No hay nada que agradecer, Don Rafael. Si acaso, como ya le dije, que nos deje usted montar por aquí cada año nuestra particular tertulia carnavalesca para que podamos comentar tranquilamente todo lo relacionado con el tema los cuatro majaras del asunto que por aquí nos dejamos caer habitualmente. Por lo demás, como cada año, ha sido un verdadero placer participar en dicha tertulia (y toda una terapia, por cierto, para los traumáticos sofocones que este Carnaval tan movido, por desgracia, nos ha traído a la afición).
Como quiera que el anterior post al que usted alude, aquel en el que hemos batido el record de comentarios entre unos cuantos estas semanas pasadas, se encuentra ya un tanto escondido en esta su bítacora, y acceder a él se ha tornado algo complicado, dejo por aquí mis recomendaciones personales, en lo que a agrupaciones callejeras se refiere, para quien quiera y pueda disfrutar este próximo domingo de ese auténtico lujo, esa verdadera genialidad de invento, ese genuino prodigio de las ganas de cachondeo, que es el Carnaval Chiquito.
Dejando a un lado a "Los ex (ahora estoy mucho mejó)" de los que ya ha hablado usted, y que siempre logran algo tan importante como lo es que el público se lo pase en grande con ellos, yo recomendaría echarle un oído, o dos, a "Los Maestros de Esgrima", una de esas chirigotas que cantan bajito y casi al oído, sin soltar ni un solo taco, agudizando el ingenio y con una musicalidad de lo más chirigotera; "Los Niños Superdotados", cuarteto de poca o ninguna vergüenza (en el buen sentido que la expresión adquiere en Cádiz por Carnaval, ojo), que no se cortan un pelo a la hora de soltar las mayores barbaridades, pero siempre con gracia y una imaginación desbordante; "La Patrulla Buho", sexteto de boy scouts permanentemente ligado a un perchero, por poco sentido que tenga, que sigue la misma línea que los citados espadachines, por lo referido a la finura de sus letras y lo agradable de su musicalidad; y ya por último, claro, "Camarata guatifó", o algo así, que es el nombre cargado de guasa bajo el cual se presentan este año los del Gómez, con un grupo bastante mermado y sin ser ya los del Gómez (o eso he escuchado yo), pero manteniendo pese a todo, a lo largo de su repertorio de impresentables músicos dieciochescos, el magnífico nivel de todos los años. Del año aquel de "Los Sibaritas", eso sí, se les ha quedado un cierto ramalazo snob y pejiguera por el cual se muestran, a mi juicio, demasiado quisquillosos a la hora de ofrecer sus coplas (que si echaros todos un poco más para atrás que no estamos cómodos, que si me voy a cantar a la quinta puñeta, aunque luego haya que buscarme por Cádiz con un GPS, porque el ruido de la Plaza me molesta, que si pongo mala cara cuando alguien hace ruido mientras canto, aunque haya sido inintencionadamente, que si apaguen los móviles, etc...). Con eso y con todo, sus letras continúan siendo uno de los mayores alardes de ingenio, inteligencia y gracia que pueden encontrarse por las esquinas gaditanas durante estas fechas, y la música de sus cuplés, obra del Caracol, prosigue sonando sencillamente exquisita, con un soniquete rabiosamente chirigotero, heredado directamente de Fletilla y tantos otros maestros que abrieran un buen día esta vereda.
Y supongo que también podrán ustedes echar un buen rato, aunque se encuentren ya a otro nivel, con "Las Chicas del Calendario" y "Las Novias de los Guardia Marinas". Solo por ver en sus filas, haciendo la calle (en el mejor sentido de la expresión, nuevamente), a viejas glorias del Concurso ya retiradas, como Antonio Martínez Ares y Adela del Moral, respectivamente, ya merece la pena arrimarse a ellos durante alguna de sus actuaciones.
En lo relativo a los romanceros, y si se fian ustedes de mi criterio (y del jurado del Concurso oficial, que también lo tiene la modalidad, pues han sido los tres primeros premios del mismo), no dejen de escuchar, si tienen la oportunidad, al Herodes de Salvador Fernández Miró (especialmente recomendado para quien sea padre y/o haya convivido con niños alguna vez), el Homero que acompaña a la citada "Patrulla Buho" (un romancero para gente culta; para gente inteligente lo son todos) y al Cura del Exorcista de Paco Mesa (sin llegar al nivel que el pasado año alcanzara con el Marqués de Sade, el buen hombre vuelve a demostrar un año más con este nuevo discurso sus cualidades como orador cachondo y desvergonzado).
Y dejo de citar, seguramente, a muchas otras que también merecerán muy mucho la pena, pero a las cuales, por desgracia, todavía no he podido escuchar ("Los Maniquiles del Palacio de la Moda", chirigota femenina con magníficos antecedentes, sin ir más lejos, podría ser un buen ejemplo).
Si tienen ustedes la gran fortuna de poder disfrutar este domingo del Carnaval Chiquito, insisto, que ustedes lo disfruten. Yo, desde luego, pienso hacerlo.
Un saludo.
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