La noticia del día, que Alvaro Pons hace pública en su cárcel de papel, es que Aleta ediciones comenzará dentro de unas semanas a publicar de nuevo en España el material de los fumetti italianos de Bonelli: de momento, Nathan Never, Martin Mystere y Dylan Dog en formato novelita, blanco y negro, cien páginas y precio relativamente asequible, seis euros.
Es buena noticia para los que siempre hemos apreciado estos tebeos de corte popular, donde prima el guión y la narración de una historia a la espectacularidad hueca de los dibujantes "hot". Si bien Nathan Never no es santo de mi devoción (al menos lo publicado aquí hace años por Planeta --por puro amor de Juanjo Sarto-- no me entusiasmó demasiado, ya que una cosa es el pastiche y otra cosa el plagio despendolado de una película tras otra), sí me resulta indispensable Martin Mystere y me divierte Dylan Dog. Es de esperar que la iniciativa pueda pronto completarse con Mister No, Zagor, Ken Parker o los otros muchos personajes que tiene Bonelli en Italia y que aquí desconocemos.
Vivimos, como ya sabíamos, tiempos de cambio. Mientras el gigante Planeta de Agostini/Forum sigue sin soltar prenda sobre sus planes de futuro, aunque cada día parece que se da por hecho que Panini continuará con la edición de los comics Marvel a partir de enero, otras editoriales más pequeñas (y quizá más valientes) se aprovisionan para plantar cara.
Seguimos sin tener un tebeo español autóctono y popular, claro. Pero eso me temo que es ya un imposible, aunque nos guste soñar que algún día también lo conseguiremos.
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