Pues aquí me tienen ustedes de vuelta, después de razones de causa mayor (un formateo del disco duro) y gracias a los favores de Alberto Urbano, que es quien siempre me saca las castañas del fuego de esto de la informática y que acaba de prepararme el portátil para que me pueda conectar y seguir trabajando y quitarme el mono.
Imagino que, como a la mayoría de los españoles, y como a ustedes mismos, el curro también los habrá esperado hoy con la boca abierta. Me carcajeaba yo hace unos días de algún amigo con síndrome pre-post-vacacional, y si no fuera porque hace mucho calor y porque tengo muchas cosas a las que hincarle el diente de aquí al día quince (que es cuando uno empieza de verdad de la buena), seguro que yo también estaría hoy tirándome de los pelos y cabreado con el mundo y conmigo mismo. Porque lo cierto es que, después de dos meses contemplando la línea del horizonte en la playa, el vertido de arena y el destete de moda, esta mañana he comprobado en carnes que necesito urgentemente unas vacaciones. Otras.
Por lo demás, a la lectura de un nuevo tomo del siempre divertido Baby Blues y el decepcionante quinto trade paperback que me faltaba del Spider-Man de JMS, recomendarles que le echen ustedes una visual al episodio de Los vigilantes de la playa que andan pasando estos días en algún canal digital, un esperpento aún más desopilante que la serie original que permite ver a todos los ellos más talluditos que nunca y a todas las ellas más siliconadas de lo que recordábamos (alguna, prácticamente sin nariz y todo), y cuya excusa argumental (Mitch Buchanan que pretende casarse en Hawaii con la doble exacta de una vigilanta delgadita que murió ahogada o tal que así en un episodio de la serie) haría ruborizarse a los chicos Image con quien tantos puntos tiene en contacto esta estética y estos guiones. Y es que se puede ser descerebrado a los veinte años, pero a la edad que empiezan a tener los actores y actrices (?) de la cosa, como que canta un pelo. Échenle un ojo, que les aseguro que la diversión está garantizada.
Les dejo, que tengo que preparar el examen de inglés del viernes. Seguiremos en contacto.
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