ALATRISTE EN COMIC
Puedes ustedes empezar a acusarme de decir "Jehova" y buscar los piedros. No había visto, por lógicas medidas de higiene mental y falta de tiempo material, la adaptación al cine del tebeo de El Hombre sin Miedo, y ayer por la tarde tuve la oportunidad de, sentadito ante la tele, echarle un par de ojos. Y, oigan, me gustó. No es para tirar cohetes, desde luego, está hecha sin un duro y con el mismo equipo que hace los efectos especiales de la play station (o sea, los mismos que en Spider-Man), pero me pareció un acercamiento bastante fiel y hasta bastante enamorado (por parte de guionistas y director) al abogado ciego. O será que, como en el mismo caso del trepamuros, es el dividí o el video o la tele lo que pone a las pelis en su justo sitio.

Reconozcámoslo: más allá de la premisa del superhéroe ciego, de lo sexy que es el uniforme que diseñara Wally Wood, de lo chulos que eran los contrastes de luces y sombras dibujados por Gene Colan, poco hay exportable de Daredevil a otro medio: la historia de Electra (que es la que se cuenta, comprimida, aquí), y la del Born Again (que es la que se da a entender que contarán en un futuro que posiblemente nunca sea).

El problema de la peli es que quiere contar todo eso (el origen, el conflicto, la historia de amor, el malo y su jefazo) y se pierde por el camino, porque como historia de superhéroes no es muy allá y tiene que vérselas en figurillas para que todo le encaje en una peli a la que, para más inri, acaba por sobrarle metraje. Casi parece que estemos viendo una segunda parte, porque nos cuenta un conflicto de ruptura, no de creación de mito (y algo así le dice Foggy Nelson a Matt a cuenta de su relación con Electra). Es decir, asentando las bases de Daredevil en un ratito de película, más parece que sea una primera parte de la película de Electra, que es quien tiene las mejores escenas y se lo cree más. Además, Jennifer Garner pocas veces sale más hermosa que aquí, pero se juega con la ventaja de que el pobrecito de Ben Affleck tampoco es José María Rodero, y cree que hacer de ciego es hacer de señor que tiene tortícolis.

Hay, con todo, momentos entrañables: ese inicio de la peli con la rata que, obviamente, está haciendo el guiño al Maestro Splinter de las tortugas Ninja; el juego sensual en el columpio; el cachondeo a costa de los caimanes en las cloacas por parte de Foggy Nelson (y los seguidores de los tebeos lo entenderán); el bello momento en que, en la lluvia, Matt ve por fin el rostro de Electra. Y hasta un señor que no es santo de mi devoción, Colin Farrell, entrega un Bullseye desquiciado, histriónico, malo-de-tebeo-según-el-cine que no le va a la zaga a otros de la misma calaña (anoche mismo, creo, pasaban Waterworld, donde vemos al más desquiciado Dennis Hopper --y ya es decir-- de la historia), quizás porque no luce peluca rubia, y que en versión original ofrece un subtexto interesante: el irlandés nativo y desclasado contra el irlandés asentado en los USA y por tanto democrático.

Se agradece, desde luego, la lección moral de la historia, en un tiempo en que héroes y villanos (sobre todo en los tebeos) no se diferencian: "Yo soy el bueno", dice Ben Affleck. Lo cierto es que la buena-buena es Electra. A ver cómo luce el uniforme rojo en la peli propia, que se estrena dentro de unos días y que, me temo, iré a ver al cine.

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Comentarios

1
De: Fakemon Fecha: 2005-07-03 12:58

¿Te ha gustado? Ya somos dos (confesos).



2
De: Sergio Calvet Fecha: 2005-07-29 18:02

Que sean tres!



3
De: blackjack Fecha: 2005-09-23 18:36

aunke llegue tarde, somos cuatro