... y un montón de gracias.
Como saben ustedes, Blogalia se dio la costalada la semana pasada, para consternación de todos y cachondeo de algún idiota. Estamos aquí otra vez, imagino que con ánimos renovados, y con ganas de seguir dando la murga un rato.
Hemos quedado un pelín tocados en la línea de flotación: me temo que algunos de sus siempre interesantes comentarios se han perdido en la repesca de urgencia, pero más se perdió en la guerra de Cuba, que decía mi abuela, y sé que ustedes sabrán perdonar que estas cosas de la luz y los numeritos tengan esas desventajas entre tantísimo conveniente como tienen.
Habrán notado ustedes también que, si pulsan aquí a la derecha, de momento no les lleva a alguna parte: es parte del trabajo que me toca hacer este fin de semana, o cuando pueda: volver a enlazar cada historia con su categoría correspondiente.
Como siempre, no estaríamos donde estamos de no ser por Víctor, rvr, the boss, the man behind the blogs, que se ha dado una pechá de currar que para sí quisiera más de uno. Gracias, Víctor. Te debemos mil cervecitas, millones de palmaditas en la espalda, billones de lágrimas de agradecimiento.
A partir del lunes, espero, les espero.
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Categorías: Reflexiones