Magnífico cartel. Siempre me ha gustado el trabajo de J.M., pero ofrece aquí un cambio de registro impresionante. Está bien dibujado, por supuesto, pero me gusta sobre todo el trabajo de composición y el tratamiento del color, muy pulp. Bravo para él.
En otro orden de cosas, ayer vi Troya. Preferí no leer tu comentario hasta después (para evitar predisposiciones), pero estoy muy de acuerdo en casi todo. De hecho, creo que es la mejor película de tintes épicos que he visto (desde el Cid, muy casposa ya, pero impresionante en su momento. ¿Qué pasa?, a mí me gusta...), porque no sólo habla de épica y honor, sino que hace incapié en lo futil y terrible de la guerra. Más como ésta tenían que hacerse.
Se comenta que no es fiel al original, pero como bien apunta EFE, en los títulos de crédito dice bien claro: "inspirada por La Iliada de Homero". Vamos, que no estamos ante ninguna adaptación, imposible en estos tiempos, por otra parte: el libro, como bien sabe todo aquel que haya tenido el placer de leerlo, relata apenas quince días de lucha y veinte de descanso de una guerra que dura ya diez años. No narra ni los precedentes, ni las conclusiones (porque todo el mundo las conocía), sino que se centra en la ira de Aquiles y en como sus dos decisiones cambian el curso de la guerra (la de no combatir pone en jaque a los aqueos, la de regresar a la batalla les dará la victoria). Es decir, si nos hemos de rasgar las vestiduras porque los 30 últimos minutos sobran (ya que en la Iliada no se dice nada del famoso caballo de Troya, ni se narran las muertes de Aquiles o Paris, además de que, según tradición, no mueren ni Menelao ni Agamenón), también tendríamos que rasgárnoslas por toda la introducción, desde la aparición de Aquiles (necesaria: no todo el mundo sabe que el famoso tipo que pasó a la historia como personificación del "punto débil" de cada hombre era, en realidad, un semidios, un superhéroe al estilo del Capitán América capaz de ganar batallas él solito) hasta el romance de Paris y Helena o la llegada de los Aqueos: el libro comienza "in media res", y nadie entendería una peli de tres horas que se inicia cuando la guerra anda ya en décimo año y que finaliza con el funeral de un héroe muerto, cuando aún no está claro el vencedor.
Wolfgang Petersen ha hecho una excelente labor de síntesis, mejor que la realizada por P. Jackson, sin duda; además, mantiene vivo el espíritu de la obra y nos muestra ese enorme zoológico humano que es en realidad la Iliada: un poema épico, sí, el más grande; pero también un intento de personificar todos los diferentes caracteres del ser humano: la ambición en la persona de Agamenón; la ira y soberbia en Aquiles (y posterior, aunque breve, humanización); la astucia e inteligencia de Odiseo; el afán de venganza de Menelao; la flaqueza de espíritu de Paris, o la humanidad pese a todo de Héctor. Se recurre a los estereotipos porque esos estereotipos nacieron con la Iliada. ¿Se ha pasado W. Petersen con la caracterización de Menelao y de, sobre todo, Agamenón? Pues pese a que así lo parece (ese rey aqueo gritando enloquecido frente a una Troya en llamas) yo creo que no: todos los Kingpin porsteriores son Agamenón, así como MacGiber es Odiseo, y etc, etc.
Buen casting, buenas interpretaciones (yo me quedo con Peter O'Toole y con Eric Banna), excelente planificación, montaje y ritmo (no olvidemos que, además de "En la Línea de Fuego", este tipo dirigió "Das Boot"), pésimo doblaje y una banda sonora que da para muchos y jugosos comentarios... Que me vengan a la cabeza, y sin escucharla más allá de la película, James Horner (el mejor John Williams después de John Williams...) ha saqueado sin piedad allí donde ha podido pescar, aunque con suma inteligencia; apuntan al tema de voces blancas como un "homenaje" despiadado a Gladiator (ésta es mucho mejor que la de Gladiator), pero eso no es nada: se plagia a sí mismo cuando aparece el leitmotiv de los aqueos (es el mismo que el de los malos en Willow), utiliza la melodía y las ideas de Prokofiev usadas en Alexander Nevsky en el momento en que el ejército griego se cierne sobre Troya (esos dos temas enfrentados que se sucenden junto al vuelo de cámara que va de los ejércitos a los rostros de Helena o Príamo), y el tema de Aquiles forma parte, nota por nota, del final de la quinta sinfonía de Shostakovich. Eso sí, todo ello unido con suma habilidad (igual que en Braveheart o Titanic. Magnífico el momento del duelo entre Aquiles y Héctor, con un fondo estresante de percusiones memorable.
En fin, gracias a Wolfgang Petersen por esta peli.
V.
|