Eran los tiempos en que nos dio por iniciar el fin de semana el jueves. Recogía a Juanito Mateos y a mi amigo Paco de la academia, y nos íbamos a tomar un par de pizzas al Bella Italia, que entonces hasta tenía música en vivo, o al chino de Ramón, que ya no existe (el chino, digo), o a tomarnos unas tapitas en lo de Curro el Cojo. Todo, como ven, bajo en colesterol e inofensivo.

Un jueves por la noche volvíamos a casa en mi viejo 127 de tercera mano, allá por la época en que se nos ocurrió sacar una chirigota ilegal a la que luego le cambiamos el nombre, aunque conservamos parte del estribillo. Cuatro tíos en el coche: Juanito, Paco, Antonio el Pargui y yo al volante. Y al girar una calle, despacito, uno de mis alumnos de cou, de pie en la esquina, inmóvil, conversando con un tipo bajito, de aspecto patibulario, chupa de cuero y pantalones vaqueros de culo gastado.

Vibró mi instinto arácnido. Aquello tenía toda la pinta de ser un atraco. Detuve el coche, casi sin hacer ruido, justo al lado de la pareja.

--¡Hola! --le dije a mi alumno, que medía lo menos dos metros--. ¿Ocurre algo?

El chaval me miró.

--No, nada.

--¿Seguro que no ocurre nada? --volví a insistir, mientras los cuatro nos preparábamos para salir del coche e impedir el atraco.

--No, nada.

--¿Seguro?

--Seguro.

Me encogí de hombros, metí la primera y nos marchamos.

Al día siguiente, viernes, en clase, nada más entrar con los folios del examen semanal, el chaval que se me acerca.

--¿Te acuerdas del tipo que estaba ayer conmigo en la esquina? ¡Me estaba atracando!

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Comentarios

1
De: Mirbos Fecha: 2010-05-17 20:44

A mi me pasó algo parecido, pero era yo el atracado. Pasa que me dio igual porque no tenia nada de dinero, ni movil ni cualquier otra cosa de valor.

Pero anda que tu alumno fue un poco pardillo no?



2
De: Mirbos Fecha: 2010-05-17 20:46

Bueno, miento, acababa de salir de una tienda de comics, asi que el comic que me habia agenciado, el cual no recuerdo, si que era de valor, pero ellos no lo sabian.

Deberian haberme atracado antes de entrar.



3
De: Carlos Fecha: 2010-05-17 21:24

Siempre hay que confiar en el sentido arácnido, podías haber conseguido que no atracaran a tu amigo.



4
De: RM Fecha: 2010-05-17 21:28

Mi alumno podía haber sido más despierto. El atracador, por cierto, era un chavalillo de unos trece o catorce años. Y mi alumno, que encima era deportista, era una especie de Pau Gassol.

Ni por esas. Le birló el peluco.



5
De: Palomares Fecha: 2010-05-17 21:56

Ya podía haber guiñado el ojo, o haberse puesto bizco o algo así. "No, no PASA nada, nada, NADA, NADA DE NADA". Pequeñas pistas.



6
De: RM Fecha: 2010-05-17 22:17

Pues por eso le insití. El miedo, que es mu malo y paraliza, supongo.

Y es que el atracador no tenía ni media hostia.



7
De: Ojo de Halcón Fecha: 2010-05-17 23:29

En ese momento Rafa atraviesa la calzada y atropella al atracador, abre la puerta del acompañante del coche y grita "¡Monta, coño!" y con un acelerón quemando rueda vuelan hacia la siguiente Pizzeria.

:)



8
De: RM Fecha: 2010-05-18 00:01

No sin antes dejar maniatado al malandrín y envuelto en una tela de araña :)



9
De: hielario Fecha: 2010-05-18 03:16

¿huh? ¿No era inconsciente y pegado al techo con tela de araña?



10
De: Pablo Fecha: 2010-05-18 11:20

La nota Rafa..sete olvida la nota



11
De: Fran Fecha: 2010-05-18 13:32

Ya me imagino la historia al estilo Los Soprano

- Hola, ¿ocurre algo?
- Nada, papá, nos vemos en casa- pensando que así confirmaría que está en un aprieto sin despertar sopechas en el atracador.

- ¿Papá? Lucas, yo no soy tu padre. ¿Por qué me llamas papá?

- Mamón, - dijo el atracador- me has delatado.

El atracador apuñala al chaval, le quita el peluco y se va corriendo, dejándole desangrándose.

Los tripulantes del coche temiendo que el chaval los delate, le rematan en el suelo, le registran para ver si aún le quedaba algo de valor, confirman que no los ha visto nadie y se van.



12
De: Cradle_of_Freak Fecha: 2010-05-18 20:55

Pues aún con todo, el chaval ese tuvo más suerte que yo, que iba en dirección a la tienda de comics un día cuando todavía vivía en Zaragoza y estando en una calle bien transitada y a la luz del día me pararon tres quinquis para atracarme. Debían de querer tan solo divertirse con alguien mas canijo que ellos, porque me dejaron en paz al rato, con mi cartera intacta. Eso sí, después de darme un par de hostias. Lo que decía, pa entretenerse un rato. Y sin que nadie me ayudara, obviamente.



13
De: Palomares Fecha: 2010-05-19 10:58

Yo lo que veo es que las tiendas de comics son peligrosísimas, ¡la de atracos que hay en las inmediaciones!
Nos lo advertían nuestros padres y no les hacíamos caso. El peligro de leer tebeos no era volverse gilipollas, era que te clavaran una navaja.