Con una tontería más o menos por el estilo fue Paul Auster y escribió un libro (quien no encuentra ideas para novelas es porque no quiere, oigan). Hace un año y pico por ahí presentaba yo a Manolo Ruiz Torres, que nació más o menos cuando nací yo, tiene casi mismas iniciales traspapeladas, coqueteó con la poesía como yo (pero mejor), abandonó los versos y se dedicó a las prosas y es, igual que yo, columnista dicharachero del periódico en el que los dos colaboramos. Los martes de mis lunes, como ustedes saben y pueden comprobar, pinchando aquí a la derecha, donde dice "Los peligros". Lo presenté en una eventual vuelta a los ruedos poéticos citando a Pedro Guerra: "Tan cerca de mí que podría ser yo". Palabras proféticas.
Porque ayer, curiosamente, uno de esos duendes de imprenta se les coló a los chicos y chicas de la redacción y no apareció mi artículo (que les colgaré aquí a ustedes mañana, si no se me ocurre otra cosa), sino que apareció mi foto, mi firma, mi columna... y el texto de la columna que Manolo había escrito para hoy. Imagino la carita de Manolo, más o menos similar a la mía, cuando abrió ayer el periódico y se vio cambiado de fecha y columna, y sin reconocimiento. Hoy han corregido el fallo técnico y se ha publicado mi artículo (aunque no con su foto, lo cual habría sido rizar el rizo).
Si ya es difícil, en ocasiones, esto de no pisarnos los artículos (un par de veces hemos coincidido en temática y/o en conclusiones, y hay temas que dejo correr porque estoy seguro de que los va a tratar --y siempre mejor que yo--, Manolo), ya lo que nos faltaba es que nos confundan como a los gemelos aquellos de Cien años de soledad.
Lo divertido, que ahora podré decir que Manolo es los martes de mis lunes... y a veces los lunes de mis martes.
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