El profesor, en clase:
--Al final de La tragedia española, arrepentido por todas las muertes que ha causado, Jerónimo increpa a Dios por qué no lo dejó mudo antes de hacer su juramento de venganza. Y entonces decide que si Dios no lo hace callar, lo hará él. Y se muerde la lengua y la escupe al público toda ensangrentada...
Los alumnos:
--¿La lengua? ¡Qué asco! ¿Pero su lengua de verdad?
El profesor (suspirando):
--Claro. Es una obra que sólo se puede representar una vez en la vida...
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