Como la mujer del César, no sólo tenemos que aspirar a ser importantes: tenemos sobre todo que aspirar a parecerlo. Una Hispacón (o una HispaCon, como ustedes prefieran, hasta pueden convertirla en masculino, si les gusta más) puede montarse con dos aulas vacías, una mesa camilla y una pared donde colgar cuatro pósters. Así las hemos tenido y así podremos volver a tenerlas alguna vez. Y no pasará nada, y serán buenas Hispacones, porque como el carnaval, el espíritu de la Hispacón hay que llevarlo dentro, y cada grupo que la organiza hace lo que puede, como puede, y con el deseo de que todo salga lo mejor posible, contando con muchas horas de trabajo y siempre con las ganas de complacer a cuantos lleguen.
Hasta ahí, me parece, estamos todos de acuerdo. Pero si queremos que los encuentros anuales de aficionados a la ciencia ficción y la fantasía vayan a más, tenemos que procurar también guardar las formas. Y, si se puede y la organización del momento tiene la dicha de contar detrás con cierto respaldo económico y de instituciones, hay que intentar no sólo llegar a los de siempre (que somos doscientos mal contados), sino a los esporádicos y a los que no nos conocen ni siquiera de oídas.
Organizar una Hispacón (y ya llevo tres) es un esfuerzo agotador que sólo se paga cuando te estrecha la mano, satisfecho, alguien a quien no conoces, o cuando puedes tomarte esa cerveza y esas tapitas con los amigos a los que sólo ves de año en año, a salto de mata, en cualquiera de los puntos de la geografía donde se celebren nuestros encuentros.
Pero tenemos que llegar a más, y no podemos bajar la guardia, porque un año sin Hispacones podría suponer (y ese es el temor de la actual junta de la AEFCFT) un paso atrás peligroso en un momento de caramelo como el que ahora gozamos.
Por eso digo que, además de importantes, tenemos que parecerlo. Y parecerlo significa intentar aparentar que somos mucho más que lo somos o, por lo menos, procurar un cierto protocolo, una cierta profesionalización en lo que hacemos, un ritual indispensable en los actos y exposiciones. Que sí, que se hace igualmente con una mesa plegable y sin micrófonos, pero que para vender la burra hay que sacarle brillo y ponerle cascabeles de plata.
Si se cuenta con un palacio de congresos, con un ayuntamiento y una delegación de cultura rendida a la causa, es cosa fácil. Entonces sólo nos enfrentamos al peor enemigo: al derrotismo desde dentro. Una cuestión a la que no voy a dar ahora más importancia aquí.
Si queremos llamar la atención de los medios, salir en prensa, tener cobertura en las televisiones, esa mesa y esa silla nos van a resultar insuficientes. No creo que tenga nada de malo que la prensa venga buscando lo exótico (�Niño muerde perro�, recuerden, la primera lección del periodismo) si eso nos va a permitir colar cuatro frases serias, tener a nuestros autores un par de minutos en un telediario y, sobre todo, vender algunos libros más. En ese sentido, la cobertura mediática que hemos tenido este año en Gadir2K4 me parece de sobresaliente: no sólo se han dedicado al aspecto puramente friki, sino que ha habido entrevistas verdaderamente interesantes y hasta un prestigioso y premiado programa de la radiotelevisión andaluza dedicado nada menos que a la inmigración entrevistó a Guillermo del Toro y cubrió la Hispacón... de manera respetuosa, seria y alejada de tópicos. Los artículos publicados en Cádiz Información, El País, Diario de Cádiz, La Voz de Cádiz (que sepamos) han sabido perfectamente cotejar lo anecdótico con lo que verdaderamente nos importa: los autores, los libros, el género.
En la trayectoria de esos pasitos que me gustaría que fueran, poco a poco, indispensables para todas las Hispacones, este año hemos conseguido unos cuantos logros, algo que me parece no se había logrado en ocasiones anteriores, siempre en busca de una �normalización� con respecto a otros foros culturales como puedan ser ferias del libro, festivales de cine o teatro o presentaciones editoriales:
-Recuperamos la �revista oficial� o combozine, olvidada o desplazada por otros problemas logísticos hace muchas hispacones ya, y hasta conseguimos que tuviera portada en color.
-El premio Domingo Santos pasó a estar dotado con mil euros, frente a los seiscientos euros tradicionales.
-Se publicó un número especial de la revista Artifex que, subvencionado por la Fundación Municipal de Cultura, logró por primera vez unir a escritores gaditanos �de� ciencia ficción y fantasía con aquellos que, con prestigio local e incluso nacional, apenas habían tocado tangencialmente la temática. Este ejemplar se regaló a los inscritos en la Hispacon Gadir2K4, a los suscriptores de Artifex, e imagino que todavía quedará algún ejemplar que se regalará en la próxima feria del libro.
-Tanto el cartel como tres de los actos (a los que denominamos �ponencias�), se pagaron según las tarifas habituales de la Fundación Municipal de Cultura. Seguimos pensando que, de cara a una profesionalización, es indispensable.
-La publicidad se hizo de manera escalonada; se enviaron carteles y dípticos de inscripción a todas las librerías especializadas de España. Se hizo una rueda de prensa ante los medios de prensa escrita y de radio y televisión locales, y quince días antes del evento se colocaron carteles por todos los establecimientos, colegios y centros culturales de la ciudad. Muchos de estos carteles han pasado a ser pieza de coleccionista.
-Los cuatro invitados de honor (cinco, en realidad, contando a José Faraldo; seis, sumando a Jesús Merino, que sólo vino una noche), más sus acompañantes, lo fueron en calidad de invitados absolutos: desplazamiento, estancia, manutención. Eso los privó, lo sé, de poder compartir mesa y mantel con algunos aficionados. Se invitó desde la Fundación Municipal de Cultura a algunos ponentes y nombres importantes del mundo editorial y literario a alguno de estos almuerzos o cenas: nuestra tesis fue que, si se hace con los directores teatrales o los escritores que vienen a presentar libros, también debería hacerse con los invitados de Gadir2K4. Y no se puso en ese aspecto traba alguna. Aparte de eso, y sin que mediara intervención nuestra, se invitó a la cena de honor a alguno de los ya inscritos, a quienes se devolvió el importe o no se les quiso cobrar: insisto, porque desde la propia Fundación se consideró un detalle de protocolo básico.
No les voy a hablar ahora del nivel de los actos, de las ponencias, conferencias, mesas redondas y presentaciones editoriales. Ni de los stands, que adornaron lo suyo y pusieron la indispensable nota de color. Ni de las exposiciones. Ni de la calidad de los servicios técnicos del Palacio de Congresos. No quiero que esto parezca autobombo.
Sí quiero hablarles de lo que se nos quedó en el tintero, de esos detallitos técnicos que ustedes no conocen y que, en mi opinión y la de mis tres compañeros coordinadores (¿comisarios sería la palabra?) podrían haber hecho que Gadir2K4 fuera todavía mejor de lo que fue.
-La fecha. Nuestra idea original era celebrar los encuentros el puente de Tosantos. No pudo ser por estar ocupado el Palacio de Congresos en esas fechas. Sabemos que con un día más, la gente que se desplaza desde lejos habría podido estirar más su estancia, y las actividades turísticas que teníamos planeadas habrían compensado tanto tiempo de pasillos y conferencias.
-El protocolo del Palacio de Congresos es férreo: se cierra la puerta a la hora que se cierra la puerta. Y punto. El Palacio es un ente autónomo (el Ayuntamiento tiene que alquilarlo por salas, y no es barato precisamente), con sus propias reglas. Eso impidió que los stands estuvieran situados en el patio, como luchamos hasta casi el final.
-Cuestiones de espacio nos impidieron usar también la sala de exposiciones de la planta baja, donde querríamos haber colocado los originales de Corominas, dejando los demás arriba, donde luego quedaron los stands. No pudo ser. También tuvimos que renunciar a una cuarta sala donde se habrían proyectado continuamente películas.
-La exposición dedicada a Flash Gordon quedó reducida por eso mismo. Nuestra idea original era mostrar todos los tebeos de todas las ediciones de Flash Gordon en España (y en el extranjero), incluyendo novelas, DVDs, etc.
-Hasta prácticamente dos días antes tuvimos la posibilidad de adornar el palacio con unas magníficas figuras de monstruos, magos, alienígenas y guerreros de más de tres metros de alto. Como nos pasamos de presupuesto, tuvieron que quedarse en el tintero... y bien que nos pesa.
De cualquier manera, sigo pensando que esta Hispacón Gadir2K4 quedará en el recuerdo de muchos. Todavía hay muchas aristas que pulir para hispacones futuras, se celebren donde se celebren, y muchos colectivos que seguir intentando integrar en lo que está llamado a convertirse en el centro del fantástico en España: la Sociedad Tolkien, los fans de Star Trek, los de Babylon-5 y de Star Wars, usuarios de Cyberdark, jugadores de rol, lectores de cómics...
No me vale, lo siento, la excusa de la distancia. Tan lejos está Cádiz de Zamora como Zamora de Cádiz. Las comunicaciones son excelentes (otra cosa, claro, es que se pretenda conseguir un avión a pedales con precios de autobús, porque esas tarifas obligan a horarios penosos), la oferta hotelera está en constante ampliación. Tenemos buen clima, somos simpáticos.
El Ayuntamiento de Cádiz, lo saben ustedes, ha quedado aún más encantado con esta Hispacón que con las dos anteriores. Sabemos que si les pedimos mañana mismo organizar otro Gadir el año que viene, nos van a decir que sí, sin condiciones. Aunque los derrotistas que tenemos siempre se quejen de la poca asistencia (250 inscritos no es mala cifra, aunque el número se multiplicó por tres contando con toda la gente de Cádiz que pasó y se quedó esporádicamente a algún acto), eso para los políticos no tiene importancia: lo que se cobra por la inscripción apenas cubre el premio Domingo Santos o la revista o el ejemplar de Artifex, el póster y la carpeta de regalo y el vino de honor. No llega a ser ni la décima parte de lo que cuesta montar este tinglado. Para un Ayuntamiento, el éxito se mide en la repercusión que tiene en los medios y en la calle. Y traer a figuras como Andrzej Sapkowski, Juan Miguel Aguilera, Javier Negrete (éste, como bien saben, dentro del ciclo de Presencias Literarias de la Universidad de Cádiz, que está abierta a los autores del fantástico), o Guillermo del Toro supone que tanto la alcaldesa como el concejal de cultura estén dispuestos a aparecer y hacerse la foto y comprobar el entusiasmo contagioso del fandom... y querer repetirlo.
Desde un par de semanas antes, lo saben también ustedes, y como hemos vuelto a comprobar el interés que tiene el Ayuntamiento, hemos iniciado una campaña de acoso y derribo: la idea es intentar organizar, aquí mismo, dentro de ocho años, una Eurocón. Así lo anunció Antonio Castillo, concejal de Cultura, en la cena de honor. Y así nos gustaría que fuera. Todos somos conscientes de las dificultades de organizar un evento semejante, cuya concesión tal vez ni siquiera esté en nuestras manos, pero el interés está ahí, las ganas de repetir están ahí (hoy mismo la prensa hacía un repaso a las actividades culturales de Cádiz este otoño y destacaba especialmente Gadir2K4, al haber �entusiasmado incluso a los que no son seguidores habituales de la ciencia ficción�), y la ilusión y la oportunidad no se pueden dejar pasar por alto. Nos hemos fijado la fecha de 2012, muy lejana aún, porque será la fecha fetiche de Cádiz, cuando se celebrará el segundo centenario de la Constitución de 1812 (nuestra �Pepa�), y la ciudad se convertirá en centro de multitud de actos culturales de los que queremos formar parte, porque es nuestro derecho, y porque estamos aquí. Se llame como se llame: Hispacón, Eurocón, o simplemente Gadir2012, ya lo veremos.
Lo que esperamos es, de aquí a entonces, contar con todos los que somos, dejar atrás rencillas y resquemores, batallitas de pueblerinos y sectarismos trasnochados. Queremos hacer algo interesante, algo divertido, algo que nos entretenga y que permita que sigamos yendo a más. Insisto: nos llamemos entonces como nos llamemos, estemos los que estemos, vengan los asistentes de donde vengan, del norte en tren, o del sur en patera. Contamos con la colaboración de todos ustedes. Juntos, podremos.
Aunque, y lo revelo aquí ahora, es cierto que 2012 está muy lejos. Habría que intentar hacer algo antes. Ya tenemos contactos con la Universidad para intentar hacer algo en los Cursos de Verano. Y 2009 parece una buena fecha para otro Gadir, para otra Hispacón, no sé a ustedes qué les parece...
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Categorías: Ciencia ficcion y fantasia