2005-03-26

469. ESCRIBIENDO

Les cuento: el problema que tiene escribir un libro es encontrarle la música. De siempre he querido que cada historia se contara no de una buena manera, sino de la única manera posible, de la manera en que sólo se podía contar esa historia. Durante mucho tiempo, mis primeros relatos y novelas, usé la narración en primera persona que me permitía meterme dentro de la piel del personaje, camuflarme dentro de él y hacerle en ocasiones hablar por mí; una estrategia que a veces tiene sus cosas buenas (te permite crear personalidades más redondas) pero que obliga a una cierta linealidad narrativa, a un solo punto de vista (a menos que, claro, seas capaz de conseguir que el personaje diga a la vez la verdad y mienta). Desde hace unas cuantas novelas, estoy escribiendo desde fuera, esto es, en tercera persona, en narrador universal, que me permite montar el libro como si fuera una película, escamoteando escenas, cambiando de ritmo y de centro de la acción. Salen novelas más divertidas para el lector, me parece, y quizá sean más sencillas de escribir, porque uno puede entrar y salir de situación y no es tan grande, o eso se me antoja, el riesgo de perder de vista la expresión del personaje, su forma de ver el mundo y la historia que nos narra, el tempo de su narración, eso que más arriba he definido como la música de la historia.

El narrador universal puede permitirse el lujo de tener altibajos, de utilizar trucos narrativos, de empezar in media res y terminar cada capítulo en cliffhanger. Con la primera persona, lo difícil es conseguir todo eso y sin desentonar, que el personaje hable por sí mismo y no desde un artificio literario que se note (aunque a veces hay que dejar claro que es un artificio literario, por supuesto, y no la realidad "real" lo que se cuenta). La primera persona, que antes me parecía más sencilla (quizás porque me estaba explicando el mundo y la literatura) se me vuelve ahora más peliaguda, en tanto quiero dejar claro que el personaje que ¿habla? ¿escribe? ¿piensa en voz alta? ¿se confiesa? no soy yo. Si trabajo me cuesta siempre incluir diálogos cuando voy lanzado en una narración (ya saben eso que dicen: el diálogo para el teatro, la narración para la narrativa), todavía más difícil se me vuelve cuando el texto va redactado en primera persona y hay que acotar quién dice, qué dice, por qué mueve o no mueve la cabeza, como si hiciera falta (que lo mismo sí) describir cada gesto que acompaña a la palabra, o relatar un diálogo que sólo puede ayudar al lector a hacer más llevadera la lectura y que el narrador podría zanjar con cuatro líneas de su cosecha.

Llevo ahora mismo dieciséis o diecisiete páginas de novela nueva, en primera persona, y ya ando hecho un mar de dudas y contradicciones. Porque me puede de nuevo el miedo escénico de perder la comba de las palabras con las que se expresa el personaje que es a la vez el ¿escritor? ¿relator? ¿recitador? ¿pensador? ¿penintente? de la historia que intento narrar. He encontrado la voz y la música, pero esa música y esa voz tienen que ser, por exigencias de la historia, diferentes del prólogo al capítulo primero, y poco a poco debe de ir madurando, cambiando de registro y de estilo cada pocos capítulos, según vaya encontrándose con nuevas situaciones y nuevos personajes, para que desemboque poco a poco en el personaje tal como es en ese prólogo que es a la vez casi el final del libro. O sea, que el problema seguirá, como es normal que siga, con cada comienzo de capítulo, con cada final de episodio. Y si le suman ustedes que, siendo una narración más o menos histórica en un pasado más o menos real, el vocabulario y los símiles y las referencias quedan espantosamente reducidos, aquí me tienen, enfrentado desde hace dos días al síndrome de la pantalla en blanco, al capítulo segundo con dos páginas nada más, a los personajes lampando por salir a escena y al narrador que se entretiene rascándose las cejas, y dudando cómo presentarlos mejor, porque se le va la vida, y la obra misma, en hacerlo de la única manera que puede hacerlo para que la historia valga.

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Comentarios

1
De: Anónimo Fecha: 2005-03-26 12:53

Vaya reflexión más buena, y qué forma tan bonita de contar que una historia tiene una música que es necesario encontrar.
Por cierto, es curioso que a mí me suceda lo contrario: que sea la tercera persona la que no me deje dormir ni vivir, y todo funcione como un reloj suizo en cuanto me abandono a la primera. En fin.



2
De: RM Fecha: 2005-03-26 13:04

Debe ser por rachas. A mí antes la tercera persona me aterraba, y ahora me va saliendo sola. Y la primera me salía sola y ahora me da un poco de canguelo.



3
De: Jesús Yugo Fecha: 2005-03-26 13:12

Puede que cuanto más sabes, más dudas, más preguntas, inseguridades y opciones te asaltan.



4
De: POTUS Fecha: 2005-03-26 13:46

Soy tu profesor de BASIC.
Veo que te has adaptado al medio segundo a segundo, pasito a pasito. El nivel técnico (no al de contenidos) de tu Weblog ha crecido mucho. Ya no te acuerdas de aquellos tiempos de:
FOR N=1 to 100
PRINT "I LOVE STAR WARS"
NEXT
Aquellos tiempos de amigos Tipo A y amigos Tipo B



5
De: Txiki Palomares Fecha: 2005-03-26 19:04

Cómo te comprendo, qué desesperante.
Pues no es poca cosa haber encontrado la música, como dices. Yo la encuentro cuando llevo la mitad del relato, lo que me obliga a reescribir, si es que la encuentro.
¿No te resultaría más fácil escribir el prólogo al final, cuando ya tengas la voz del final, sea la que sea? Porque tal vez te parece que has encontrado la música de los capítulos finales y en realidad lo que debes hacer es que el narrador avance a su aire y mientras evolucione dejarle, y sólo al final, cuando ya esté formado el carácter del personaje, volver al principio.
Otra posibilidad es que te saltes el capítulo segundo y empieces el tercero y que sea lo que Dios quiera. Ya completarás los espacios en blanco. Aunque supongo que se te hará muy cuesta arriba: cada maestrillo...



6
De: Alfred Fecha: 2005-03-26 19:51

Su narrador, supongo, relatará la historia en tiempo real, entonces, ¿no?

Lo digo porque normalmente no se da esa evolución de la que usted habla, en el habla y el pensamiento del personaje, al ser contadas las historias por el narrador de turno a toro pasado y ser constante, por lo tanto, su manera de relatarla, su habla y su pensamiento.

Pregunto por curiosidad, vaya, que me ha llamado la atención la idea.

Un saludo.



7
De: RM Fecha: 2005-03-26 20:25

Amoavé, la primera persona es un artificio. Normalmente no se está escribiendo físicamente la historia. Se cuenta desde dentro de una persona, pero no es un libro lo que se escribe (o no es un libro que mi personaje escribe). Es una voz interior, si quieres. Cincuenta años, en el prólogo. Desde recién nacido en adelante a partir de ahí. A veces, cuando me interesa o le interesa, hablará (o pensará, o reflexionará, se confesará, lo que quiera que esté haciendo) con ingenuidad, otras con ironía, otras con tragedia, porque sabrá o no sabrá lo que va a pasarle.

Como cualquier otra novela, por otra parte.



8
De: Alfredo Álamo Fecha: 2005-03-26 20:37

Yo estoy con la tercera, amarrado. Y lo peor es que esa tercera va pegándose a la primera de un personaje peligrosamente. Arj, desde luego ;)



9
De: RM Fecha: 2005-03-27 07:50

Hay algo mejor: la boca de tu puta madre, nen.

¿Por qué te cansas?



10
De: Algernon Fecha: 2005-03-27 09:49

A todo esto Rafa, ¿escribes con música o sin música? Yo no consigo escribir si antes no me pongo los cascos y pongo alguna banda sonora apropiada al argumento :-)



11
De: RM Fecha: 2005-03-27 10:20

Antes escribía con música. Ahora ya no.



12
De: ARES Fecha: 2005-03-27 11:11

"Hay algo mejor: la boca de tu puta madre, nen.

¿Por qué te cansas?"


Creo que me he perdido algo....



13
De: RM Fecha: 2005-03-27 11:17

No, Ares. Te has perdido exactamente NADA.

El troll de siempre, mucha mierda, etc etc etc. En vez de trolear en libertad digital o correr delante del toro de Arcos (o, perdón, delante de su papá)



14
De: RM Fecha: 2005-03-27 18:46

mucho muge el troll, criatura



15
De: Javi Gala Fecha: 2005-03-28 08:00

Al menos le gusta Buenafuente al Troll, a ver si se le pega el humorrr...

Acabé hace tres días "Elemental...", Enhorabuena.
Por cierto, a no ser que hayas sido tu mismo el que dio el texto para la contraportada, proponte asesinar al que lo hizo.



16
De: RM Fecha: 2005-03-28 08:05

Pues sí, Javi. No fui yo, conste.