Ya se terminó (algunos dirán-diremos que por fin). Navidad queda atrás y ahora nos espera, tachín, el carnaval.
Un último consejo navideño: busquen todavía a toda prisa el nuevo turrón de chocolate negro Suchard. Han conseguido lo imposible (ellos mismos, porque sus muchos imitadores no fueron capaces): mejorar lo inmejorable.
¿A estas alturas lo recomiendo?, dirán ustedes. Pues claro. ¿Que querían, que me quedara yo sin él?
Todavía, seguro, se puede encontrar en los grandes almacenes. El día dos estaba ya rebajado de precio, como todas las chucherías de la fecha. Ahora es el momento de darse el homenaje.
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