuestra, pienso, en el Episodio II. De tal manera, y esto es lo mejor de la cinta, insisto, Lucas logra dotar a todos y cada uno de los personajes, en este tiempo pasado escrito a posteriori, de una personalidad que encaja como anillo al dedo con la imagen que de ellos pudimos formarnos viendo las primeras entregas, al mismo tiempo que explora nuevas dimensiones de su carácter, solo intuidas hasta el momento, pero en modo alguno incoherentes o inapropiadas.

Miren, por ejemplo, la estampa de intrépido aventurero espacial que el joven Obi-Wan Kenobi nos regala aquí, saltando tan pronto por la ventana para perseguir a un asesino, en ese abarrotado planeta de Coruscant que bien pudiera ser la oscura ciudad de Blade Runner sublimada, como viajando en calidad de espía de una punta a otra de la galaxia, al más puro estilo de James Bond, para averiguar quién se oculta tras la creación del misterioso ejercito de clones. ¿No concuerda tremendamente bien, acaso, con ese anciano caballero Jedi que encarnara hace años un inmenso Alec Guiness, todavía lo suficientemente ágil y robusto, pese a las canas, como para sobrevivir sin problemas en el peligroso desierto de Tatooine y salvarle el pellejo al joven Luke en la cantina de Mos Easley? ¿No casa perfectamente, a su vez, el humor socarrón del que hace gala en el Episodio II, a través de su interpretación, Ewan Mcgregor, con aquel viejo de hábito marrón capaz de soportar los sarcasmos del descreído Han Solo y darle la réplica sin pestañear (“¿Y quién es más loco, el loco, o el loco que sigue al loco”)? ¿No se nos dijo siempre, en las viejas películas, que Obi-Wan nunca estuvo preparado para entrenar al conflictivo Anakin, y no es eso exactamente lo que vemos ahora, cada vez que sus órdenes son desobedecidas y cuestionadas por el alumno?

Y otro tanto podría decirse acerca de Yoda, personaje cuya actuación en “Las Guerras Clon” resultó ser la más polémica, curiosamente, sin que yo acabe de comprender la razón. ¿No resulta lógico que el líder de una Orden de guerreros (que no soldados, ojo) recurra a su sable láser cuando las circunstancias así lo requieren, por más que siempre intente evitarlo debido a esa filosofía oriental, propia de las artes marciales, según la cual la violencia solo debe emplearse cuando sea realmente necesaria, que Lucas tomó prestada para sus caballeros Jedi? ¿Y no resulta lógico que un personaje de su importancia dentro de la República, casi un estadista, máximo representante de ese brazo armado no oficial del gobierno que son los Jedi, domine además el arte de la guerra y demuestre ser, llegado el caso, comandando al ejercito de clones, un magnífico estratega? Realmente no encuentro los motivos para tantos debates en torno al tema, vaya, sobre todo cuando la proverbial sabiduría que siempre le caracterizó permanece intacta, y hasta se resalta, destacando su admirable humildad cuando todavía se maravilla, desde su inabarcable experiencia, ante la mente de uno de sus pequeños aprendices, y siendo el único personaje, para colmo, que se pasa toda la película con la mosca detrás de la oreja, sospechando que tiene la clave del enigma justo ante sus mismas narices, aunque finalmente no pueda evitar el desastre que se cierne sobre la República.

Incluso la personalidad con la que se nos presenta al Anakin adolescente, dejando a un lado el torpe desarrollo de su amorío con Padme y la cuestionable labor de su intérprete, responde punto por punto con lo que ya sabíamos anteriormente sobre la juventud del personaje, impaciente, arrogante, indisciplinado y rebelde, hasta el extremo, probablemente excesivo, de resultar irritante y parecer un niñato malcriado (si bien gran parte de la culpa, en este caso concreto, habríamos de achacársela al pésimo doblaje de la versión española). También su asombrosa habilidad como piloto, ya citada en las antiguas películas, sale a colación, acentuándola por contraste con el reparo que a Obi-Wan le da volar, según descubrimos ahora (nuevas facetas de los personajes, como decía anteriormente, que los enriquecen, sin que choquen por ello para nada con lo ya visto).

La amplia galería de personajes que posee la saga se sigue incrementando, por otra parte, y en esta ocasión, a diferencia de lo que ocurriera con “La Amenaza Fantasma” (excepción hecha de Qui-Gon Jinn), hasta merecen la pena y todo las nuevas incorporaciones. Un buen ejemplo sería el conde Dooku, quien podría darle un par de lecciones al insulso Darth Maul sobre cómo ser un simple comparsa del villano, sin mayor importancia, pero con clase, gracias al trabajo del veterano Christopher Lee, quien le otorga al Jedi renegado un aire altivo y flemático de lo más atractivo a la par que aporta con su presencia ese agradable toque de distinción que siempre suelen traer consigo las viejas glorias del cine, aunque sea el de serie B. Invitando al legendario actor a intervenir en su proyecto, por cierto, además de concederle el honor de participar en la recta final de su carrera en dos de las sagas más taquilleras de la historia del séptimo arte (recordemos su actuación como Saruman en “El Señor de los Anillos”), George Lucas logra redondear casi tres décadas después su particular homenaje a las míticas películas de la Hammer, tras haber contado en el Episodio IV con la colaboración de Peter Cushing, tradicional némesis de Lee sobre la gran pantalla cuando este interpretaba su archiconocida versión del conde Drácula (título nobiliario que también ostenta Dooku, y no por casualidad, supongo).

No obstante, si servidor hubiera de escoger entre todos los personajes que aparecen en esta nueva trilogía, creo que me quedaría sin duda alguna con el Senador Palpatine, auténtico protagonista, o casi, de las últimas entregas, en su maravilloso papel arrebatadoramente manipulador y encantadoramente cínico, y verdadero motor de la historia. Sencillamente genial la manera en la que va moviendo poco a poco las piezas sobre el tablero, haciendo de cuantos le rodean simple barro en sus manos, como hace con el joven Anakin Skywalker, a quien logra tutelar, como quien no quiere la cosa, y sin que nadie lo sepa, envenenando sutilmente sus pensamientos y aprovechándose astutamente de sus punto débiles, cada vez que alimenta con halagos su ambición y su arrogancia, para atraerlo al Lado Oscuro de la Fuerza. La retorcida perversidad que encierra propiciar el noviazgo entre Padme y el joven Jedi, asignándole sibilinamente su protección, para desestabilizarlo y lograr que se replantee su compromiso con la Orden, al cuestionar por las circunstancias sus estrictas normas, convirtiendo así en última instancia algo tan puro como su amor en la llave que lo conducirá a la ira, y por lo tanto en instrumento del mal, qué quieren que les diga, me parece lisa y llanamente maravillosa.

Otros aciertos que pueden hallarse en la cinta, al margen de la excelente caracterización de los personajes, serían el curioso paralelismo que se establece entre las respectivas trayectorias del padre y el hijo, acabando ambos la segunda entrega de cada trilogía con la mano cercenada y sustituida por una prótesis cibernética, su diseño de producción, directamente apabullante, aunque los efectos especiales, siendo tan recientes, no hayan resistido demasiado bien el paso del tiempo (no son pocas las veces que las criaturas animadas no acaban de integrarse adecuadamente con los actores reales o que los fondos digitales se notan más de la cuenta), o las reminiscencias de “Centauros del Desierto” que se aprecian en la trágica muerte de la madre de Anakin, ocasionada por unos moradores de las arenas que al joven Jedi, tras el rapto y posterior asesinato de su madre, le merecen la misma opinión que al agresivo personaje de John Wayne le merecían los indios en la legendaria cinta de John Ford (el difunto Wayne, de hecho, seguramente habría clavado, con su conocida rudeza, el papel del colono viudo).

Y hasta aquí mi análisis del Episodio II. Espero no haberles cansado demasiado, si es que lo han llegado a leer.

Un saludo.

Y perdón, otra vez, por el ladrillo.



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De: Magnus Majere Fecha: 2005-05-19 12:14

maravillosa reseña alfred...totalmente de acuerdo en la mayoría de ideas (en algunas no, pero eso es lo bonito).

Gracias por compartir tu opinión!!!



54
De: Darkmon Fecha: 2005-05-19 13:29

Muy buena la reseña. Yo también coincido en casi todo. Con énfasis en el adverbio casi.



55
De: Nau Fecha: 2005-05-19 18:06

Lectora de hace tiempo, primer ocmentario. No lo he podido evitar, esto de que SW es "eminentemente masculina"...

Ahí por 1988 (sí, antes de que saliesen a la venta en vídeo) una amiga mía y una servidora nos recorrimos la mitad de los videoclubs de Barcelona buscando una copia de la trilogía. Y la encontramos. Y vaya sí disfrutamos... Las dos la habíamos visto en el cine, però éramos muy pequeñas y no recordábamos nada.

Desde entonces dura el vicio, a pesar de estas precuelas. Pero esta vez me han dicho que vale la pena. He conseguido no leer spoilers (sólo el trailer), y de hecho no debería estar aquí, pero es que no puedo ir al cine hasta el sábado y vaya si se me va a hacer larga la espera.

Tal y como comentó un amigo mío hace tiempo, lo que nos pasa es que nos gustaría ir por la galaxia sable en mano, diciendo "tengo un mal presentimiento" y estirarle las orejas a Yoda. Que la fuerza nos acompañe.



56
De: larios Fecha: 2005-05-20 10:39

Nau, me parece perfecto que te guste, que te dure el vicio galáctico y que tengas una máscara de Vader en tu casa si es el caso pero, si no recuerdo mal, y así tú me lo recuerdas, digo "eminentemente masculina". Hablo de mi experiencia como educador. Eminentemente no significa exclusivamente, la falda es eminentemente femenina pero los escoceses la lleva, y así muchos ejemplos.
Perfecto que te guste, pero creo que sí es EMINENTEMENTE masculina.