Vale que ya era hora y que empezaba a cansarme de contarme entre los pocos, poquísimos seguidores que tiene esta pequeña obra maestra. Vale que empezaba a pensar que iba a tener que comprarme un reproductor DVD multizona, porque por más que buscaba en Inglaterra, nada, que la peli no se encontraba más que en video (no, en España ni siquiera en ese ya obsoleto sistema). Pero resulta que ayer mismo estaba entreteniéndome por aquí por la red buscando novedades deuvedísticas y zas, me la encontré por fin. Lo curioso (para que luego hablamos de las coincidencias) es que apenas unas horas antes me había estado quejando con una compañera y ex-alumna y ahora profa (hola, Carmina), también enamorada de la peli (por mi culpa), de la imposibilidad de disfrutar de ella a corto plazo.
Pero por fin parece que los ingleses se despiertan (nosotros no, claro, ni falta), y dentro de unos días saldrá por fin en DVD esta pequeña gran película que se cuenta entre mis películas favoritas. Me refiero, claro está a Somewhere in Time, conocida por los pocos que la conocen como En algún lugar del tiempo, una historia de amour fou, viajes en el tiempo y música inenarrablemente hermosa de la que pueden ustedes leer un mucho más pinchando los enlaces que aquí dejo.
Ya era hora, insisto. Llevo más de veinte años amando locamente este película, identificándome con ese autor que se enamora de una foto de una mujer ya muerta, disfrutando de la música de un John Barry inspiradísimo y, de vez en cuando, advirtiendo alguna influencia tardía en mi propia y modesta obra (un amigo, sin duda poco objetivo, dice que mis escritos le recuerdan a Richard Matheson, qué más quisiera yo; de Matheson, claro, es la novela -inédita- y el guión de la película).
Cuento los días que faltan para que me llegue esta obrita, para ponerla en el reproductor, para apreciar toda la gama de colores impresionistas de ese hotel de principios de siglo, para amar de nuevo a Elise McKenna y envidiar como el mismo Robinson al intrépido y enamoradizo Richard Collier.
Es una película romántica que no tiene miedo a serlo. Una película enormemente trágica, enormemente precisa, como el reloj que marca el destino de la historia.
Sale en Inglaterra en unos días. Trae, además, subtítulos en español.
Yo que ustedes le daba una oportunidad y no esperaba a que suene por casualidad la flauta y alguien se anime a, por una vez, no perder el tiempo y lanzarla también en España.
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